tag:blogger.com,1999:blog-23004653826932231292024-03-13T23:05:52.485-07:00Ediciones InubicalistasEditoreshttp://www.blogger.com/profile/14920038206529128974noreply@blogger.comBlogger215125tag:blogger.com,1999:blog-2300465382693223129.post-90638127505578923102021-09-08T12:08:00.001-07:002021-09-08T12:12:18.978-07:00TIERRAS BLANCAS DE SED<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 1cm;"><span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif;">TIERRAS
BLANCAS DE SED. CARTOGRAFÍA ORAL DEL VALLE DE HUASCO<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 1cm;"><span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif;">Valparaíso,
Ediciones Inubicalistas, 2020<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 1cm;"><span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 1cm;"><span style="font-family: "Adobe Garamond Pro", serif; text-indent: 0px;">Publicado originalmente en Revista de la Academia, ISSN 0719-6318, Número 31/Otoño 2021: </span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 1cm;"><span class="MsoHyperlink" style="font-family: "Adobe Garamond Pro", serif; text-indent: 0px;"><a href="http://revistas.academia.cl/index.php/academia/article/view/2041/2130">http://revistas.academia.cl/index.php/academia/article/view/2041/2130</a></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 1cm;"><span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 1cm;"><span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif;">Por
Nelson Arellano Escudero<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 1cm;"><span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 1cm;"><span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;"><span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif;">Vania
Cárdenas Muñoz ha sido autora, previamente, de El orden Gañán: historia social
de la policía de Valparaíso (Editorial Escaparate, 2013). Este antecedente es
relevante para comenzar el recorrido por estas Tierras blancas de sed. Se trata
de una cartografía con espesura sensible donde se combinan formas de
aproximación que construyeron una narrativa de los sujetos relevantes para la
comprensión del tiempo y los giros epocales. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;"><span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif;">El
libro, luego de los agradecimientos y antes de presentar el índice, se abre al
tiempo y la conciencia con el segmento del mapa de la Provincia de Atacama dibujado
por Fuentes para la cuarta edición de la Geografía descriptiva de la República
de Chile a cargo de Enrique Espinoza. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;"><span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif;">Toda
una declaración de posición y disposición. La organización del libro se compone
con unas palabras iniciales a modo de prólogo que establecen las coordenadas en
las que transitarán sus tres capítulos y epílogo, bien acompasados con el glosario
y la selección de fuentes.</span></p><span style="font-family: "Adobe Garamond Pro", serif;"><span class="MsoHyperlink"></span></span><div><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;"><span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif;">El
capítulo primero, de “Asentamientos, trabajos y recursos en el Valle del
Huasco” urde la inserción investigativa de corte etnográfica gracias a la que
podemos internarnos en las memorias y significados del escenario en el que los acontecimientos,
en su tragedia y su comedia, tuvieron lugar en sitios de una minería que no
entran fácilmente en los registros nacionales </span><span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">—</span><span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif;">a
decir verdad, los registros metropolitanos del centralismo</span><span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">—</span><span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif;">
como son El Zapallo, Quebradita, Agua del Medio, La Liga, Los Choros, Chañaral
de Aceituno o El Morado. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;"><span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif;">La
definición de la escala es crucial para la puesta en valor de la tragedia de los
accidentes, donde las estadísticas no cuentan mientras que el impacto emocional
que tuvo en los protagonistas llega hasta nuestras manos a través de estas
letras más de medio siglo después. En ello coincidimos con la autora en la pertinencia
de acogerse a la obra de Alessandro Portelli para abordar el insondable registro
de la memoria. Esta misma línea de análisis releva la posición del trabajo en
la Majada, la agricultura y la vida doméstica no remunerada o con pagos
subvalorados, así como la vida escolar, usualmente breve, de niños mientras que
a las niñas les era prohibida o aún más limitada esa experiencia, debido al
trabajo infantil como uso y costumbre a mediados del siglo XX. Una vida que era
considerada marginada de la sociedad por el Gobernador de Freirina en mayo de 1965
y que era, en su opinión, preferible erradicar (pág. 37).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;"><span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif;">El
segundo capítulo produce las “Cartografías del Valle del Huasco: las voces de
la historia oral” que permite conocer aspectos de la cultura trashumante en el
Valle del Huasco y emerge una composición de las memorias sueltas que, en su reunión,
facilitan la comprensión de la memoria emblemática y la necesidad de establecer
la valorización de un modo de vida enfrentado a la crisis civilizatoria del
proyecto de la modernidad. Aquellas voces de la historia oral revelan las
circunstancias en que se habitaron y despoblaron sitios al son de los eventos
de la economía nacional y mundial, gestando procesos de reconstrucción, menos
de materialidad que de identidad, en duras circunstancias de abandono e
incertidumbres de la década de 1970. Tiene sentido aquí relevar de manera
especial la enorme contribución de las mujeres para sostener esta conformación
cultural en crisis y que, pese a todo, logró sostenerse, aunque el tiempo
presente del siglo XXI vuelve a cernir esos aires de cambio —que gustan de
anunciar épocas de fin de era— que, hemos visto, la historia reconduce a lugares
y formas que, en realidad, ni eran tan distintos ni tampoco estaban
determinados.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;"><span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif;">Entre
los capítulos segundo y tercero el libro introduce un archivo fotográfico rico,
variado y valioso que merece un estudio de visualidades profundo. Por ejemplo,
en la fotografía número 15 se retrata a un adulto y 6 niños, quedando al
parecer un séptimo fuera de cuadro, puede ser caracterizado por la precariedad
de su equipamiento de protección personal consistente en un casco tipo Brodie y
una lámpara minera, aparentemente, de carburo tipo Justrite. La fotografía no
está fechada. El emplazamiento se atribuye al Mineral Santo Domingo en El Morado
y en el fondo de la imagen de aprecian estructuras de madera que parecen ser un
área de montaje para las operaciones en el exterior dela bocamina. La colección
de 37 fotografías ofrece una excelente oportunidad de apertura a nuevos
detalles de las historias que combinan los ensamblajes de las personas, sus
objetos y los ambientes que fueron retratados.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;"><span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif;">El
tercer capítulo está destinado a “Las/os protagonistas de la historia” que, podríamos
discutir, contraviene la condición subalterna a la que se proponía subsumirles
en las palabras preliminares. En esta fase de la narración los actores sociales
humanos que han sido relevados se presentan en la constelación de arrieros,
mineros, crianceros, hombres y mujeres que, como señala la propia autora:
“reclaman un lugar en el patrimonio de este valle”. Los catorce testimonios que
se disponen en el capítulo, acompañados de registros gráficos íntimos, coronan
la etnohistoria poliédrica que, además de su espesura sensible, concreta una
descripción densa a la que se fueron añadiendo recursos de la Historia, las
Ciencias Sociales y la literatura nacional y local. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;"><span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif;">En
el Epílogo, Vania nos deja una declaración con la reunión de los tiempos, esos
tiempo suspendidos en octubre de 2019, que releva a los protagonistas en “todos
los rincones de Chile” que han estado fuera de la escena pública. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;"><span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif;">La
bella y cuidadosa edición del libro materializado en un excelente papel Bond Ahuesado
es una magnífica invitación a leerlo desde la ilustración de su portada que
pone en primer plano una pirca sobre la que descansan, solitarias, una picota y
una pala, ante un fondo que consiste en un paisaje de valle dominado en la
lejanía por los desnudos cerros del Valle de Huasco.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;"><span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif;">Tierras
blancas de sed. Cartografía oral del Valle de Huasco es una contribución relevante
para los estudios de la historia regional, sin duda, pero también para los recorridos
investigativos interdisciplinarios y una base valiosa para las indagaciones
transdisciplinares que, entre otras preguntas, aborden los saberes compartidos
como un paso necesario ante la demanda por información acera del Sujeto
Político humano y sus modos de vida. Vania Cárdenas Muñoz nos presenta en un
territorio bien delimitado el mapa de un universo que apenas comenzamos a
conocer.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;"><span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif;"><br /></span></p><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjA1VZjz8qEnZYCZvi0CKBQnPIZD_1foxBAxCOVSlQEHKD5XPFrhqmByta0hN6VzgOJEQ4_OqiDC3qSEexkakVS7jCskTsc51rm57u0bqjTBo5kYmuZlt0mfU_hbI31LWb2myG1t0-2HXc/s2048/79+Tierras+blancas.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1440" height="439" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjA1VZjz8qEnZYCZvi0CKBQnPIZD_1foxBAxCOVSlQEHKD5XPFrhqmByta0hN6VzgOJEQ4_OqiDC3qSEexkakVS7jCskTsc51rm57u0bqjTBo5kYmuZlt0mfU_hbI31LWb2myG1t0-2HXc/w308-h439/79+Tierras+blancas.jpg" width="308" /></a></div><br /><div><br /></div>Editoreshttp://www.blogger.com/profile/14920038206529128974noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2300465382693223129.post-52868683507933016132021-03-19T11:09:00.005-07:002021-03-19T11:22:53.800-07:00PÍCARAS MUJERES<div><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;">Reseña al libro <i>La Sota, Crónicas de un Barrio Rojo</i>, de
Luis Luchín Gutiérrez, Ediciones Inubicalistas, Valparaíso, Chile, 2016, (160
pp.)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><o:p><span style="font-size: medium;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-size: medium;">El escritor y amigo Felipe
Moncada, editor de Inubicalistas, me regaló este libro: "La Sota, Crónicas
de un Barrio Rojo" del fallecido autor Luis Luchín Gutiérrez, con el que
he pasado un agradable momento de lectura. Puedo decir que es un libro escrito
en clave crónica, con 25 capítulos, algunos de los cuales también funcionan
como cuentos. Varias veces me pasó que quedé con ganas de leer más sobre el
desenlace de las historias y en conversaciones con Felipe Moncada, Claudio
Maldonado y Silvia Rodríguez, algunos de los amigos escritores que tengo en
Talca y que conocieron a Luchín, les manifesté mi opinión, respecto que el
libro es muy entretenido y útil a la hora de conocer una parte de la historia
de esta ciudad, que difícilmente aparece en los libros de Historia. <o:p></o:p></span></p></div><div><p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-size: medium;">Para comenzar, respecto de la figura
de Luchín Gutiérrez, su estilo despreocupado para escribir, es debido a que el
finao era obrero y no escritor, digamos escritor de profesión, si no que más
bien era escritor por intereses personales y autodidacta, lejos de escribir
para la academia, lo que hace que su pluma sea idéntica a su habla coloquial,
tal y como él conversaba y se expresaba, lo que hace de la lectura muy amena,
simpática y graciosa, hasta por momentos chistosa, por los giros lingüísticos
que tiene el habla popular, como nos gusta a los nietos de Parra. Esto lo pude
comprobar al ver el documental "La Sota" del realizador Hugo Villar,
con dirección de Francisco Bravo, en el que se puede ver a Luchín Gutiérrez
contándonos la historia resumida de La Sota en primera persona y visitando las
ruinas de lo que fue, junto con otros entrevistados como el escritor local
Bernardo González, o el ex dueño de un salón de baile que llevaba su nombre:
Juan Varela, también con la voz en off del escritor Claudio Maldonado. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-size: medium;">Entrando al grano, La Sota es el
nombre popular del barrio rojo que existió en Talca desde mediados del siglo
XX, hasta aproximadamente los años 80. Era una época de pleno auge económico
industrial de esta ciudad, que tuvo un pasado esplendoroso, lo que se puede ver
en fotos de las antiguas calles con lujosos palacetes, hoy casi todos en ruinas
por el cambio económico y los continuos terremotos que han azotado el Chile de
la zona central. Es interesante para mí, que soy sureño y estoy instalado en
Talca desde el año 2018 por razones laborales, conocer el pasado glorioso de
una ciudad, que hoy en día es más bien tranquila y que en su momento gozó de
una inmensa fuerza productiva, llegando a instalar el dicho: "Talca, París
y Londres", en esa arribista y eurocéntrica forma de mirarse a sí misma
que tuvo y tiene la decadente pseudo aristocracia chilena de la zona central,
que magistralmente se describe en la novelas de José Donoso. Como importante
barrio rojo que fue, La Sota debe su nombre a que en Talca las calles están
nombradas de acuerdo a su numeración norte sur y oriente poniente, entonces
esta calle a una cuadra de la estación de trenes es la 10 Oriente, pero mejor
dicho es La Sota en el hablar popular, haciendo referencia a la carta del naipe
español número 10. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-size: medium;">Cuentan que Luchín vendía su
libro mano a mano a lo Pablo de Rokha, en una edición artesanal, que él mismo
confeccionaba y que hoy es objeto de culto y colección, y que Ediciones
Inubicalistas, haciendo gala a su nombre, publicó con variadas correcciones. Me
queda la impresión que este trabajo etnográfico literario que hizo Luchín
Gutiérrez da para obtener de él varios productos como por ejemplo una novela a
la manera de Hernán Rivera Letelier ya que muchas historias inconclusas y
entrecruzadas dan para que el lector quiera saber más de lo qué pasó con
personajes entrañables, por ejemplo: memorables peleas a muerte a cuchillos por
una mina, que luego se transformaron en innumerables animitas, por lo que dicen
los paisanos, todavía en ciertos recintos penan los muertos. Historias de
incontables Pícaras Mujeres como la Paraguay o la Tetera Caliente, según el
autor se refiere a las damas que ejercieron la prostitución en este barrio. Al
Tuerto Simón y el Choro Damián. Historias de cafiches y cabronas, que hicieron
de La Sota una verdadera cultura de las noches talquinas. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-size: medium;">En el libro, también se narran
las desventuras de diferentes personajes que vivieron y deambularon por Talca y
su barrio rojo, que no tuvo nada que envidiarle en glamur a la mítica 85 de
Medellín o al barrio rojo de Ámsterdam, (según me han contado). Cuenta la
historia de cafiches y campanilleros cuyo trabajo era estar atento al paso de
la policía. De connotados locales nocturnos como el famoso Zepelín o el Apolo
11. Mención aparte merece la crónica sobre la Jaula de las Locas, seguramente
llamada así por la película francesa La cage aux folles de 1978 y que narra la
historia de una casa de remolienda donde se ofrecían solamente servicios
homosexuales. Del proceso de pavimentación y sus respectivos romances entre los
obreros de la contru y las chicas que salían a tomar el aire escasas de ropa en
pleno verano. Del curita Guido Lebret que murió atropellado por el tren y que
tenía un hogar para rescatar a las chicas del mal vivir o que estaban
acogotadas con deudas con cabronas y cafiches. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-size: medium;">No vamos a discutir sobre la
legitimidad de la prostitución y los derechos laborales de las mujeres, ya que
incluso dentro del mismo movimiento feminista es un debate, entre feministas
liberales que opinan que la mujer es libre de hacer con su cuerpo y belleza un
negocio si así lo quieren y las feministas radicales, que opinan que la
prostitución y pornografía son dispositivos del patriarcado y deben ser
abolidas. No podemos cambiar la historia y cada opinión es respetada, pero lo
cierto es que el mismo Luchín nos cuenta en el libro, que muchas mujeres no
tenían otra cosa que dedicarse al comercio sexual, pues la educación era un
lujo de patrones en una zona típicamente hacendal, donde el patronaje se
replica en instituciones y lógicas empresariales, en mentalidades y costumbres
de sociabilidad heredadas de la antigua Encomienda de Indios y Merced de
Tierras que impuso el español en tierras libres y que con el auge económico del
desarrollo industrial de Talca, La Sota se transformó en uno de los lugares más
emblemáticos de la bohemia nocturna del Chile de la primera mitad del siglo XX.
<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-size: medium;">Entre los elementos más
destacados podemos mencionar que fueron más de 30 locales que funcionaron en 3
cuadras del centro de Talca con nombres emblemáticos como El Cara E' Caballo,
El Marta Rusia y El María Pollo, y que tuvieron clientes que venían de sectores
lejanos de la región como Curicó, Linares y Constitución. Incluso la fama de la
Sota era tal, que llegaron chicas de Brasil a ejercer la polémica profesión y
en materia musical, en el local de Juan Varela cantó el mismísimo Luisín
Landaez, cantante venezolano de cumbias, cuya famosa interpretación de la
canción Macondo, del autor peruano Daniel Diez, lo llevó a realizar giras por
Colombia, Ecuador, Perú y Chile, radicándose aquí y cuyos éxitos también
incluían La Piragua y que según entrevista a Juan Varela en el mencionado
documental sobre La Sota, el hombre no se quería ir pues se había embalado con
la belleza de las chicas y tuvo que venir su manager a buscarlo y que era
número obligado en el Festival de la Una. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-size: medium;">Me gustaría referirme al libro
La Sota (Encanto y Pecado, en la versión artesanal que vendía el autor) como un
documento histórico sobre la ciudad de Talca y la Región del Maule, pues en sus
últimas crónicas nos cuenta sobre el declive económico que llevó a la región a
cambiar su matriz productiva con las reformas neoliberales realizadas en el
contexto de la dictadura de Pinochet, que condujo al cierre de importantes
sectores productivos como la industria de cuero y calzados, la industria
agropecuaria del trigo especialmente, y la ganadera que aunque todavía se
celebra la Fiesta del Chancho Muerto, ya no es lo que fue en su época. Todo
esto vino a terminar por transformar la economía regional a exportación de
vinos, frutas y maderas, con las sucesivas depresiones que azotaron la región
después del cierre del tren y los terremotos del 85 y el 2010. Pero
principalmente con el toque de queda que impuso la dictadura en la época del
terror de Pinochet, en que toda actividad económica nocturna se vio clausurada
abruptamente y varios parroquianos y dueños de burdel pasaron a las listas de
detenidos aparecidos y desaparecidos. Sin olvidar el último desastre económico
para la zona, cuando Piñera se robó el Banco de Talca, que puso punto final a
la industria regional. Parece ser que esta ciudad varias veces ha sido
epicentro de importantes hechos históricos como la Batalla del Maule en que el
pueblo mapuche y sus ejércitos detuvieron el avance del Inca y fijó en el río
Maule el límite sur del Tahuantinsuyo antes que lleguen los españoles. O cuando
en Talca se detectó el primer caso de Coronavirus en Chile o en el hospital se
cambiaban las guaguas. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-size: medium;">Lo cierto es que La Sota podría
servir también como fuente de un estudio musicológico, pues en sus clubes
funcionaron varias bandas en vivo de diversos estilos musicales como la cumbia,
el son y el corrido, sin olvidar la cueca del cojo Malaquías Valverde que
dejaba la tendalá a la hora del zapateo ya sea en pisos de tablas o cerámica
porque tenía una pata de palo. Siempre antes de la llegada de los instrumentos
eléctricos y la irrupción de la música Disco y las discotecas, donde nuevas
generaciones comenzaron a relacionarse de otra forma y distinguirse de las
costumbres evidentemente machistas de una sociedad en la que el cuerpo de la
mujer se utilizó como moneda de cambio para el placer y lujuria principalmente
en beneficio de hombres con dinero. En ese sentido la herencia del patriarcado
no ha terminado, solo ha cambiado el formato, pues la prostitución después del
declive de las casas de huifas se las arregló para seguir funcionando a través
de la prensa local y luego por internet, pues como dicen los teóricos, el
capitalismo se adapta como un líquido a sus nuevos envases y extrañamente, en
el libro La Sota, y tras comprobarlo con horror con expertos en el tema, los
líquidos alcohólicos que circulaban en tales antros no eran muy católicos y
muchos de ellos eran fermentados con caca y animales muertos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-size: medium;">Hoy las calles mencionadas están
llenas de peluquerías y talleres mecánicos y las casas habitadas por
inmigrantes venezolanos, haitianos y colombianos, que le han dado otro color,
olor y sabor a la alicaída ciudad. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.45pt;"><span style="font-size: medium;">La Sota, Crónicas de un Barrio
Rojo es una lectura amena y divertida, más allá de la tristeza de las <i style="mso-bidi-font-style: normal;">pícaras mujeres</i> y la impunidad de los
cafiches y cabrones, funciona como libro de Historia, documento y fuente para
estudios sociales y musicológicos y está escrito en una prosa sabrosa y
desprejuiciada, que ya se la quisieran muchos de los escritores que la venden
barata y quieren quedar bien con la academia y lo único que logran es quedar
mal con el lector. </span><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.45pt;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.45pt;">Persus Nibaes Talca, 11 de marzo
del 2021, en homenaje a Luchín Gutiérrez (1942-2017)<o:p></o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.45pt;"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEggDXKUlTVHNqwAgOoUvskCIgNYawLNheDP1iCA3qCoi1NZynBOOANZtRb12nVdo3CRoVaohrpyyM0_meZkFMitCc7m-AShkd9vyaySpKKi4ypluLUEYpNhAw4w2zGKqwCAljmuCj3hgvE/s2048/44+La+Sota.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1472" height="613" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEggDXKUlTVHNqwAgOoUvskCIgNYawLNheDP1iCA3qCoi1NZynBOOANZtRb12nVdo3CRoVaohrpyyM0_meZkFMitCc7m-AShkd9vyaySpKKi4ypluLUEYpNhAw4w2zGKqwCAljmuCj3hgvE/w439-h613/44+La+Sota.jpg" width="439" /></a></div><br /><p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.45pt;"><br /></p><br /></div>Editoreshttp://www.blogger.com/profile/14920038206529128974noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2300465382693223129.post-50797985306186732522021-03-18T08:06:00.000-07:002021-03-18T08:06:14.847-07:00M. Rex, cuentos molinenses<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; mso-fareast-language: ES-CL;">Cuentos de Claudio Oyarzún</span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; mso-fareast-language: ES-CL;">Por Nelson Chávez Díaz</span><span style="font-family: "Adobe Garamond Pro", serif;"> </span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Adobe Garamond Pro", serif;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: #f9cb9c; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; color: #1c1e21; font-family: "Adobe Garamond Pro", serif;"><span style="font-size: medium;">Se imagina usted a un "niño monstruo", un
"theratos" de exhibición de circo, habitando la "mansión de
Quechereguas" en Molina? Suena "fantástico" ciertamente. Es que
el libro que nos lega Claudio Oyarzún Chávez se acoge muy bien dentro del
género de literatura fantástica. Otros ejemplos. Se imagina usted que un
"ángel" del cielo llegue a la cárcel de Molina y se
aparezca al recluso "Gallo Neira, el santero de Molina" y finalmente
no sólo se libre momentáneamente del paredón de fusileros sino que acontezca un
incendio en medio de un motín?</span></span></p><div><div><p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="background-color: #f9cb9c;"><span style="font-size: medium;"><span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; color: #1c1e21; font-family: "Adobe Garamond Pro", serif;">O que el encomendero Anabalón de Olaso y Gapa,
vecino de las tolderías de Lontué, aquejado de un aciago destino, al igual que
el theratos de Quechereguas, sea víctima de fuerzas sobrenaturales que no
alcanzó a domeñar con conjuros y ensalmos? Relatos grotescos, extravagantes,
"bizarros", algunos; otros, que recogen una página en la
vida del "primer maulino universal" en donde asistimos a la redacción
y corrección, por el amanuense Guglielmo, de una de las grandes obras del Abate
Molina. Alusiones a la "petit historie" de Molina, en sus personajes
ya míticos, a familias de migrantes palestinos, italianos, sirios, que, en su
época, aportaron al desarrollo comercial del pueblo. Narraciones que, cuales
"mitos etiológicos" tratan de explicar el origen de un lugar tan
legendario como un sector de Molina denominado "El hoyo". Gran parte
de ellos (los cuentos) ambientados en una atmósfera mítica y enrarecida donde
trasuda la superstición y los ritos y pócimas mágicas de las "meicas"
y "brujas" de la familia Changa... </span><span style="font-family: "Adobe Garamond Pro", serif;"> </span></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: #f9cb9c; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; color: #1c1e21; font-family: "Adobe Garamond Pro", serif;"><span style="font-size: medium;">Un aporte significativo a la literatura regional y
nacional; narraciones redactadas con pulcritud, en donde ningún detalle
queda al azar; frases esculpidas con paciencia cuyos verbos
"profieren" más de lo que "dicen" literalmente como por
ejemplo en el cuento "Palumbó" que dice: "El oro no brotaba como
en Quilacoya, se hundía en la escritura agraria de esos pueblos de
pastores". Particularmente para Molina es un privilegio contar con literatura
así pues no sólo es un homenaje a la tierra natal sino que también es un
verdadero rescate del patrimonio inmaterial de su gente, de sus historias y
tradiciones que han permanecido guardadas al interior de las familias y que, en
el peor de los casos, han desaparecido cuando mueren sus protagonistas.</span></span><span style="background: white; color: #1c1e21; font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; mso-bidi-font-family: "Segoe UI Historic"; mso-fareast-language: ES-CL;"> </span><span style="font-family: "Adobe Garamond Pro", serif;"><o:p></o:p></span></p><a name='more'></a></div><div><br /></div><div><span style="background-color: white; color: #1c1e21; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px;"><br /></span></div><div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUsRz4uS0Rzuqk6BAcr5Ejy0RxPRTMS2kTyUrSnyJGAJhcs6y1wPLuUuOunaa9GJlr7XiEhJuicDvp0Ep8mYbm8xapGZDO-ii-SLDhIFKBflD18qcKDGISD3kVht6bjX7e-tOS_jN5wv8/s2048/Portada+M+Rex.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1490" height="594" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUsRz4uS0Rzuqk6BAcr5Ejy0RxPRTMS2kTyUrSnyJGAJhcs6y1wPLuUuOunaa9GJlr7XiEhJuicDvp0Ep8mYbm8xapGZDO-ii-SLDhIFKBflD18qcKDGISD3kVht6bjX7e-tOS_jN5wv8/w433-h594/Portada+M+Rex.jpg" width="433" /></a></div><br /><span style="background-color: white; color: #1c1e21; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px;"><br /></span></div><div><span style="background-color: white; color: #1c1e21; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px;"><br /></span></div><div><span style="background-color: white; color: #1c1e21; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px;"><br /></span></div></div>Editoreshttp://www.blogger.com/profile/14920038206529128974noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2300465382693223129.post-13836667302136643612019-12-11T12:21:00.001-08:002019-12-11T12:24:27.810-08:00LA CASA DE AL LADO<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<div style="text-align: left;">
<span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Por Silvia Rodríguez<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Quiero abrir mi ponencia diciendo que la biografía de un escritor no necesariamente
se tiene que condecir con su obra, sin embargo en Chile a juicio del
investigador literario Naín Nómez esta premisa no está presente en el poeta Pablo
de Rokha y sin temor a emitir un juicio errado, puedo afirmar que Adriana
Bórquez Adriazola también fue consecuente en pensamiento, palabra, escritura y
acción, por lo tanto, su vida y obra forman parte de un todo. <o:p></o:p></span></div>
<a name='more'></a><br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Por lo tanto antes de presentar la novela testimonial “La casa de al
lado”, es necesario conocer a su autora, mujer incansable, rebelde, luchadora,
apasionada, idónea, testaruda. Mujer con múltiples pasiones como leer, bordar,
pintar grandes mándalas con lápices acuarelables para dar degradación y crear
nuevas tonalidades de colores. Gustaba guardar la ropa de cama y otras telas en
un baúl grande y resistente como lo fue su vida, baúl que hacía evocar el
camino transitado por antiguas y lejanas estaciones. Solía planchar todo, pero
absolutamente todo, confeccionaba sus propias sábanas y cojines en una máquina
de coser con manivela, prendas que después bordaba con punto cruz, cadeneta, de
nudo y otros tantos más. Además, construyó un chalet, con sus respectivas divisiones
interiores: living, dormitorio, cocina, baño, en el exterior un pequeño jardín
y entrada de auto, los materiales que usó fueron palos de helado y cartulina. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Las habitaciones de su hogar reflejaban armonía y equilibrio, entrar en
cada una de ellas, era visitar un planeta minimalista o ingresar a una gran
casa de muñecas, y es que Adriana, en forma consciente e intencionada, quiso
vivir en un mundo revestido de madera, rodeada de libros y de un jardín,
testigo de sus ensoñaciones y desvelos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">La cotidianidad que llevaba en su casa de madera, de madera cálida y
amable, era en silencio, a veces, aquel silencio era risueño y luminoso como su
actitud ante la vida, en otras ocasiones, los viejos dolores regresaban para
sumarse a los nuevos que iba adquiriendo su cuerpo y también su memoria ante el
recuerdo por el flagelo vivido y por el curso que tomó la realidad nacional,
una vez regresada del exilio. A pesar de todo, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">nunca</b> dejó de confiar en el ser humano, su optimismo y capacidad
resolutiva eran el resultado de una firme personalidad que no soportaba doble
matices, para ella no existía el gris, ni las posiciones tibias, además se
caracterizaba por ser poseedora de un refinado humor negro, directo y preciso,
que traspasó y heredó a sus hijas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Adriana, fue una amante del mar, tanto así que cada cierto tiempo requería
en forma urgente de aquella soledad contemplativa, buscaba estar sola dentro de
su propia soledad y armaba viaje con una energía sorprendente que a los 72 años
la llevó a viajar nuevamente SOLA hasta Puerto Edén para estudiar la cultura de
los habitantes de la Patagonia Chilena, investigación que dejó plasmada en el
libro Kawéskar, Ser pensante de piel y hueso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Como persona, fue un espíritu libre e inquieto, una madre más,
preocupada en extremo de su familia, otra luchadora incansable por esclarecer la
verdad y llevar a los culpables, de la justicia a la cárcel. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Como escritora, su vida literaria comenzó a los 12 años con la
publicación del texto en prosa Mi calle al atardecer, en la revista Eva,
durante la adolescencia continuó desarrollando su talento, con sucesivas
publicaciones en el diario La Prensa de Osorno, por lo que la necesidad de
escribir no surgió tan solo como una forma de entregar su testimonio ante las
atrocidades que la dictadura militar cometió con ella y otras personas, cuyo
único delirio, fue la búsqueda de un país libre. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">La palabra, antes que Adriana fuera detenida, ya se había posesionado de
su espíritu inquieto y romántico, por ello su estilo narrativo es poseedor de
armónicas imágenes poéticas que se van sucediendo con velocidad y ritmo a la
hora de describir lugares, situaciones y emociones como las contenidas en su
última novela testimonial para dar cuenta del tiempo que estuvo en el centro de
detención y tortura “La Discotéque o La venda sexy” después de haber permanecido
en Colonia dignidad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Esta vez para hablar, su cerebro se vio en la necesidad de buscar otra
piel para escribir, requería distancia con el fin de ser lo más objetiva
posible, fue así como, luego de buscar por mucho tiempo otra voz lírica, optó
por un hablante estático que fuera testigo de todos los movimientos ocurridos
en “La casa de al lado”. A pesar de encontrar la distancia necesaria, se la
puede reconocer por su fluidez narrativa, empatía y por no desmenuzar con detalladas
descripciones cada tortura a la que fue sometida con el fin de no re
victimizarse, porque hacerlo, implicaba enlodar la causa. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Serán varias las ocasiones en las que el narrador dejará traslucir diferentes
notas de su personalidad, por ejemplo, en uno de los diálogos directos
sostenidos con Bill, quien era consciente y testigo que ella aún estaba
reponiéndose de las palizas, rehusó huir para no inculparla y para que no la
golpearan de nuevo, diciendo: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">—¿Qué más da chiquita? Nuestro destino está
trazado. <o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">—¡No, Bill! No hay destino. Somos nosotros los que
vamos haciendo el camino. Tú debías irte; ya estarías cobijado en la seguridad
de la iglesia…<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">—O pudriéndome en un botadero de escombros, comido
por los perros con un par de tiros en la espalda. <o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">—Cierto. Podía ser una de las posibilidades… pero,
aún existía la otra. <o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Queda manifiesto el fino humor negro de la narradora.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">En general, nos encontramos ante un testimonio que habla sin entrar en
detalles de los golpes recibidos, las descargas eléctricas, violaciones en
conjunto, la desorientación, el hambre, el encierro, como también de la
permanente amenaza de Volodia, el perro amaestrado por Ingrid Felicitas
Olderock, para violar a personas detenidas en La venda Sexy y cuyos testimonios
fueron recogidos por la periodista y diplomada en historia Nancy Guzmán en el
libro “la mujer de los perros” publicado en septiembre de 2014. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Quienes soportaron torturas y tantas vejaciones no tenían tiempo para
soñar porque el dolor siempre ha sido un tirano que sujeta firme los cuerpos a
la realidad, por lo tanto el sueño no logra convertirse ni tener piel y se
esfuma apenas concebido, porque el dolor, junto al tic tac de un reloj
invisible, va clavando su aguijón, sobre los nervios del cuerpo y bajo los
tendones de la memoria. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">En la casa de al lado, a pesar de tantas vejaciones infringidas, de la
soledad y el más profundo desamparo, queda latente a través de los personajes
de La Chica y Bill, la sensibilidad humana, el sentido de fraternidad y la
empatía que surge entre las personas que han sido vejadas en su integridad
física y emocional. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">El coraje que poseía Adriana, la llevó a defender sus ideales en forma
digna al luchar contra la tiranía y la impunidad. Lucha que solo pudo detener
el tiempo que lentamente se fue decantando cada vez más en su cuerpo hasta
convertirla en este recuerdo vivo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Finalmente quiero terminar con la reflexión que Adriana entrega sobre la
tortura:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">“Aún habiendo pasado todo esto, habiendo enfrentado el horror, la
crueldad, el sadismo, esta perversión humana, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">yo,</b> de todas maneras, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">creo
en el ser humano y no quiero que vuelva a pasar</b>. Va a pasar muchas veces,
aquí y en muchas partes, está pasando ahora, pero si esto puede mover en algo
la conciencia de alguien, de aquí a 100, 400, 1000 años, bien, no importa la
pesadilla.” <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj8iXyGtBd3apmarv1Lr-qAlizeoUImDFmzCyUB8ygFo03OM1Hs_6bWLRmHiCmk87bjb0Y4BDRd1rsl8xKQ-SZp8bm_vibe6Y5HZ3JZ4OagNIWHm7wsf4DSaXu6Z3mv-QDVSc9me60WnoU/s1600/Portada+La+casa+de+al+lado.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1169" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj8iXyGtBd3apmarv1Lr-qAlizeoUImDFmzCyUB8ygFo03OM1Hs_6bWLRmHiCmk87bjb0Y4BDRd1rsl8xKQ-SZp8bm_vibe6Y5HZ3JZ4OagNIWHm7wsf4DSaXu6Z3mv-QDVSc9me60WnoU/s320/Portada+La+casa+de+al+lado.jpg" width="233" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<br />Editoreshttp://www.blogger.com/profile/14920038206529128974noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2300465382693223129.post-16851827365136344822019-01-29T10:11:00.001-08:002019-01-29T10:21:43.669-08:00OBTURACIONES DE LA MEMORIA<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center;">
<div style="text-align: left;">
<span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></div>
<div style="text-align: left;">
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 1.0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 13.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;">A propósito de <i>Calendario</i>,
de Fernando Rivera Lutz<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 1.0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 13.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;">Valparaíso, Ediciones Inubicalistas, 2018<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 1.0cm;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 1.0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 13.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;">Por Claudio Guerrero</span></div>
</div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 1.0cm;">
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 1.0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 13.0pt; line-height: 150%;">Un calendario revuelto, desordenado, sin límites. Sin
marcas de entrada ni de salida. Abierto. En donde el verano puede predecir al
invierno y luego volver a su rueda. Un calendario circular, pero que no siempre
gira sobre sí mismo ni nunca en el mismo sentido ni en el mismo orden. Un mapa
de tiempo con flechas que punzan, que marcan, retocan. Flechas que son fechas
en cuyo interior sondean los detalles de la herida, esa rasgadura, ese pinchazo
que fija el tiempo marcado. Fechas que interfieren una linealidad secuencial,
cronológica. Fechas con marcas o hitos de la memoria en el devenir de una
existencia. Pero de una existencia que, como señala Matías Ábalos en una
reciente reseña del libro (<i>Grado Cero</i>,
diciembre 2018, p. 3), no niega al sujeto, sino que lo retrasa. <o:p></o:p></span></div>
</div>
<a name='more'></a><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: right;">
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left; text-indent: 1cm;">
<span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 13.0pt; line-height: 150%;">Un ajedrecista ralentizado que mueve piezas, sin la
racionalidad de la competencia. Un jugador cuya racionalidad es la de la
contemplación activa, perpleja. De mirada detenida, tomada por asombro,
centrada en la metonimia del detalle para amplificar el todo. Y viceversa,
luego volver al detalle: el todo por la parte.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left; text-indent: 1cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left; text-indent: 1cm;">
<span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 13.0pt; line-height: 150%;">Escenas que se mantienen como apozadas, como acuarelas
que apenas dejan vislumbrar una porción de la realidad, aquello que se atisba
mediante el encuadre que permite el acotado marco de una ventana. Pero que una
vez traspuesto abre la pupila para abarcar un paisaje completo. Lo que se
alcanza a ver es ese ojo del poeta que abre y cierra el obturador, que acerca y
aleja su escena, que fija su mirada en un objeto. Lo que se alcanza a ver es su
campo de visión, una <i>constelación de
experiencias cotidianas</i>. Y dentro de ese vasto campo, el <i>punctum</i>, el detalle. De adentro hacia
afuera. Y de afuera hacia adentro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left; text-indent: 1cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left; text-indent: 1cm;">
<span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 13.0pt; line-height: 150%;">Así concibe el <i>punctum</i>
Roland Barthes en <i>La cámara lúcida</i>
(1980, edición en castellano de 2017):<i>
Punctum </i>es<i> </i>“pinchazo, agujerito,
pequeña mancha, pequeño corte, y también casualidad. El <i>punctum</i> de una foto es ese azar que en ella me <i>despunta</i> (pero que también me lastima, me punza)” (59).<i> </i>Y así va al punto: “Muy a menudo, el <i>punctum</i> es un ‘detalle’, es decir, un
objeto parcial” (79). De ahí su fuerza centrífuga, su fuerza de expansión. Y
luego, condensación, el reverso centrípeto. La imagen detenida: “En el estanque
de cemento / que almacena agua para riego / nos bañamos en verano. / En
invierno / se ahogan las ratas” (9). Un estallido visual que subraya su
retórica metonímica. Que exhibe su capacidad de abrir el campo, para luego
hacer <i>zoom</i>. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left; text-indent: 1cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left; text-indent: 1cm;">
<span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 13.0pt; line-height: 150%;">Esa imagen fijada es cada poema. Aquello que despunta o
brota. Lo que sale de escena. Eso que resalta. Y punza. Estampas, bocetos,
acuarelas, fotografías. Imágenes todas que remiten a escenas de la vida del
régimen de lo sensible. Estética de la detención. “Precariedad de la memoria”
(25), señala la voz de estos poemas. Visiones, silencios, ecos. La vida que
resuena en un quehacer cotidiano, donde lo que relumbra es la síntesis de los
sentidos condensados en un puñado de versos, en un puñado de palabras. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left; text-indent: 1cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left; text-indent: 1cm;">
<span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 13.0pt; line-height: 150%;">Poética minimalista. De la minucia. De la fijación del
foco para captar el encuadre claro, nítido, sin dobleces ni borraduras, sin
pliegues difusos. Poética de lente limpio, prístino, sin ortopedias visuales,
sin profilaxis lingüísticas. En busca de esa “atmósfera ideal / para escribir
versos / sin ninguna intención / aparte de matar el tiempo” (41). Voz poética
sumida en la templanza de quien espera paciente el mejor momento para apretar
el obturador de la memoria, detrás de la cámara.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: right;">
<span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 13.0pt; line-height: 150%;"> </span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 13pt;">Agua Santa, enero de
2019 </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 13pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 13pt;"><br /></span></div>
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1qBG0QJKgIeG9JSgrQtT062nLO2rDJECy1hW1ejxWEE1cC-KWts_hM_1UxnLBySl-AgIL-ezYfXfH_eP03nnPeqRpv0JVEIJFAinAWg3rri90VnftyLYA2LX9YNw4mYXVS4kEQymGBPM/s1600/Claudio.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1068" data-original-width="1600" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1qBG0QJKgIeG9JSgrQtT062nLO2rDJECy1hW1ejxWEE1cC-KWts_hM_1UxnLBySl-AgIL-ezYfXfH_eP03nnPeqRpv0JVEIJFAinAWg3rri90VnftyLYA2LX9YNw4mYXVS4kEQymGBPM/s320/Claudio.jpg" width="320" /></a></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: right;">
<div style="text-align: center;">
<span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: x-small; mso-ansi-language: ES;">Presentación del libro, jueves 24 de enero 2019, librería Concreto Azul, Valparaíso</span></div>
</div>
<br />Editoreshttp://www.blogger.com/profile/14920038206529128974noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2300465382693223129.post-85309779764340192019-01-29T08:42:00.001-08:002019-01-29T10:27:25.744-08:00"Calendario" en suplemento Grado Cero<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmJz6I2CbmpiM2ixeDXzk65QvYIooWhsMN0cDPgyFKe_q4MLcfPyF3HxjYTsElTcPZsAP2_K1idV9uaPUUIHYy-y401j4-MtWMapmhAbwyhD9Aq4NW_z5CMnoN4Vd6N_4e5TxGYORpnFI/s1600/Calendario_Rivas+1.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1479" data-original-width="800" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmJz6I2CbmpiM2ixeDXzk65QvYIooWhsMN0cDPgyFKe_q4MLcfPyF3HxjYTsElTcPZsAP2_K1idV9uaPUUIHYy-y401j4-MtWMapmhAbwyhD9Aq4NW_z5CMnoN4Vd6N_4e5TxGYORpnFI/s320/Calendario_Rivas+1.png" width="173" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjSDPW34GnQjS31K1ynfMdYmihG2T5OcQUcr9MD6JBV5TOC3k9ALPKA9E5MFJzrGXSC9eahhpgK3-MR_Yn2oQIfTBbwiDV-vv-cMNwdx8uk7vQyf4CZFIFvmU5fsYII2RUFltT1rFKrKBA/s1600/Calendario_Rivas+2.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1428" data-original-width="800" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjSDPW34GnQjS31K1ynfMdYmihG2T5OcQUcr9MD6JBV5TOC3k9ALPKA9E5MFJzrGXSC9eahhpgK3-MR_Yn2oQIfTBbwiDV-vv-cMNwdx8uk7vQyf4CZFIFvmU5fsYII2RUFltT1rFKrKBA/s320/Calendario_Rivas+2.png" width="179" /></a></div>
<br />
Texto a mostrar<br />
<a name='more'></a>texto a ocultarEditoreshttp://www.blogger.com/profile/14920038206529128974noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2300465382693223129.post-86812090640479096792019-01-29T08:24:00.001-08:002019-01-29T13:18:55.399-08:00ARS DEL RELATO MORTUORIO<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
Palabras en la presentación de su libro “Los últimos días de John McCormick”<br />por Eduardo Cobos<div align="right" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: right;">
<span class="apple-style-span"><i><span lang="ES" style="line-height: 150%;"><span style="font-size: x-small;">Los plazeres e dulçores<o:p></o:p></span></span></i></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: right;">
<span class="apple-style-span"><i><span lang="ES" style="line-height: 150%;"><span style="font-size: x-small;">desta vida trabajada<o:p></o:p></span></span></i></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: right;">
<span class="apple-style-span"><i><span lang="ES" style="line-height: 150%;"><span style="font-size: x-small;">que tenemos,<o:p></o:p></span></span></i></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: right;">
<span class="apple-style-span"><i><span lang="ES" style="line-height: 150%;"><span style="font-size: x-small;">non son sino corredores,<o:p></o:p></span></span></i></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: right;">
<span class="apple-style-span"><i><span lang="ES" style="line-height: 150%;"><span style="font-size: x-small;">e la muerte, la çelada<o:p></o:p></span></span></i></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: right;">
<span class="apple-style-span"><i><span lang="ES" style="line-height: 150%;"><span style="font-size: x-small;">en que caemos.<o:p></o:p></span></span></i></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: right;">
<span class="apple-style-span"><span lang="ES" style="line-height: 150%;"><span style="font-size: x-small;">Jorge Manrique</span><span style="font-size: 13pt;"><o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<div style="text-align: left;">
<span class="apple-style-span"><span lang="ES" style="font-size: 13pt; line-height: 150%;">Enrique Lihn, en uno de sus más entrañables poemas, advertía lo
cercano a la muerte que podía estar el acto de escribir. Al momento de leer sus
versos por primera vez, yo era muy joven y los días pasaban veloces, frágiles,
sin desespero. Es decir, tenía todo el tiempo del mundo para dedicarme a leer y
a teclear páginas en blanco en mi vieja Olivetti. A intentar, en definitiva,
reunir palabras que contuvieran mínimamente la vida, pero que también atraparan
la muerte. Si no me equivoco, creo que algo así nos revela Quevedo en el
espesor sonoro de sus sonetos.<o:p></o:p></span></span></div>
</div>
</div>
<a name='more'></a><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span class="apple-style-span"><span lang="ES" style="font-size: 13pt; line-height: 150%;"><br /></span></span>
<span class="apple-style-span"><span lang="ES" style="font-size: 13pt; line-height: 150%;">Con toda la ingenuidad que implica, esas eran mis pretensiones. Y
todavía lo son. Porque la idea de la muerte puede llegar a convertirse en una
obsesión –incluso una postura romántica, desaliñada y anacrónica–, pero puede
ser el sentido de la vida; o el sin sentido. Depende de dónde se mire la
muerte, y la vida. Aunque no nos demos cuenta de esto, aunque muchas veces lo
ignoremos.<o:p></o:p></span></span><br />
<span class="apple-style-span"><span lang="ES" style="font-size: 13pt; line-height: 150%;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span class="apple-style-span"><span lang="ES" style="font-size: 13pt; line-height: 150%;">En todo caso, la muerte para mí en aquellos años no era una
fijeza, más bien solo aparecía en unos pocos libros; y la observaba de lejos,
con sarcasmo. También la vislumbraba en sueños, que eran pesadillas: mi padre,
quien había fallecido al ser yo aún niño, se asomaba en noches determinantes y
me dejaba trémulo, con el aliento seco, insomne. De improviso llegaron otras
muertes y todo cambió. Y comenzaron a transcurrir más lentos los años. Como
hondonadas o destellos, de vez en cuando, volvían ciertas voces: sonidos y
frases que quedaban palpitando en mi cabeza.<o:p></o:p></span></span><br />
<span class="apple-style-span"><span lang="ES" style="font-size: 13pt; line-height: 150%;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span class="apple-style-span"><span lang="ES" style="font-size: 13pt; line-height: 150%;">Entonces, me propuse unir aquellas voces para que pudieran
encarnarse en palabra escrita. Un imposible, claro. Pero la literatura puede
proporcionar ilusiones; el devaneo de lo inconcluso y su extensión inhóspita,
si se quiere la procacidad y el sonido, que en mi caso son algunas pesadillas
situadas en la textura de personajes, los cuales se imantan de manera
arbitraria y se explayan a borbotones, como si vinieran de la materia de los
días. Esa ha sido mi ilusión y el modo de recordar las voces, de habitarlas en
la memoria, de sujetarlas un instante entre otros. Solo eso. Sin duda, hablo siempre
desde mí. O escribo, que puede llegar a ser lo mismo. El hablar escribiendo o
escribir hablando es parte de los espectros de la Comala de Rulfo y la lengua arcaica,
sinuosa, de los ríos de Manrique. Y ese ha sido un abrevadero. Un lugar de
partida.<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span class="apple-style-span"><span lang="ES" style="font-size: 13pt; line-height: 150%;">En ocasiones, las voces son estampidos que se deslizan en el oído
y acortan distancia por cualquier atajo; son señas que se provocan unas a otras
en el advenimiento de lo cotidiano. Allí los sucesos se van hilvanando poco a
poco. Pueden pasar años u horas, y al lograr cierto ritmo procuro que no se me
escape la sensación de tener algo con qué contar, que permanezca por lo menos
en unas cuantas frases torcidas, iniciales. Luego es menos complicado. Los personajes
no responden a sus primeros designios, y quedan en la página sin que yo sepa,
necesariamente, desde dónde se han confabulado. Ese es el momento en que el
relato está concluido. Como pudiera ser, quizá, la muerte misma, que es la
forma más exhausta y definitiva.</span></span><span lang="ES" style="font-size: 13pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span class="apple-style-span"><span lang="ES" style="color: black;"><br /></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiAtvngOU33S62Gqi9KncJdCYux-VZR0kTwRevtoOdZ0KwCWajD2N23Yhg35zzTheVZdSjdDAoAJeNiL0_fbD43Wbf-lphzfNPlfyUMdyJzHxUxmQ1nzwooCYRZ4PlDjL-_hd8QuGGTOiI/s1600/47578329_324414871724750_8403092386363736064_n.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1067" data-original-width="1600" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiAtvngOU33S62Gqi9KncJdCYux-VZR0kTwRevtoOdZ0KwCWajD2N23Yhg35zzTheVZdSjdDAoAJeNiL0_fbD43Wbf-lphzfNPlfyUMdyJzHxUxmQ1nzwooCYRZ4PlDjL-_hd8QuGGTOiI/s320/47578329_324414871724750_8403092386363736064_n.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<div style="text-align: center;">
<span class="apple-style-span"><span lang="ES" style="color: black; font-size: x-small;">Presentación en el Edificio de las Artes, noviembre 2019, Valparaíso</span></span></div>
</div>
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6w9M9Btu2KkpPxPaOVCnB6qqGqk7_DY89mdEm7SlTHaQNCw1sXKqZhJJqekVOxYsbfLPF6StYz865whMVwM3NADFezNcYWxie7rNOsgUhyphenhyphenguC3tIJE9NKRU0WWi98DdzjFmsM17UwS0Y/s1600/64+Los+ultimos+dias.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1524" data-original-width="1000" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6w9M9Btu2KkpPxPaOVCnB6qqGqk7_DY89mdEm7SlTHaQNCw1sXKqZhJJqekVOxYsbfLPF6StYz865whMVwM3NADFezNcYWxie7rNOsgUhyphenhyphenguC3tIJE9NKRU0WWi98DdzjFmsM17UwS0Y/s320/64+Los+ultimos+dias.jpg" width="209" /></a></div>
<br />Editoreshttp://www.blogger.com/profile/14920038206529128974noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2300465382693223129.post-68650098130717636762019-01-24T12:06:00.000-08:002019-01-24T12:07:51.984-08:00DESPOJAMIENTOS<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-hyphenate: auto;">
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; mso-hyphenate: auto;">
Sobre
Espejismos, cuentos de Raúl Alcaíno, Inubicalistas (2018)<b><o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; mso-hyphenate: auto;">
Por Felipe
Montalva<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; mso-hyphenate: auto;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; mso-hyphenate: auto;">
<b>Uno.</b> Anécdota de un viaje. Hace
algunos años, subí nuevamente al valle de Quinquén, en la cordillera pewenche.
La tierra transversal habitada como un vestigio por pewenes, animales y humanos
quienes, en su mayoría, entienden que ese paraje es un refugio. No sólo para
ellxs, que lo han preservado a punta de dolor e incomprensión chilena sino para
la humanidad toda. Es singular este refugio: El clan Meliñir llegó a estas latitudes
del lago Galletué e Icalma empujados por el avance de las tropas chilenas a
fines del siglo XIX. Arribados a una zona, que probablemente sólo empleaban
como veranada, tuvieron que sobrevivir en condiciones exiguas. Hicieron harina
y bebida del nguilliñ, es decir, del piñón, el fruto del pewen. Se
acostumbraron a los metros y metros de nieve que caían, cercando sus ranchas,
desde abril a octubre. Se sobrepusieron a la soledad y al aislamiento que
también fueron su blindaje. Este refugio es lo más parecido a un espacio cavado
en la corteza de la montaña con las propias uñas y piel, sangre y huesos. El
refugio es aquel que nos ha costado todo aquello. El refugio relata una
historia silenciosa. La del hombre y la mujer que padecieron para construirlo. <o:p></o:p></div>
</div>
<a name='more'></a><div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; mso-hyphenate: auto;">
<br />
En marzo de 2015, grandes
incendios atacaron la cordillera pewenche. Desde la reserva nacional China
Muerta, y por razones aún conjeturables, las llamas empujadas por el viento
fueron reduciendo pewenes, lengas, koiwes y ñires a muñones humeantes. Similar
suerte corrieron, como lo comentaron algunos Meliñir, muchos pájaros, felinos,
insectos, plantas y hongos, entre innumerables otras formas de vida. Sucumbían
estos palacios de la naturaleza mapuche. No caía únicamente su torre tan
visible sino toda su intrincada arquitectura. Parafraseo aproximadamente: <i>Hoy
no eran los mismos chilenos </i>que les venían a quitar sus tierras enarbolando
un título de propiedad como había acontecido en 1991. O quizás sí: Para los
Meliñir el incendio fue provocado por intereses mineros. Resonaron apellidos –como
el García– famosos en la Araucanía por la diversidad de sus intereses y la
extensión de sus predios. Los hombres del pewen acusaban a este tipo de
personajes de estar tras del fuego. Pero, si se escarba un poco ¿no es acaso la
ambición del humano capitalista–blanco–ignorante el que ha modificado los
ciclos naturales? El llamado cambio climático, que ha percutado esta cantidad
de eventos ¿no ha sido producto de siglos de desangramiento, tala y
resecamiento de la tierra, entendida como un bien, como un insumo, como un
medio? <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; mso-hyphenate: auto;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; mso-hyphenate: auto;">
Subí a la cordillera, en esas
semanas, para entrevistar a los pewenche que combatían el incendio con recursos
modestos, algunos entregados tardíamente por CONAF. Una noche pernocté en la
casa de Eleuterio Meliñir, un hombre ya mayor que vivía solitario. Tenía sus
animales; ovejas, cabras, hasta una vaca que pastoreaba. También recolectaba
piñones en el <i>walüng</i>, el verano mapuche. Tallaba muebles y adornos de
madera que vendía en Lonquimay. Hace poco habían instalado luz eléctrica en
algunas casas del valle. Eleuterio Meliñir contaba con un televisor dotado de
señal satelital donde veía algunos canales. Tomaba mate mientras miraba las
noticias de Santiago. Como muchos de sus iguales, había vivido en la gran <i>warria</i>
chilena, y había corporizado una historia de trabajo, austeridad, amor y
tragedia, que relataba a gotas, a copos, a hojas caídas, o a trozos de corteza
arbórea, como el devenir de esta cordillera. Una noche fuimos a ver a uno de
sus parientes, a un par de kilómetros de su casa, cuyo nieto había estado en la
línea de fuego. Salimos al camino que atraviesa la planicie salpicada por
coirones y algún pewen encallado en la arena volcánica. Yo llevaba una
linterna, él no. La lluvia había parado un rato y el aire era frío y ligero.
Algunas estrellas relumbraban tras los nubarrones. Caminábamos conversando. No
podía apreciar pero adivinaba, algunos metros más allá, el inmenso agujero
lúgubre de la selva. En un instante, por algún motivo que no recuerdo, la linterna
dejó de funcionar y quedamos completamente a oscuras, en mitad de un sendero
que atravesaba un valle remoto en la cordillera. Me detuve. Eleuterio Meliñir
siguió caminando un rato. Lo perdí. Su voz desapareció. La penumbra me rodeó.
Lo escasamente conocido se esfumó y quedó el humano enfrentado a lo insondable,
a lo incierto. Que es también el terreno de la paradoja: El humano despojado,
en un espacio ajeno, inmanejable, enfrentado o compuesto sólo de sí mismo. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; mso-hyphenate: auto;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; mso-hyphenate: auto;">
Algo así pasa con los cuentos
contenidos en “Espejismos”, de Raúl Alcaíno. Fin de la anécdota.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; mso-hyphenate: auto;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; mso-hyphenate: auto;">
<b>Dos. </b>Otra anécdota circunvalatoria.
El cine sobre guerra. Un filme que desearía comentar, muy brevemente: “La cruz
de hierro”, de Sam Peckinpah (1977). Frente ruso, probablemente fines de 1943.
La línea alemana comienza a resquebrajarse. El avance orgulloso sobre la estepa
es un apenas un recuerdo. Ahora, los soldados de la Wehrmacht están obligados a
esperar en sus trincheras el ataque ruso, contundente y final. En esa
periferia, dos caracteres en el mismo bando. Steiner, personificado por James
Coburn, el sargento forjado en la guerra concreta, aquella de muerte, pólvora y
deshumanización; lo que ha aprendido, que finalmente es supervivencia, lo ha
desarrollado en esta contienda. En otra vida, pudo ser un albañil o un
maquinista. Hoy no. Su vida es la guerra. Uno puede sospechar que los discursos
de otros lo han empujado hasta allí por enrolamiento, y puesto en ese sitio
debe sobrevivir, y lograr que la mayoría de sus compañeros también lo haga. Por
eso es respetado. El tipo es corto de verbo pero es leal, no un fanático. Es un
sujeto que sabe que la guerra está perdida pero ha sido valiente, y por eso es
candidato a recibir la cruz de hierro, la máxima distinción militar alemana. El
otro carácter es el oficial Stransky, interpretado por el actor austríaco
Maximilian Schell. Un sujeto de la aristocracia germana, devenido oficial por
tradición familiar que –se sospecha– ha pasado más tiempo pavoneándose en
salones y desfiles que en el terreno cochambroso donde perecen o son mutilados
centenares de hombres. “Es el tipo de hombres que sobrevivirá a la guerra”,
creo recordar que dicen de él. El oficial quiere esa cruz de hierro como un
sello de su paso exitoso por esta carnicería. La guerra es un trámite. Los soldados
son instrumentos de su objetivo, personal.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; mso-hyphenate: auto;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; mso-hyphenate: auto;">
En este filme de Peckinpah,
entre otras cosas, las ideologías parecen desaparecer. Queda el enfrentamiento
ético entre Steiner y Stransky, que ocurre en condiciones extremas. Las
acciones, y mejor: sus motivaciones profundas, las contradicciones de cada uno,
resultan sobreimpresas gracias al tinte del entorno. La guerra pasa a ser otra
cosa. El enemigo es otra cosa. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; mso-hyphenate: auto;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; mso-hyphenate: auto;">
De similar forma en los cuentos
de Alcaíno. Fin de la segunda anécdota.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; mso-hyphenate: auto;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; mso-hyphenate: auto;">
<b>Tres.</b> Uno de los elementos que, me
parece, atraviesan los relatos de “Espejismos” es este: La guerra (o la
violencia) es el ecosistema riguroso donde los protagonistas solitarios,
despojados, deben verse consigo mismos y sus fantasmagorías. Aparezcan estas
literales o mediante sueños o alucinaciones.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; mso-hyphenate: auto;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; mso-hyphenate: auto;">
En “Los Guardianes”, un
antropólogo español llega a un pueblo de la Amazonía brasileña en pos de la
remota tribu de los Yahuani. El afán investigador del científico tiene su
reverso en los mecanismos de evasión de los nativos. Pregunta: ¿Cuándo el tesón
personal pasa a ser una intrusión? Depende del punto de vista con que se vea.
Este es un efecto especular del relato.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; mso-hyphenate: auto;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; mso-hyphenate: auto;">
En ese sentido, me preguntaba si
acaso todos los protagonistas de “Espejismos” son intrusos de alguna manera. Un
soldado en una tierra de nadie es un intruso, según cierto punto de vista. Tal
ocurre en “Falkland”, donde 2 militares argentinos intentan llegar a un sitio
seguro, amenazados por la inminencia del desembarco inglés. En este relato, así
como en “Después de la Victoria”, los protagonistas lucen insignificantes en
medio de un paisaje descomunal. Hay en estas narraciones, algo que me recuerda
a otro filme: “El desierto de los tártaros”, de Valerio Zurlini, donde la hoja
en blanco, que es el entorno, nuevamente croquea las pulsiones de los humanos. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; mso-hyphenate: auto;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 78.95pt; margin-right: 85.9pt; margin-top: 0cm; mso-hyphenate: auto;">
“La limpieza de la
playa les permitió divisar el promontorio donde habían cavado el pozo que les
servía de refugio. Se dieron una mirada de tranquilidad”.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 78.95pt; margin-right: 85.9pt; margin-top: 0cm; mso-hyphenate: auto;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 78.95pt; margin-right: 85.9pt; margin-top: 0cm; mso-hyphenate: auto;">
Falkland, p.40 <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; mso-hyphenate: auto;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; mso-hyphenate: auto;">
El cuento “Trumao” posee una
doliente actualidad. Es una narración localizada en algún sitio del sur chileno
que también es el país mapuche. Como en “La Cruz de Hierro”, existen dos
caracteres contrapuestos, esta vez en bandos contrarios. El carabinero y el
prisionero, a quien acusa de cierto ataque incendiario. La riqueza del relato
opera, singularmente, por la ambigüedad de sus señales para que emerja la
soledad de este par. Las voces de ambos (que parecen ser emitidas por otros, un
notable detalle) representarían los bandos en pugna. Los individuos quedan
desnudos en su movimiento gatillado por decisiones colectivas. El peor rol,
predeciblemente, lo cumple el policía empeñado en un deber rutinario y simbólico,
en representación del Estado, sin carne ni justicia. Su trabajo es apenas la
represión de quienes luchan por recuperar lo usurpado. La desnudez del
enfrentamiento –verbal– revela las estrategias de cada uno. El intento de armar
un relato (que justifique la detención) de uno, choca con la acusación del
mapuche sobre el involucramiento del uniformado en la balacera que le costó la
vida a un muchacho durante una recuperación pacífica. Es muy difícil no pensar
en los hechos que costaron la vida de Alex Lemún, Jaime Mendoza Collío o Matías
Catrileo. O Camilo Catrillanca, muy recientemente. En “Trumao”, uno busca y
niega; el otro niega y busca. El trumao crea un espacio de indefinición: El
espacio para los relatos en pugna. Para las acusaciones mutuas. Una zona donde
las palabras no llegan a construirse en conjunto sino que son relatos autónomos.
Son versiones cruzadas. La metáfora del conflicto puro.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; mso-hyphenate: auto;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 92.2pt; margin-right: 108.65pt; margin-top: 0cm; mso-hyphenate: auto;">
“Del sospechoso
queda una sombra. Sigue hablando,
asevera un crimen, una fuga, las palabras salen de su boca con vehemencia,
insolentes, pero el peso del recuerdo las transforma en un ruido incomprensible:
el policía recuerda la forma del trumao, la nube a un metro del piso, las
figuras espectrales detrás del humo y de las capuchas”.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 92.2pt; margin-right: 108.65pt; margin-top: 0cm; mso-hyphenate: auto;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 92.2pt; margin-right: 108.65pt; margin-top: 0cm; mso-hyphenate: auto;">
Trumao, p.20 <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; mso-hyphenate: auto;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; mso-hyphenate: auto;">
En “El Prisionero”, el
aislamiento de los personajes nuevamente opera en sentido especular. Una columna
de guerrilleros, en algún sitio selvático de Latinoamérica, encuentra a un gringo, un perdido, que habla nada de
castellano, y que –si lo meditamos– está tan extraviado como los rebeldes,
perseguidos de cerca por las tropas gubernamentales o la CIA. En esa jungla, la
motivación ideológica también parece haber quedado abandonada en un pantano. La
tropa se comporta del mismo modo en que, seguramente, se comportaría el
ejército regular. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; mso-hyphenate: auto;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; mso-hyphenate: auto;">
Un detalle notable en este
relato, y que también aparece en otros cuentos de “Espejismos”, es el modo en
que es narrado el acto del asesinato o de la muerte. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; mso-hyphenate: auto;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 72.0pt; margin-right: 90.95pt; margin-top: 0cm; mso-hyphenate: auto;">
“Desenfundé, quité
el seguro y le disparé a la cabeza. Su rostro pasó, en un segundo, desde el
dolor y la desesperación al gesto estático de la muerte: los ojos enfocaron al
vacío, los labios entreabiertos mostraron las hileras de dientes amarillos y
pequeños. Mis hombres creyeron que se había tratado de una acción compasiva.
Fue mejor así”.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 72.0pt; margin-right: 90.95pt; margin-top: 0cm; mso-hyphenate: auto;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 72.0pt; margin-right: 90.95pt; margin-top: 0cm; mso-hyphenate: auto;">
El prisionero, p.33<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; mso-hyphenate: auto;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; mso-hyphenate: auto;">
Hay algo acá. Ese modo también
despojado de narrar el final de una vida, cometido por otro u otros. Regreso al
cine: Pienso en el montaje o la edición como generación de efecto de realidad.
Regreso a Sam Peckinpah, magnífico exponente. Para ejemplo, nuevamente “La Cruz
de Hierro”, la escena cuando Steiner y su pelotón intentan regresar a la línea
germana, al código de “¡Demarcación!” que, de alguna forma, reitera lo hecho en
la escena que cierra su película clásica “La Pandilla Salvaje”. El modo en el
que quiebra la secuencia de los movimientos, cómo altera las velocidades, cómo
compone diversas acciones en diversos planos y ángulos. Cómo el resultado es un
ejercicio de montaje. La emoción final es producto de una construcción.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; mso-hyphenate: auto;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; mso-hyphenate: auto;">
Del mismo modo, el escritor debe
despedazar los elementos para reconstruir y provocar una emoción. Alcaíno
describe el acto de dar muerte o de la muerte secamente. Metonímicamente casi.
Como un disparo que ingresa a una bolsa de arena, coherente con el tema de sus
relatos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; mso-hyphenate: auto;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; mso-hyphenate: auto;">
En “Después de la Victoria”, el
extravío le acaece a un pelotón de soldados chilenos tras el fin de las
hostilidades en la guerra del Pacífico, en algún paraje del desierto de
Atacama. Es destacable cómo en este
relato, entre el reporte de los últimos actos atroces, el sargento y el soldado
moribundo, intentan recordar lo que les ha ocurrido, como si el pasado también
fuera un espejismo. Lo vivido y lo peleado (y más aún porqué se ha peleado: los
argumentos que los llevaron al reclutamiento) se van desvaneciendo como si el
sol del desierto también operara sobre su capacidad de registro y
reconocimiento. Extraviados, la inutilidad de sus acciones remarca su
espectralidad. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; mso-hyphenate: auto;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 58.75pt; margin-right: 69.45pt; margin-top: 0cm; mso-hyphenate: auto;">
“Y somos todos
transparentes, sargento, lentos, felices y transparentes; a través de los
uniformes de los otros soldados puedo ver el horizonte, que es una línea blanca
muy brillante que separa las aguas del cielo ¿la ve, sargento, allá en el
fondo?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 58.75pt; margin-right: 69.45pt; margin-top: 0cm; mso-hyphenate: auto;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 58.75pt; margin-right: 69.45pt; margin-top: 0cm; mso-hyphenate: auto;">
Después de la
victoria p.55<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; mso-hyphenate: auto;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; mso-hyphenate: auto;">
En el cuento que le da nombre al
volumen, el soldado israelita Cohn, un judío nacido en Nueva York, ingresa a un
pueblo palestino abandonado, y en medio de una casa en ruinas se encuentra con
un anciano árabe. (Nuevamente la pregunta ¿Quién es el intruso acá?). Como
fuere, el relato posee el aspecto de una caja de humo que contiene otras cajas.
Si un espejismo es la proyección de nuestros deseos en circunstancias extremas,
la narración del anciano ante el soldado es eso y más: Opera como una fábula
laberíntica donde todo lo representado puede llegar a ser otra cosa. Esto
podría establecerse hasta llegar a quien escribe el cuento. Posible final de la
caja.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; mso-hyphenate: auto;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; mso-hyphenate: auto;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 72.65pt; margin-right: 80.85pt; margin-top: 0cm; mso-hyphenate: auto;">
“Yo creo que
deberíamos aceptar la vida como es; la guerra nace precisamente de lo
contrario, de querer modelar el mundo con la forma de nuestros deseos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 72.65pt; margin-right: 80.85pt; margin-top: 0cm; mso-hyphenate: auto;">
Cohn se quedó
pensando: ¿Cuál es la forma de <i>mis</i> deseos?”.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 72.65pt; margin-right: 80.85pt; margin-top: 0cm; mso-hyphenate: auto;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 72.65pt; margin-right: 80.85pt; margin-top: 0cm; mso-hyphenate: auto;">
Espejismos, p.62.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; mso-hyphenate: auto;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; mso-hyphenate: auto;">
“Manuscrito hallado en un
convento” cierra el libro y aparece otro elemento: El enmascaramiento de la
protagonista. Sin embargo, su extravío es similar al de otros personajes:
Desencantada de su periplo en el nuevo mundo, perdido el propósito, al regresar
a la península ibérica su despojamiento y falta de pertenencia se redoblan. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; mso-hyphenate: auto;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 78.3pt; margin-right: 99.15pt; margin-top: 0cm; mso-hyphenate: auto;">
“Anhelaba la paz
para mi espíritu y preguntábame mientras andaba bajo los arcos ojivales,
mientras me oscurecía bajo la sombra indecisa a la vacilante luz de las antorchas,
quién era yo realmente y de qué estaba hecha mi alma: se confundían en mi seno,
la delicadeza de la doncella, la indolente bravura del soldado y la cavilosidad
de la religiosa”.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 78.3pt; margin-right: 99.15pt; margin-top: 0cm; mso-hyphenate: auto;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 78.3pt; margin-right: 99.15pt; margin-top: 0cm; mso-hyphenate: auto;">
Manuscrito hallado
en un convento. p.92<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; mso-hyphenate: auto;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; mso-hyphenate: auto;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; mso-hyphenate: auto;">
<b>Los sueños.</b> Para concluir: En varios de
estos cuentos los sueños y las alucinaciones cumplen un rol apreciable. El
antropólogo sueña en dos ocasiones. Uno sospecha que primero como advertencia y
luego como una forma de camino. El comandante de la guerrilla en “El
Prisionero” también:<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; mso-hyphenate: auto;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 72.65pt; margin-right: 98.55pt; margin-top: 0cm; mso-hyphenate: auto;">
“Luego el ruido
sordo fue apagándose y la misma cascada dejó de presionar y Villablanca tuvo
una sensación de amplitud. Después todo fue silencio. Villablanca expandiéndose
en una acuosidad aletargante. Silencio”.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 72.65pt; margin-right: 98.55pt; margin-top: 0cm; mso-hyphenate: auto;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 72.65pt; margin-right: 98.55pt; margin-top: 0cm; mso-hyphenate: auto;">
Los Guardianes, p.13<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 72.65pt; margin-right: 98.55pt; margin-top: 0cm; mso-hyphenate: auto;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 72.65pt; margin-right: 98.55pt; margin-top: 0cm; mso-hyphenate: auto;">
“Un silencio absoluto,
total, opresor, se extendió, creció, envolvió por completo la selva y me
penetró hasta hacerme sentir un terror inexplicable”.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 72.65pt; margin-right: 98.55pt; margin-top: 0cm; mso-hyphenate: auto;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 72.65pt; margin-right: 98.55pt; margin-top: 0cm; mso-hyphenate: auto;">
El prisionero, p.28<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; mso-hyphenate: auto;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; mso-hyphenate: auto;">
El sueño y la alucinación operan
como una representación. Pero aquí radica la paradoja: Para ciertos pueblos
originarios, como el mapuche, el sueño es un mecanismo de conocimiento y existe
no sólo una taxonomía onírica propia si no complejos métodos de interpretación
de lo accedido. Despojados, los personajes de estos relatos no alcanzan a
entrever lo representado. Paradójicamente, a quien sí le queda claro es a la
protagonista de “Manuscrito hallado en un convento”, claro que tras una ingesta
de cierta mezcla alucinógena preparada por los nativos que, ingenuamente,
reciben a los invasores españoles. Su decrepitud es evidenciada en esa visión.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; mso-hyphenate: auto;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; mso-hyphenate: auto;">
Es el lector –en su inutilidad–
el que podría entrever el significado que se abre. Sin embargo, también sabemos
que el sueño expande el significado pero establecen preguntas. Ahí radica su
paradoja. Como el arte.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; mso-hyphenate: auto;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; mso-hyphenate: auto;">
<i>(Pregunta al margen: ¿El sueño
es una forma de espejismo?)</i><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; mso-hyphenate: auto;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; mso-hyphenate: auto;">
“Espejismos”, de Raúl Alcaíno,
es preciso en su objeto. Como una pistola, es ilusoriamente sencillo y cada
pieza encaja en otra de tal manera que su efecto es simple, concreto y
efectivo. También acá, hay despojamiento: Siempre, en el efecto final de estos
relatos, relumbra lo prístino de la crueldad, la curva descendente de la
barbarie humana que se libera en el tiempo de la guerra, o los estados de
guerra, alentados por los totalitarismos. <b><o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; mso-hyphenate: auto;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: right;">
Valparaíso,
24 de Noviembre de 2018<span style="background: yellow;"><o:p></o:p></span></div>
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiy4MUVBHkqGkX5Ip0V8gngASxZhRqKaWive_slZaBSjvlI_QdAMC3IMQL8ckOozVbKJvTBCGH-FzwGoY_Kc880csm99-RVED_eXOVpyeCZICKmF-Tm3rghJITwvf_nrRGcqUjydJsUecY/s1600/59+Espejismos.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1118" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiy4MUVBHkqGkX5Ip0V8gngASxZhRqKaWive_slZaBSjvlI_QdAMC3IMQL8ckOozVbKJvTBCGH-FzwGoY_Kc880csm99-RVED_eXOVpyeCZICKmF-Tm3rghJITwvf_nrRGcqUjydJsUecY/s320/59+Espejismos.jpg" width="223" /></a></div>
<br />Editoreshttp://www.blogger.com/profile/14920038206529128974noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2300465382693223129.post-71175124689300813122019-01-04T07:30:00.001-08:002019-01-04T09:36:40.821-08:00LAS GUERRAS INTERNAS DE RAÚL ALCAÍNO<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Por Eduardo Cobos<b><o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Raúl Alcaíno. <i>Espejismos</i>. Valparaíso, Ediciones
Inubicalistas, 2018, pp. 93.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">En <i>Espejismos </i>de Raúl Alcaíno (Talca, 1983) los conflictos bélicos son
el absoluto centro temático de sus cuentos, hilvanándose estos en geografías y
épocas diversas, lo cual le proporciona al conjunto plena coherencia en la elaboración
de paisajes por lo general inhóspitos y un significativo espesor para conseguir
la verosimilitud de sus anécdotas imaginativas. También hay casi siempre personajes
que están extraviados, o dejados a su suerte, y ansían encontrar, a veces sin
éxito, el rumbo que los devuelva a algún lugar de confort para continuar el
transcurso de sus vidas con menor desespero.<o:p></o:p></span></div>
<a name='more'></a><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">De
esta manera, “Después de la victoria” se trama en dos tiempos paralelos: el que
se lleva a cabo en el presente de la historia, donde un Sargento y el malherido
soldado Andrade procuran, por planicies desérticas y poblados deshabitados, el
camino que los conduzca a Antofagasta, pero en el trayecto se evidencian
relaciones desesperadas de codicia y soledad; y otro tiempo que rememora las
circunstancias por las que estos soldados chilenos se hallan deambulando a la
deriva después de haber concluido la Guerra del Pacífico. En “El prisionero”, un
pelotón de guerrilleros tiene que demorar la marcha a su centro de operaciones,
ubicada en un remoto punto de la selva centroamericana, al capturar a un
supuesto espía norteamericano, quien es torturado inútilmente. Las órdenes del
comandante de los rebeldes se tornan erráticas al no aclararse la identidad o
los propósitos del rehén y la crueldad pasa a ser elemento clave para hacerlo
desaparecer.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Por
su parte, Nicholas Cohn, soldado israelí-norteamericano, ha querido probar su
valor ante los compañeros de armas. Pero al tener la ocasión, es abandonado por
su unidad de combate en algún poblado en ruinas de la franja de Gaza. Allí, el
azar lo conducirá ante un postrado anciano palestino en silla de ruedas, que lo
irá envolviendo, cual Sherezade, en las vicisitudes de Abdul y el genio de la
lámpara maravillosa. La distracción de Cohn, quien se deja llevar por la hábil
narración sobre las peripecias del héroe fantástico, tendrá un desenlace
inesperado en el bien logrado “Espejismos”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">En
“Manuscrito hallado en un convento” –a la manera de las crónicas de indias, de
cierta <i style="mso-bidi-font-style: normal;">picaresca</i> e imitando,
certeramente, el lenguaje del siglo XVI– una mujer que es, a su vez, la personaje-narradora,
evoca su periplo que va desde España al “nuevo mundo” y el retorno. Esta experiencia
contiene grandes desplazamientos territoriales, iniciaciones (sexual, mística,
el robo, el asesinato), rituales vernáculos, la esclavización y exterminio de
indígenas, duelos o combates en los que ha participado la protagonista disfrazada
de soldado. En este relato hay un prolijo despliegue de los tiempos narrativos:
informes, fragmentarios, que se entrelazan con fluidez vertiginosa. De igual
modo, en “Trumao” pesa lo formal en la descripción que conciben un policía y un
“sospechoso” mapuche, al dar su versión de los hechos en los cuales ha sido
asesinado un comunero que defendía a sus familiares. Por ello, es la
reconstrucción en elaboradas imágenes las que van estableciendo –y que tienen
los destellantes matices de colores como irradiación– un vínculo necesario entre
la naturaleza, los mapuches y el encadenamiento de las situaciones de extrema violencia
en una batalla despiadada y desigual.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Además,
Alcaíno ha ideado, con especial destreza, algunos de sus cuentos desde la
linealidad y escasos deslizamientos estructurales, que complementan el giro de
las acciones. Esto ocurre en “Falkland”, cuando dos militares argentinos,
Vignoli y Fernández, luego de una batalla perdida, tratan de llegar a la base
de su ejército y son acechados por los sanguinarios <i style="mso-bidi-font-style: normal;">gurkhas</i> en un episodio de la Guerra de las Malvinas. O en “Los
guardianes”, relato en el cual Eduardo Villablanca, experimentado antropólogo
español, intenta realizar una expedición en la selva amazónica para conocer los
saberes de la esquiva etnia yahuani, sobre la que pesa una leyenda maldita que
impide acercárseles. Es a través de pesadillas de muerte, que Villablanca será
llevado a un viaje sin regreso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Lo
más sorprendente de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Espejismos </i>–aparte
de ser una acabada primera entrega–, es su limpidez narrativa para revelarnos
la ductilidad de personajes que, pese a estar casi siempre ante lo adverso, se
tienen que enfrentar con la muerte para no sucumbir. Y sobre todo concebir una
prosa exacta, tersa, reflexiva, con momentos notables. Sirva de ejemplo una
elucubración del anciano palestino inválido: “Yo creo que deberíamos aceptar la
vida como es: la guerra nace precisamente de lo contrario, de querer modelar el
mundo con la forma de nuestros deseos”.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi4lFWfR6lqsczy6oqjh0Ija0zQ94rUuUgMzwnPl2RNTS_dj-h4LtsVeulNHAq8UMKS0xE49AAUBGexEnBgDqyaDHc9Hqc6uNnvX0ryIMM1IaaYOTc_RSBCBvOZeeu9VK0GZGFEWVJYBGw/s1600/59+Espejismos.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1118" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi4lFWfR6lqsczy6oqjh0Ija0zQ94rUuUgMzwnPl2RNTS_dj-h4LtsVeulNHAq8UMKS0xE49AAUBGexEnBgDqyaDHc9Hqc6uNnvX0ryIMM1IaaYOTc_RSBCBvOZeeu9VK0GZGFEWVJYBGw/s320/59+Espejismos.jpg" width="223" /></a></div>
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<br />Editoreshttp://www.blogger.com/profile/14920038206529128974noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2300465382693223129.post-43648734054462464922018-12-13T07:34:00.001-08:002018-12-13T07:35:45.980-08:00EL VAGABUNDO INDOMABLE<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left;">
<span lang="ES" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; mso-bidi-font-family: Arial;">Por Juan Yolin<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 1.0cm;">
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 1.0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial;">Hace cinco años escuché el nombre de Eduardo Cobos.
Recuerdo, que por alguna razón, relaciono con la dulzura y solidez de un
patacón, con el tono maracucho de su enunciado: ¡Epa, Yolingo, tenés que leer
los cuentos del Lalo! Cuando se está acostumbrado a viajar con la literatura es
usual que este tipo de recomendaciones llegue en la forma de los poemas del
tío, el epistolario de la abuela o las canciones del sobrino. Pero esa primera
lectura me remitió a <i>Beruti</i>, cuento que abre el periplo de este libro y
que tras cinco años me sigue pareciendo brutal.<i><o:p></o:p></i></span></div>
</div>
<a name='more'></a><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 1.0cm;">
<i><span lang="ES" style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial;">Todos eran ex algo</span></i><span lang="ES" style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial;">, dice Cobos en <i>Santiago, otra visita</i>, y quizá ese sea el lugar
de un retornado que se sitúa entre la utopía y el desencanto. Ya no es mucho lo
que se puede decir sobre el camino sin tropezar con lo que alguien más lanzó a
un costado, pero lo cierto es que quien se arroja con poco, sabe que no puede
perder demasiado. Suponer que se puede perder algo es una soberbia, decía
Macedonio Fernández, ya que la mente humana está condenada a encontrar, perder
o redescubrir siempre las mismas cosas. Sospecho que con el tiempo el autor
llegó a aceptar esta verdad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 1.0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial;">A la manera del poeta Ikkyū, un excéntrico monje
borracho y mujeriego, los personajes de este libro se mueven en la espera.
Caminan, culean (o al menos lo intentan) leen y escriben para ir <i>viviendo de a poco pero sin desespero</i>.
Pasan entre peronistas, progresistas, mendigos, clases medias, vendedores de lo
que sea. Y<i> </i>ofendidos por las tribus
de hoy, como un chiste largo y escabroso, se convierten en personas para todos
invisibles, inclusive a sus amigos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 1.0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial;">Ya sea en el lejano pueblo de Itaí o en un bar que
lleva el nombre de un fruto amargo y curativo, persiste en estos personajes una
obsesión por señalar algo específico. Un gesto transversal a todo el libro y
que en ocasiones se torna hacia las aristas más mezquinas de la vida, pero en
otras, trabaja un filoso comentario sobre la pasarela cultural progresista de
las últimas décadas. <i>Qué de ficción y qué de realidad</i>, pregunta Cobos,
como una manera de reflexionar sobre la práctica oblicua del errante, y en
último término, de hacer las paces con que quizá no haya rumbo ni destino. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 1.0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial;">Los cuentos incluidos en esta edición dibujan un
arco fascinante y complejo de América Latina: desde la esperanza que significó
el retorno a la democracia hasta estos días llenos de incertidumbre. Época que
vio el auge de figuras como Fidel o Chávez, pero también la conversión en la
parodia de sí mismos. Mientras que otros, a todas luces más viles, han
encarnado de suyo el responso de una democracia que no llegó a cumplir ni la
mitad de sus promesas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 1.0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial;">Dentro de este marco, se puede reducir el libro a
la necesidad de extraviarse como una verdad extremadamente privada. La de un
autor que atesora el oficio del lector y que deposita en él sus propios
anhelos, cualquiera sea la peligrosidad o vehemencia de los mismos. Y esto, en
definitiva, es de la pocas maneras que hay para honrar a los amigos y apuntar
hacia la blancura de este siglo, como diría Pasolini, de hombres y mujeres que
a pesar de caminar juntos, están ahí, al sol.</span><span lang="ES" style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 1.0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 1.0cm;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 1.0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial;">Diciembre 2018 / Valparaíso</span><span lang="ES" style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 1.0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; mso-bidi-font-family: Arial;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhXPiQRF9IxZUQ8GZGEZXBtZ-UerJGalAxx5AqlcY4MbWat08G5HvX-1Xmt7VMBulNQcwKRrprQcmwx4-Cms9sH-A5x3oh2_fazZvxlwdiAixxy02R1cBEry-TpyI6ulW0oJKOrP1jhtgo/s1600/yOLIN.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1060" data-original-width="1600" height="211" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhXPiQRF9IxZUQ8GZGEZXBtZ-UerJGalAxx5AqlcY4MbWat08G5HvX-1Xmt7VMBulNQcwKRrprQcmwx4-Cms9sH-A5x3oh2_fazZvxlwdiAixxy02R1cBEry-TpyI6ulW0oJKOrP1jhtgo/s320/yOLIN.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 1.0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; mso-bidi-font-family: Arial;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkhfjKjMZbWXy6uyFhCuOqXjNH0KrUEa5QBnIRv9mNEzXFFLtrRrzan8xBHPP4L1zppmXGF3UVwJPQJYP6dJ9srkiMF8SRqPljRDTkrWM-CnWpSOu7gKX8x7PIp8xfNfkbMJ9LyZczAp8/s1600/pORTADA+cOBOS.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1370" data-original-width="895" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkhfjKjMZbWXy6uyFhCuOqXjNH0KrUEa5QBnIRv9mNEzXFFLtrRrzan8xBHPP4L1zppmXGF3UVwJPQJYP6dJ9srkiMF8SRqPljRDTkrWM-CnWpSOu7gKX8x7PIp8xfNfkbMJ9LyZczAp8/s320/pORTADA+cOBOS.jpg" width="209" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 1.0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; mso-bidi-font-family: Arial;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 1.0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; mso-bidi-font-family: Arial;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 1.0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; mso-bidi-font-family: Arial;"><br /></span></div>
<br />Editoreshttp://www.blogger.com/profile/14920038206529128974noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2300465382693223129.post-25881614753591799632018-10-30T12:53:00.002-07:002018-10-30T12:53:20.004-07:00Oficios Campesinos<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiP7P46haW9HPQdVZm4MYp9piCNYJbFHLeaqKKjcOjskBh7nsajRYvxk-WYHaYSJ4Cajp4lggcXXDD2VEE53_FPDlY3_x-v6IuSGv-N39TFoX-ENjr1A2qbADBD61Lmp0CfQjcAGwxsK18/s1600/Oficios+Campesinos-Aravena.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="976" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiP7P46haW9HPQdVZm4MYp9piCNYJbFHLeaqKKjcOjskBh7nsajRYvxk-WYHaYSJ4Cajp4lggcXXDD2VEE53_FPDlY3_x-v6IuSGv-N39TFoX-ENjr1A2qbADBD61Lmp0CfQjcAGwxsK18/s320/Oficios+Campesinos-Aravena.jpg" width="195" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: x-small;">Le Monde Diplomatique, noviembre 2018</span></div>
<a name='more'></a>texto a ocultarEditoreshttp://www.blogger.com/profile/14920038206529128974noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2300465382693223129.post-23720623716699477022018-10-30T09:13:00.001-07:002018-10-30T09:20:10.419-07:00FUERA DE FOCO<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.45pt;">
<b><span lang="es-419" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Santa
Victoria de Ricardo Herrera Alarcón</span></b><span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12pt;"> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="es-419" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Por Patricio Serey<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="es-419" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Si bien ya en los primeros
poemas del libro se esbozan algunas posisiones en torno a su “intención”, estos
textos (como ya lo dijo Luis Riffo en una presentación anterior) funcionan como
un oxímoron, poética que, por un lado, quiere jugar a desorientar, a conducir
la lectura hacia lugares ignotos y oscuros, pero que, a su vez, se preocupa de
la frágil salud (¿mental?) de la poesía escrita. La iglesia de nuestro señor
(segundo texto del libro), por indicar uno que nos ayude a graficar lo antes
dicho, puede querer mostrar la antigua “casa” de la poesía, que ya no se ocupa
de su propio mito; pero que, sin embargo, hoy se encuentra convertida en un
práctico almacén de acopio de materiales; en un escondite; en una casa de
acogida para adictos en rehabilitación: hoy “</span><span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">la ocupamos
para sacarnos el mal espíritu</span><span lang="es-419" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">
/ </span><span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">el
demonio de la literatura</span><span lang="es-419" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">
/ </span><span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">esa
vieja costumbre de escribir a caballo contra el viento.</span><span lang="es-419" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">”<o:p></o:p></span></div>
<a name='more'></a><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="es-419" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">En
este contexto, creo yo, es donde se detiene con especial interés Ricardo Herrera
en Santa Victoria (Ed. Inubicalistas, 2017). El autor se declara implícitamente
escéptico, aunque no enemigo, de la frialdad técnica de la poesía conceptual,
de la poesía objetiva, sonora, de los eco-poemas, los poemas-cosas, los escritos
con calculadora y bajo los parámetros de la filosofía posmoderna, contra
aquella que sin el abrigo de una referencia culta sentiría por lo menos
escalofríos a la intemperie, haciendo dedo en pleno invierno entre Llolletúe y
Temuco; se declara implícitamente escéptico de la poesía escrita como una lista
de supermercado, o contra aquella que desconfía de la intuición y los sentidos
como agentes reveladores, aglutinantes y desbordantes. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="es-419" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Aunque
acá <i style="mso-bidi-font-style: normal;">también</i> se duda de las viejas
técnicas del lirismo, de la nostalgia de la poesía lárica, o de aquellas que se
piensan a sí mismas o fuera de sí mismas; y claro, lo anterior obliga al autor (y
éste a su vez al lector) a forzar la vista, pero en este caso no para enfocar sino
para distorsionar esta “chata realidad”, o dicho desde un punto de vista
cinematográfico (tópico que persiste a lo largo del libro) cambiar de foco, o
lisa y llanamente desenfocar para poder avanzar y volver a relacionarse con lo
otro ya tan dicho y hecho, con ese entorno también dinámico, que si bien hechos
básicamente de los mismos materiales de construcción, que otrora fueran tan
nobles a nuestros mayores, ahora ya degradados, manoseados y transados, no se
ven con la misma nitidez. “</span><span lang="ES" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Se había prohibido reproducir este mundo chato, la
palabra orilla, naufragio</span><span lang="es-419" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> / </span><span lang="ES" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">y</span><span lang="ES" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> </span><span lang="ES" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">miraba hacia atrás y sentía nauseas</span><span lang="es-419" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> / </span><span lang="ES" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">no sabía qué hacer</span><span lang="es-419" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> / </span><span lang="ES" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">pensaba o sentía que respirar,
que andar de un lado a otro</span><span lang="es-419" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> / </span><span lang="ES" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">presentía que algo iba a nacer fuera de foco</span><span lang="es-419" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> / </span><span lang="ES" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">que no era ese el exacto lugar de
la cámara.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="es-419" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">LA
HERMANA T<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="es-419" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">En
este mismo contexto de cambio de foco, uno de los temas en que todos los
reseñistas de este libro se han detenido, y me parece muy bien que se detengan
ahí, es el no menos curioso personaje de la hermana T. La mapuche evangélica y
fascista. Directora, regenta o cabrona del lupanar, colegio rural, manicomio o lazareto
de Santa Victoria. “</span><span lang="ES" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">La hermana T se dedicó a hacerme la vida imposible durante mi estadía en</span><span lang="ES" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> </span><span lang="ES" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Santa Victoria.</span><span lang="es-419" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> / </span><span lang="ES" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Empezó quitándome el saludo,
hablando a mis espaldas</span><span lang="es-419" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> / </span><span lang="ES" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">mientras almorzaba lanzaba virulentos comentarios
que hacían me atragantara</span><span lang="es-419" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> / </span><span lang="ES" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">que la comida saltara de mi boca, que me doliera el
estómago por las noches.</span><span lang="es-419" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> / </span><span lang="ES" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">La hermana T era una mapuche fascista </span><span lang="es-419" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">/ </span><span lang="ES" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">que gritaba todo el día a los
enfermos que paseaban por los jardines que rodeaban la construcción</span><span lang="es-419" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> / </span><span lang="ES" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">una mapuche evangélica</span><span lang="es-419" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> / </span><span lang="ES" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">que se enamoraba de todo:</span><span lang="es-419" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> / L</span><span lang="ES" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">os árboles, las llaves y norias</span><span lang="es-419" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> / </span><span lang="ES" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">que amaba a los toros</span><span lang="es-419" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> / </span><span lang="ES" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">a las yeguas en celo”.</span><span lang="ES" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> </span><span lang="es-419" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Antes de seguir con este tema
debo confesar que, como editor, mi primera reacción al enfrentarme a este duro
texto fue de inquietud. En torno a temas tan delicados, contingentes y
necesarios como el conflicto mapuche o el feminismo, lo primero que sentimos es
una honda empatía en favor de dichos movimientos vindicativos. Pero dicho esto,
comienzan a emerger las capas, las distintas dimensiones, las disonancias, las
escalas de grises en torno a estos temas, como es natural para seguir
pensándolos. En este tema creo interesante citar a </span><span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Héctor Llaitul Carrillanca, líder de la
Coordinadora Arauco Malleco</span><span lang="es-419" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">, quien en una entrevista distingue a varios
grupos funcionando en torno al tema mapuche, desde los grupos autonomistas
revolucionarios (como la misma CAM), los ultrones y anarquistas (no mapuches),
hasta cierto “</span><span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">grupo </span><span lang="es-419" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">más ingenuo</span><span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> coaptado por el dogmatismo religioso y la</span><span lang="es-419" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">s</span><span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> dinámica del clientelismo en torno a la política
asistencialista del Estado</span><span lang="es-419" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">”; todo </span><span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">dentro de lo que se podría </span><span lang="es-419" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">llamar una</span><span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> integración forzada</span><span lang="es-419" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">, que ve en el pueblo mapuche nada más que otro
sector pobre de la sociedad chilena bajo los estándares más duros del
capitalismo. Es a este último grupo donde pertenece, obviamente, la hermana T. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="es-419" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Por
otro lado parece interesante que el tema étnico en la poesía salga de sus
registros clásicos, como la épica eco-naturalista, la diaspora mapuche y el
mestizaje forzado, y la del punto de vista victimizante al que nos tiene
acostumbrado; con todas las razones del mundo que estas poéticas puedan o no
tener fuera de la literatura misma. Desconozco si algún autor mapuche (o no
mapuche) haya utilizado ya antes este mismo enfoque crítico del tema étnico. Al
menos acá se presenta un referente para abrir la discusión.</span><span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12pt; text-indent: 35.45pt;"> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="es-419" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">EXPRESIONISMO
ABSTRACTO<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="es-419" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Harto
se ha hablado también de la dimensión plástica de este libro, hecho bajo los
parámetros del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">dripping</i>, del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">action painting</i>, la técnica de chorrear
y salpicar pintura sobre un lienzo, como lo hacía Jackson Pollock, por dar el
ejemplo más obvio. </span><span lang="ES" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">La idea es trabajar los campos y animales con la estética del chorreo</span><span lang="es-419" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> / </span><span lang="ES" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">sin cosa social o reflejo</span><span lang="es-419" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> / </span><span lang="ES" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">si todo se apuna, bien</span><span lang="es-419" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> / </span><span lang="ES" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">si algo reconocible sale a flote,
mejor</span><span lang="es-419" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">”, </span><span lang="es-419" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">comienza
diciendo el autor en el primer texto del libro. Pero no hay que olvidar que Pollock
es también heredero del expresionismo alemán y si bien la técnica escritural
está tácitamente influenciada por este <i style="mso-bidi-font-style: normal;">dripping</i>
pollockiano, también podríamos decir que su dimensión expresionista también
recuerda la angustia, la exaltación y profusión del color en Van Gogh, o los
pintores del grupo alemán El Puente, o del cine expresionista europeo de
principios de siglo, que también establecieron diferencias irreconciliables con
sus antecesores, el arte objetivista de los impresionistas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 35.45pt;">
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="es-419" style="background: white; color: #333333; font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: #580A;">La </span><span style="background: white; color: #333333; font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">expresión
de los sentimientos y las emociones del autor, </span><span lang="es-419" style="background: white; color: #333333; font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: #580A;">sumada a </span><span style="background: white; color: #333333; font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">la representación </span><span lang="es-419" style="background: white; color: #333333; font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: #580A;">o distorsión </span><span style="background: white; color: #333333; font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">de la realidad objetiva</span><span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: #580A;"> <span lang="es-419">de Santa Victoria, está de alguna
forma relacionada con el arte expresionista; vemos un entorno recargado,
personajes exuberantes y dramáticos (pacientes o funcionarios de un
psiquiátrico), animales, floresta desbordada y domesticada en una tensa
relación, que el autor logra armonizar o confrontar mediante alegorías que
recuerdan los relatos, también expresionistas, de Kafka. Acá podría distinguir
la angustia del profesor–funcionario–paciente del manicomio–escuela de Santa
Victoria, que se encuentra atrapado bajo el influjo venéreo de la hermana T, la
mapuche evangélica y fascista (el símbolo del poder, la burocracia, ejercida
por un personaje absurdo), lo que recuerda explícitamente la angustia que sufre
Josef K (o casi todos los personajes de Kafka) en El Proceso. Lo kafkiano. <o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background: white; font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Esta visión</span><span lang="es-419" style="background: white; font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: #580A;">, como en la obra de Kafka,</span><span style="background: white; font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> se plasma también en </span><span lang="es-419" style="background: white; font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: #580A;">Santa Victoria, donde Herrera por
medio de </span><span style="background: white; font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">un lenguaje dinámico, elíptico,
simultáneo, concentrado, sintácticamente deformado</span><span lang="es-419" style="background: white; font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: #580A;">, nos anuncia su derrota frente a este
ejercicio retórico, pero dejando en claro que se trata de una derrota simbólica,
una posición desde donde dramatizar y exagerar la nota para poder fijar la
atención en otros aspectos más importantes de su poética (por ejemplo, lo
político), porque sabe que el triunfo nunca ha estado dentro de las
posibilidades en la poesía; pues en literatura, está claro, nadie puede, (o
nadie debiera) ganar. </span><span lang="es-419" style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: #580A;"><o:p></o:p></span></div>
</div>
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiU0xGUwm1jcWBWI1xDsvL-GeTdqVaEMqRxIIsNPP6Oa__aKxbdeLpo1tIY71nR2dKbHuOXcirXAtFL-2D6Cwq3XJOp1D8GRr3IhrWuLswBL5cnsirDxwvNH7MJ4bdGFT3WrnBncjl1sqU/s1600/53+Santa+Victoria.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1185" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiU0xGUwm1jcWBWI1xDsvL-GeTdqVaEMqRxIIsNPP6Oa__aKxbdeLpo1tIY71nR2dKbHuOXcirXAtFL-2D6Cwq3XJOp1D8GRr3IhrWuLswBL5cnsirDxwvNH7MJ4bdGFT3WrnBncjl1sqU/s320/53+Santa+Victoria.jpg" width="237" /></a></div>
<br />Editoreshttp://www.blogger.com/profile/14920038206529128974noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2300465382693223129.post-85779968435884258212018-10-25T14:44:00.001-07:002018-10-25T14:44:05.148-07:00EL POETA NO ES UN FINGIDOR<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Color
Hormiga, de Chiri Moyano<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Por
Ricardo Herrera<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 35.45pt;">
<i><span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Vidas de calas negras</span></i><span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">
y <i>Amores de aguas podridas</i> son las
dos partes en que Chiri Moyano estructura su nuevo libro titulado <i>Color Hormiga</i> (Inubicalistas, 2018). En
ambas secciones subyace la dificultad de existir. O ella se hace patente desde
el título: que algo se coloque o se ponga <i>color
de hormiga </i>significa que se puso cabrón, difícil de sobrellevar, oscuro,
pedregoso. A través del ascenso y descenso de la hormiga que sube y baja hacia
la luz o las raíces, Moyano intenta contraponer la laboriosidad de estos
insectos con la actitud más bien resignada del hablante, un personaje que ve
transcurrir los días entre amores perros, amigos lejanos, la claustrofobia de
una casa que termina auto inmolándose:
decadencia, caída, pastizal, aguas cenagosas. El poeta se ha cansado de ser un
fingidor y muestra, como decía Huidobro en <i>Sino
y signo</i>, <i>sus vísceras secretas</i>,
como queriendo también olvidarse de todo y que todo lo olvide. Supongo que la
poesía de Moyano es creada, o lo intenta, de manera similar a esos oficios
campesinos que el autor ha investigado, una poesía en ningún caso lejos del rigor intelectual,
pero si despojada de sus mecanismos de artificio, de su retórica inmanente, de
su contexto teorizante. En general sus libros parecen trabajados por el sol y
la paciencia, la contemplación y la experiencia: reflexiones en voz alta donde
está permitida la rabia, el lugar reconocible, la metáfora o la comparación
sencilla. Cristian Moyano recupera también, en algunos tramos de este libro y
en su anterior <i>Todo cocido a</i> <i>leña</i>, algo de esas poéticas que están
íntimamente ligadas al terruño, a la
miseria del campo y al despojo al que lo condena la modernidad. <o:p></o:p></span></div>
<a name='more'></a><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">En
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Vidas de calas negras</i> resalta el
tratamiento del paisaje como falta: un lugar sin Dios pero con ángeles caídos, con
mendigos que deben aprender la moral de las palomas, la abstinencia como
decadencia. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">De la cama al living</i> el
hablante debe andar el abandono, la ausencia de apego a la vida, el deseo de
caer. Pienso que más que un fingidor en el texto, el poeta lo es en un mundo
que no sintoniza con sus preocupaciones, una realidad en abstinencia perpetua,
donde la vida es semejante a un botecito que sube y baja a merced del viento.
Así es el viaje:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Con
poco equipaje<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">y
una triste historia de vida<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">en
blanco y negro<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">que
sube<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;">
</span>y baja<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">como
ese botecito que veo al final del mar<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">que
gira donde lo lleva el viento<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">que
sube<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;">
</span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y baja.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><span style="mso-tab-count: 3;"> </span>(“Viaje”)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Entre
la anulación del yo lírico (cámara o visor) y la degradación del mismo (antipoema),
se opta por una tercera vía: desmitificación del hablante, pero sin ironías,
por favor. La poesía de Cristian Moyano tiene toda la seriedad que se le puede
pedir a quien afirma: “Me levanto moribundo/ con las alas caídas/ sin ningún
apego a la vida,/ caigo/ para nunca más levantarme” (“Caigo”). <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">En
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Amores de aguas podridas</i>, segunda
parte del libro, se habla desde aquellas <i style="mso-bidi-font-style: normal;">batallas
perdidas</i> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">por el amor</i>. Acá la
imagen del agua es central y se da en los poemas “Me lanzo río abajo” y
“Nadando”. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Este último metaforiza a la
mujer como un faro, como punto de orientación y luz, su cuerpo como ventanas
redondas. “La boca de los siete peces de colores”. La mujer que enciende y
apaga las luces, sinónimo del desvelo ante la página en blanco, la mujer como
un mar de fuego, sal y tormentas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Por
el contrario, un poema como “Vienes a casa”, describe el encuentro amoroso en
su desnudez, despojado de toda figura retórica. Es la elasticidad que ha ido
ganando la poesía de Moyano libro tras libro. “Vienes a casa” no se sale del
tono general, pero acá la emoción está contenida en la escena descrita: la
visita, la intimidad e intereses compartidos. Es un acierto la simpleza con la
cual el cariño mutuo se expresa en actos comunes: cocinar para el otro,
zurcirle un pantalón: “Vienes a casa/ con la blusa de seda que te regaló tu
madre,/ con los ojos pintados./ Vienes a conversar conmigo/ a tomar vino
conmigo/ a leer y hablar de poesía conmigo/ a dormir conmigo./ Cocino porotos
granados/ charquicán/ cazuela de vacuno/ y tú/ me zurces la basta de un
pantalón regalado/ de ropa americana”. La poesía amorosa de Chiri tiene una
particular fuerza en la descripción de estas escenas cotidianas, que en un
libro suyo anterior, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El Olivar</i>, se
expresan de forma más extensa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Aunque
muchos de los poemas de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Color Hormiga</i>
nos dejen a la intemperie, eso no importa. “Un buen poema sobre el fracaso es
un éxito”, decía Larkin. Y esa es una virtud de este libro: ir hacia la
decepción como quien va al abrazo de un amigo.<o:p></o:p></span></div>
<br /><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhrdLtnGVXcxL5e_vZ2YiQos__KnKrK_n-vBtV5uT_285ArrorIvMW1yM77zSBfIMHWbFYPFyuiYreBRbvTJ6BAiIj88yUDHEzet3rNXD5tzlKJG2mFX0XoPcOBzSRzY28hMmiadpFEByo/s1600/61+Color+Hormiga.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="940" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhrdLtnGVXcxL5e_vZ2YiQos__KnKrK_n-vBtV5uT_285ArrorIvMW1yM77zSBfIMHWbFYPFyuiYreBRbvTJ6BAiIj88yUDHEzet3rNXD5tzlKJG2mFX0XoPcOBzSRzY28hMmiadpFEByo/s320/61+Color+Hormiga.jpg" width="188" /></a></div>
<br />Editoreshttp://www.blogger.com/profile/14920038206529128974noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2300465382693223129.post-70397657848571908482018-10-25T14:40:00.004-07:002018-10-25T14:40:50.035-07:00LA ESTÉTICA DE LAS IMÁGENES<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">“Migratorio” de Felipe Moncada</span><span style="font-family: "Adobe Garamond Pro", serif; font-size: 12pt; text-indent: 35.45pt;"> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Por David Bustos<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-weight: bold;">Ezra Pound
dice que la realidad se puede presentar desnuda como lo hace la cámara
fotográfica, como lo presenta también el reportaje periodístico. Entonces este
texto, por su manera de abordar los lugares y las cosas, percute las cuerdas de
la crónica, en alguna medida. Pero también hay textos, que desmienten
precisamente esa puesta en escena.<o:p></o:p></span></div>
<a name='more'></a><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Si uno pudiera dividir la poesía en dos
entre poesía exteriorista y poesía interiorista (intimista o biográfica), sin
duda <i>Migratorio</i> de Felipe Moncada pertenecería a la primera.
Sé que este tipo de divisiones pueden ser bastante inaceptables, pero ayudan a
organizar cierta secuencia de ideas. Ernesto Cardenal señala: “La poesía
exteriorista expresa ideas o los sentimientos con imágenes reales del mundo
exterior: usa nombres de calles o de lugares, nombres propios de personas con
su apellido, fechas, cifras, anécdotas, citas textuales, palabras y giros de la
conversación diaria, etc”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<i><span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Migratorio</span></i><span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> se
compone por las secciones: <i>Código de Manchas, Mundo de Barro,
Migratorio, Humedad de las Bodegas.</i> Estos mundos logran interceptarse
bajo varias aristas: la idea de tránsito, el lugar o topos, el viaje o
desplazamiento y la especificidad de las cosas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Por ejemplo, el poema <i>Memoria
de los Desempleados</i>:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">“<i>El vagabundaje como religión. / Un
tráfico de pequeños mundos, o revelación / siempre y cuando se ande atento / como
quien cruza un río helado / o como quien busca un arriendo barato / en el
barrio de las vulcanizaciones</i>”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Estos versos reúnen el ADN del libro,
que además tiene interesantes cruces de citas como este Lao Tse. Convivencias
que van haciendo de <i>Migratorio </i>un texto de varias capas,
dominado por una estética. Ezra Pound dice que la realidad se puede presentar
desnuda como lo hace la cámara fotográfica, como lo presenta también el
reportaje periodístico. Entonces este texto, por su manera de abordar los
lugares y las cosas, percute las cuerdas de la crónica, en alguna medida. Pero
también hay textos, que desmienten precisamente esa puesta en escena, por
ejemplo el poema <i>Anonimia</i>:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<i><span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">“No escribir más por acto de magia. / El
milagro de borrar el ego, / desaparecer del espejo, perderse / en el verano
tras las gaviotas, / pues los días son cortos, 60 horas / no bastan, no el
drama de la página, / la mente en blanco. / Las nubes como único pensamiento”.</span></i><span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">El poema es elocuente, <i>Migratorio</i> también
se despreocupa de su objetivo situacional por decirlo de alguna forma, y nos
muestra textos que pueden ser de un exteriorismo tardío o un imaginismo
metaliterario, afinado y profundo. Pero eso no es todo, además hay poemas
orientales como <i>Presagio</i>:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<i><span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">“El verano / podría ser / esa cortina /
que infla el viento / sacude / y vuelve a inflar”.</span></i><span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">El texto deja al lector paladeando esa
imagen que se define por el movimiento, y a la vez nos entrega la información
acerca del tipo de cámaras que ocupa el sujeto. Digo cámaras porque <i>Migratorio</i> es
un texto que dinamiza una constelación de imágenes, ocupando distintos tipos de
tecnología para captar la realidad. Y quizás aquí sería necesario hacer la
distinción. “La cámara de cine filma, pero el video se ejecuta. El video hace
del cine una labor introspectiva y solitaria, lo convierte en una actividad de
escritorio o de caballete, indiferente por completo al espectáculo”, dice David
Oubiña.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Este libro de Felipe Moncada, captura
la estética de las imágenes, como una forma de hacer aparecer lo político en el
lenguaje, alejado de la obviedad del discurso y la retórica. Felipe Moncada
parece decir que hay que entender el tiempo y espacio como un código de manchas
en el que podemos volver a visitar Chile.</span><o:p></o:p></div>
<br /><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7lAfcUkiVMRke3KZOnDqV3m7MAvfXP-UfO7dHez1edPy6kb6ZwTbjMDLvTHVfLZdkuEe2lxsPM0anFvH11wRiAjvrczs0AvCH16EBWzofpQboEw7udqDN1vvO50XjihuHKajKVN5e2nk/s1600/60+Migratorio.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1240" data-original-width="807" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7lAfcUkiVMRke3KZOnDqV3m7MAvfXP-UfO7dHez1edPy6kb6ZwTbjMDLvTHVfLZdkuEe2lxsPM0anFvH11wRiAjvrczs0AvCH16EBWzofpQboEw7udqDN1vvO50XjihuHKajKVN5e2nk/s320/60+Migratorio.jpg" width="208" /></a></div>
<br />Editoreshttp://www.blogger.com/profile/14920038206529128974noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2300465382693223129.post-69944794120327819302018-10-25T14:15:00.000-07:002018-10-25T14:18:23.936-07:00SOBRE EL DISFRAZMIGRATORIO, DE FELIPE MONCADA<br />
<div align="left" class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span class="style47"><span style="color: #460000; font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Por Juan
Manuel Silva Barandica</span></span><span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br />
</span><span class="estilo15"><span style="color: #990000; font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> </span></span><span class="estilo19"><span style="color: #ffffef; font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">.. .. .. .. ..</span></span><span style="color: #990000; font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></div>
<div align="left" class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 241pt;">
<span style="font-size: x-small;"><i><span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; line-height: 115%;">Este
poema del hambre<br />
Está escrito con el estómago lleno,<br />
Los maestros recomiendan distancia<br />
Nada de pintar del natural<br />
El pobre debe hablar de reinos fantásticos<br />
No redundar en el mosquerío de los tachos,<br />
Mentir. Palabras<br />
</span></i><span class="estilo19"><i><span style="color: #ffffef; font-family: "adobe garamond pro" , serif; line-height: 115%;">. . . . </span></i></span></span><i><span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; line-height: 115%;"><span style="font-size: x-small;">Perros disfrazados de marioneta.</span><span style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></span></i></div>
<div align="left" class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<i><span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;"> </span></i><i><span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;"> </span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center;">
<strong><span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">1</span></strong><span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></div>
<br />
<div align="left" class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Hoy escribir es un lujo y hacer poesía lo es aun más. Ahora bien,
si este estado de excepción es percibido positivamente en otras disciplinas,
por misteriosos azares, entre las pocas personas que disfrutamos de esta
antigua práctica hay aun menos lectores atentos y desconfiados, a quienes sin
mucha razón se los ha llamado críticos. Explicar esto significaría una
digresión larga y aburrida, pero si tuviese que resumirse, podría ser algo así:
es complejo que haya crítica de poesía, porque la poesía en sí misma desde
antes de la modernidad es una forma privilegiada de crítica. Metacrítica,
podríamos llamar a los argumentos que intentaré esgrimir, aunque quizás sea
otro contrasentido.<o:p></o:p></span></div>
<a name='more'></a><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-left: 36pt; text-align: center; text-indent: 0cm;">
<strong style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">2</span></strong></div>
<div align="left" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left;">
<span style="color: black; font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Felipe Moncada es fiel a la naturaleza: muta, avanza, retrocede y
desconfía de la estabilidad en las formas y la voz. Por eso, <em><span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; mso-bidi-font-family: Calibri;">Migratorio</span></em> es
una sinuosa progresión de estampas articuladas a través del desplazamiento y el
montaje. Esta suerte de documental descansa en su capacidad para componer
atmósferas musicales y sensoriales, simulación del desarrollo y las
trasnformaciones naturales en mundo salvaje. Quizás dialogando con la poesía
china del siglo VIII, las imágenes dinámicas que maneja Moncada están más cerca
de un imaginario animista preoccidental que desconoce las causalidades, los
fines, el ordenamiento ontológico a través del paralelismo y la analogía,
privilegiando el flujo incesante de las imágenes para representar las diversas
formas en las que la realidad se presenta.<o:p></o:p></span></div>
<div align="left" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center;">
<strong><span style="color: black; font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">3</span></strong><span style="color: black; font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></div>
<div align="left" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left;">
<span style="color: black; font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Sangre rural, corazón urbano: lo que Moncada realiza en este
libro, para dar cuenta de la síntesis propuesta por la migración a través de
una figura, es el paralelismo entre la relación entre provincia/capital y entre
extranjero/nacional, dando cuenta de una representación que no calza, que
avanza a contrapelo y que llega siempre tarde. El vaciamiento del contenido
mítico y simbólico de las imágenes foráneas despliega una compleja trama de
tensiones, principalmente aquellas provocadas por la pérdida de una función o
del valor. En este sentido, Moncada desordena el mapa de referencias culturales
bajo el signo funéreo de su inutilidad. Si la muerte hermana los humanos, la
ruina es la clave crepuscular de estos poemas, siendo la melancolía su tono: lo
que es actual en el primer mundo existe en la forma de sueño en nuestros
países, mientras lo que consumimos y valoramos en la capital es la ruina de los
países ricos, y así se va desplazando el subdesarrollo y la imposible
simultaneidad de la cultura en los múltiples tiempos de nuestro planeta. Hay
lugares que viven el presente y desplazan lo que no usan a los espacios de
mayor injusticia y menos desarrollo: el sentido de esta traducción va siempre
hacia el mismo lado: el margen más extremo, el lugar donde vuelve a florecer la
ruina con un aura del pasado. Videojuegos, porcelana, ropa y objetos inútiles
acaban siendo el ámbito y el contexto del lenguaje con que Moncada hace, a la
manera de Teillier, que el vino viejo de lo rural inunde los nuevos odres
urbanos.<o:p></o:p></span></div>
<div align="left" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center;">
<strong><span style="color: black; font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">4</span></strong><span style="color: black; font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></div>
<div align="left" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left;">
<span style="color: black; font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">El sentido del campo es el oído, mientras que la visión prepondera
en la ciudad. Al menos así lo pensaba Georg Simmel, hace varias décadas. Lo que
Moncada sugiere en sus poemas es que el montaje visual hace una sinestesia del
sonido, sin horror ni espanto, sino más bien desde la triste resignación de la
derrota. Habla de la ciudad como si estuviese observando una montaña, siendo lo
salvaje de su tráfago otra forma de habitar. Lo que me interesa de esto, es que
Moncada logra asimilar a través de la figura de la migración una mezcla de
registros, referencias y sentidos. Esta algarabía, en vez de ser inhabilitante
y frustrada es el germen revolucionario de un nuevo tipo de imágenes y
producciones artísticas: salvajes, irreverentes, hambrientas y llenas de una
triste alegría y esperanza. Esto es, básicamente, lo que decía José Lezama Lima
en <em><span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; mso-bidi-font-family: Calibri;">La expresión americana</span></em> cuando hablaba de barroco como
un arte de contraconquista.<o:p></o:p></span></div>
<div align="left" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center;">
<strong><span style="color: black; font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">5</span></strong><span style="color: black; font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></div>
<div align="left" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left;">
<em><span style="color: black; font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Migratorio</span></em><span style="color: black; font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> es un libro barroco, un contrapunto claroscuro entre
diversas tonos y culturas, un lugar de paso teatralizado, en el que la
posibilidad de la metapoesía es cierta, ya que la ejecución de poema es ya una
reflexión sobre el trabajo mismo, el rol de los principios constructivos del
poema y las posibles hegemonías culturales y sus supuestas dignidades.<br />
<br />
Como plantea el epígrafe escogido, hay un trabajo de recolección de escenas, pero
también una actuación, en el doble sentido de la palabra que actúa: ejecuta y
representa, el disfraz y el distanciamiento justo, porque este barroco es
profundamente realista: realza las contradicciones y las hace vibrar como
combinaciones de armónicos o colores sobre un lienzo. Este trabajo de
superposición es una posible causa del efecto de dinamismo, una feliz y extraña
diferencia con la estática presentación del yo y sus cuestionamientos que tanto
abundan en la poesía actual.<o:p></o:p></span></div>
<div align="left" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center;">
<strong><span style="color: black; font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">6</span></strong><span style="color: black; font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></div>
<div align="left" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left;">
<span style="color: black; font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Moncada busca la suspensión del yo por una vocación de
objetividad. No aquella preconizada por la teoría soviética, sino por la
antigua poesía china, para la cual el movimiento del sujeto al objeto y
viceversa era el centro de lo real y no la existencia de un binarismo polar. El
movimiento, el camino, el tao, se ve representado a través dos recursos:<o:p></o:p></span></div>
<div align="left" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left;">
<br /></div>
<div align="left" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left;">
<span style="color: black; font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">El<em><span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; mso-bidi-font-family: Calibri;"> bi</span></em> (“comparación”) se usa
cuando un poeta recurre a una imagen (por lo general de la naturaleza) para
figurar una idea o un sentimiento que quiere expresar. Se usa en cambio
el <em><span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; mso-bidi-font-family: Calibri;">xing </span></em>(“inspiración”) cuando un elemento del mundo
sensible, un paisaje, una escena, suscita en él un recuerdo, un sentimiento
latente o una idea hasta ahora no expresada (Cheng 115).<o:p></o:p></span></div>
<div align="left" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left;">
<br /></div>
<div align="left" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left;">
<span style="color: black; font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Lo que Moncada alcanza en este sorprendente poemario es la disolución
de la lógica occidental a través de la observación natural. Más llamativo es
entonces, que este poemario hable de la decadencia de las sociedades binarias a
través de la búsqueda de un flujo común, un tropo absolutamente ambiguo que
hace que los polos se confundan. Habrán de disculpar mi largo excurso para
llegar a una obviedad, porque lo que Moncada había encontrado en la naturaleza
lo vuelve a hallar transmutado en el flujo de las migraciones, una energía que
da esperanzas a la especie humana, que se vuelca a la mezcla y la aleatoriedad
y que es una promesa del quiebre con un pasado tremendamente injusto y gris.
Este movimiento o diálogo es el que Moncada dispone en su propia poesía, la que
avanza y se distingue, con una venturosa singularidad. Si estar en continuo
cambio no es la más alta meta, no se me ocurre cual podría ser.<o:p></o:p></span></div>
<div align="left" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left;">
<br /></div>
<div align="left" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left;">
<br /></div>
<div align="left" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left;">
<strong><span style="color: black; font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Referencias</span></strong><span style="color: black; font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></div>
<div align="left" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left;">
<span style="color: black; font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Cheng, Francois. <em><span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; mso-bidi-font-family: Calibri;">La escritura poética china.</span></em> Valencia:
Pre-textos, 2007. Impreso</span><span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">.<o:p></o:p></span></div>
<div align="left" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left;">
<span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEglEnrJc1wogHg2uivo7Ifweb__0FXJiwxSa4lkgpy1lRhdhYvbl_awxB-u_Kq6tOUEVWEPYhaI3RMacKZwWRrC7ol_tambQ6JyhkRJNilokMg269evuM6DSzhdQ7szl6-9wbIkWmk3Y7g/s1600/60+Migratorio.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1240" data-original-width="807" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEglEnrJc1wogHg2uivo7Ifweb__0FXJiwxSa4lkgpy1lRhdhYvbl_awxB-u_Kq6tOUEVWEPYhaI3RMacKZwWRrC7ol_tambQ6JyhkRJNilokMg269evuM6DSzhdQ7szl6-9wbIkWmk3Y7g/s320/60+Migratorio.jpg" width="208" /></a></div>
<div align="left" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left;">
<span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<br />Editoreshttp://www.blogger.com/profile/14920038206529128974noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2300465382693223129.post-24376507869719725842018-10-24T10:51:00.001-07:002018-10-24T10:51:19.272-07:00POESÍA AL ACECHO: ESCORIALES, DE PATRICIO SEREY<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Ricardo
Herrera Alarcón<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 35.45pt;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">La
Colección Proyecciones. Plaquettes de Poesía, de Ediciones Inubicalistas, nace
a fines de 2017 en Valparaíso, y en ella se publicaron diez libros que
intentaban, en palabras de los editores “dar a conocer los trazos de una
poética en ciernes o los fragmentos de una obra de mayor complejidad”,
incorporando el cruce entre pintura y
literatura a través de la muestra de fragmentos de obras de artistas visuales.
Los autores publicados en esta colección son: Damaris Calderón, Jonnathan
Opazo, Claudio Guerrero, Américo Reyes, Patricio Serey, Juan Carlos Aros,
Carlos Henrickson, Sergio Muñoz, Jaime Pinos y Alejandra González, en una
apuesta editorial por nombres y generaciones diversas. Más allá del concepto de
plaquette y su idea de escritura en tránsito, creo ver en estos diez autores la
consolidación de proyectos poéticos claramente definidos.<o:p></o:p></span></div>
<a name='more'></a><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">En
esta ocasión quisiera detenerme en el trabajo de Patricio Serey (San Felipe,
1974), autor de los libros de poesía<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Con la razón que me da el ser vivo</i>
(2002), <i style="mso-bidi-font-style: normal;">De Profesión Ahogado</i> (2007) y
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Precavidamente Hablando</i> (2011).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Reproducir
el aliento vital de casas, patios y calles parece ser el intento de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Escoriales. </i>En “Acecho” se nos
insinúa<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que se acabaron las
iluminaciones, comparándolas con el sol multiplicándose en las caras de un
poliedro o una sucia linterna surgiendo en la espesura: Rimbaud o Anguita en el
pudridero: “alas de termitas cayendo elípticamente sobre ripios vaciados de
sentido”. Un cuaderno de notas<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>-la
imagen del poeta- como “una laucha hambrienta en la oscuridad”. No se puede ser
ese aire vital, porque “hay un fin de mundo en todas las cosas” (“Plantas”): la
existencia y sus ritos repetidos. Esa casa que intenta acomodar “su metafísica
estructura” a su habitante en “Crujido”, es la misma en la cual la mujer<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>modela en un trozo de barro un rostro o
caracho (“Caracho”), esa palabra que intenta reproducir la cara deformada por
el disgusto o la resaca. La misma casa donde la familia de “Casta” observa un
parto en la tv comiendo tomates. En la descripción de todas estas escenas<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>late la enfermedad, la rutina, la oscuridad,
el polvo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 35.45pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Escoriales</span></i><span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">
se hace cargo de eso: los despojos del día, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>lo que se vuelve invisible de tanto mirar; a
ratos habla de la chatarra, la ropa colgada, y parece un fotograma de El
cocinero, el ladrón, su mujer y su amante: esa cocina llena de grasa y reflejo
de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">un estado de cosas</i>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Porque
la mirada de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Escoriales</i> está puesta
en el contexto, se nutre de lo que pasa, se asfixia al aire libre. Su intento
es mostrar más que denunciar, reciclar los escombros, darles una extraña
belleza a los escoriales de la mente, la casa y la calle: “Mirar sus párpados
abrirse a cada empellón en la micro, mientras aferra con el<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>brazo libre su parka roída y su marmita
vacía…Sufrir por eso es lejana empatía. Sólo eso”, señala en el poema “19:30”.
Esa distancia con cierta poesía intimista, confesional o la peor versión de lo
cívico, la venía ensayando ya el autor desde <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Precavidamente hablando</i>, en su ironía hacia cierta manera de
sufrimiento o <i style="mso-bidi-font-style: normal;">fingimiento</i> en el
poema, que cruza ese libro publicado el 2011.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Es
la realidad saturada y caótica, un lienzo fresco sobre el cual han caminado
algunos gatos vagabundos del puerto, un juego que tiene como perspectiva el
color de la mendicidad y como movimiento esas líneas, ese ángulo que solo
entregan el frío y la pobreza: “Cabeza ladeada y una mano abierta –juntas–. La
muñeca quebrada en 90°, un antebrazo rígido y erecto afligiendo, por el codo,
un muslo entumecido. Un remedo al “Pensador” de Rodin, un rictus digestivo y
mal pensante. Pero pasa que apenas se reduce a un escarceo a la derrota. Esta
imagen elocuente, que sube por un muslo entumecido, hacia el rígido antebrazo
que termina en una frágil curva de muñeca, donde parece brotara una mano; todo
soportando débilmente una cabeza que quiere imaginar cómo ganarse la vida, y no
puede”. Poesía cívica o civil que niega casi el comentario, este poema titulado
“Rictus” me hace recordar a otro de Raimondi (“Sileno en la Estación de
Ferrocarril”) en el carácter objetivo para describir a un mendigo y hacernos
reflexionar sobre<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>las complejas
relaciones entre arte y realidad, o arte/ denuncia o el ejercicio de traslación
que solemos hacer entre la sensibilidad del artista y su capacidad de entender
y asombrarse. No acostumbrarse. No volverse un cómodo burgués que visita la
literatura cuando escribe. Todo <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Escoriales</i>
está construido sobre ese signo de interrogación. Diría que gran parte de la
obra de Patricio se instala o parte desde esa pregunta. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Escoriales</i> es la escritura de esa grieta o por lo menos desde esa
falla va sacando el material y exponiendo su <i style="mso-bidi-font-style: normal;">estética del olvido</i>: la escritura semejante <i style="mso-bidi-font-style: normal;">al acto ceremonial de la fritura: una orden perentoria para el desalojo</i>
(“Protoconsumo”). Mucha de esta duda sobre la palabra y el trabajo que conlleva
tiene que ver con esta idea del consumo literario, la literatura como rareza,
en un mundo justamente saturado de realidad, y de la peor. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Escoriales</i> se cansa de ello y establece los límites de su decir. No
le interesa el recuerdo o la mimesis política o la cacha de la espada. Acá no
hay chamullos ni se pretende tampoco instalar una atalaya en medio de un
basural. Solo desalojar algunas prácticas, unas cuantas miradas, intuimos,
ajenas y propias. Este sujeto está un poco cansado de observar de la misma
manera y está más cansado aún de ver como otros observan. Acá no se cree en los
milagros y si alguien o algo nos habla es aquello de lo que nadie se hace
cargo: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">“De
esa maña testigos son la luna, el sol, todo aquello que ferozmente se asoma.
Luz en el paisaje rudo. Malezas, piedras, flores secas, un foco refractando el
polvo. Una capa de limo envuelta en otra capa de limo. Una costilla de perro,
cartuchos vacíos; sangre seca degradándose sobre esta estética del olvido” (del
poema “Escorial”).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Patricio
Serey es un poeta atento a su entorno, a lo que pasa y es allí donde su poesía
encuentra su “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">inspiración”</i>. Diría que
es un poeta del alrededor, que no quiere estar fuera de las cosas, sino dentro
de ellas y desde allí hablar. Un vidrio sucio, lleno de polvo, a través del
cual se observa esta ciudad en cuyos muros ya no existen las frases para el
bronce, acaso un quejido, una lucidez y una derrota, un andamio desde el cual
no se puede ver las embarcaciones <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>pero se
tiene como horizonte el tráfico de calles, patios, el interior de uno mismo semejante
al interior de un block: kilos de ruido, asados, vecinos alcohólicos, ancianas
solas, copas cargadas de tequila que se rompen, mucho sol en una pieza donde se
quiere y no se puede<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ser “una luz infame
, y a la vez bellamente voluptuosa, absorbida pacientemente por las plantas de
interior”.<o:p></o:p></span></div>
<br /><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhHbi0soyjeHGaMkd0OfASHwni37YUqb0l3s2OweTprHQ5nuAYn3FhqB3nOEaa0kCt_RUrDmQ_zWSWxglUoos8mNlnR4iSSd1PV_NiStfNtK-h9nh4XXpV5BbN2d0aq2tgGHHwrZeG8A-A/s1600/Patricio+Serey.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1283" data-original-width="1600" height="256" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhHbi0soyjeHGaMkd0OfASHwni37YUqb0l3s2OweTprHQ5nuAYn3FhqB3nOEaa0kCt_RUrDmQ_zWSWxglUoos8mNlnR4iSSd1PV_NiStfNtK-h9nh4XXpV5BbN2d0aq2tgGHHwrZeG8A-A/s320/Patricio+Serey.jpg" width="320" /></a></div>
<br />Editoreshttp://www.blogger.com/profile/14920038206529128974noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2300465382693223129.post-50056123387515696042018-10-24T08:46:00.001-07:002018-10-24T08:46:10.277-07:00A PARTIR DE MIGRATORIO<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">MIGRATORIO DE FELIPE
MONCADA (EDICIONES INUBICALISTAS 2018)</span><span style="font-family: "Adobe Garamond Pro", serif; font-size: 12pt;"> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Por Claudio Maldonado<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">No
hubo épica en el viaje, Migratorio. Cuando niño un profe te mandó al chuzo y la
pala. Otro te invitó a matar el ocio indio y a comprar la parca del futuro. No
hubo elogio, ni rumor, cuando quedaste al medio de la tabla, por temor a ser un
africano en ruina. Con la rabia junta en el porcino del amparo, con la débil
magia de hacerte por ti mismo y cambiar tu tiempo por monedas. <o:p></o:p></span></div>
<a name='more'></a><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Y
mientras estas palabras se rayaban en los muros de la poesía charlatana,
aferrándose al afán de subir el pelaje de tu vuelo, la vida estaba en otro
juego, postergando siempre la hecatombe, repitiendo siempre el gesto mal leído
de la mesera del Metro Reunión, aspirando el vaho coliforme del Mapocho,
masticando el arrollado sin primavera en la cuneta de un chino quebrado por la
estafa de un chileno punga en fuga. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Muere
mal el verso de Teillier, la ciudad no fue accidente y los parques sólo mueren
de pena, protegidos en las rejas del mandril de turno, que no quiere alegre a
los borrachos, que no quiere que se prenda lo caliente. Apretado en una micro,
exhalación estabas. Migratorio, rodeado de calcetas, cargadores, lavadoras,
microondas, y diplomas que colgaban tus paredes. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Querías
virarte, Migratorio, te dolía la pulsión del viejo nómade, siempre listo y con
su bolsa indiferente a los vaivenes de la bolsa. El olor de la fritanga
percolada te apretaba, Migratorio, pero cerraste los ojos y viste la provincia
y a esos mismos charlatanes de la rima que pintaban en los muros un poema sobre
el Maule y su riqueza. No les diste bola, Migratorio. Harto estabas en la micro
recordando lo que había: hoteles muertos, adobes aplastando a un ciego musical,
obreros vacilando su miseria, huertas abundantes de un Piduco pesticida, la
radio AM transportando a Domenico, musiquilla lejana de un viejo dibujando
garabatos en la tierra que de golpe le volteó la casa. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Pero
zafaste, Migratorio, y partiste muchas veces. Al final la gente era la misma.
La ciudad, un estado mental multiplicado hasta el hastío. Córdoba, el otro
lado, las tillas Nike, el papapleto, el panchipollo, el laburo sudaca en la
calle comercio. San Luis, Cerro Colorado, Lautaro, Rinconada de Silva, el
recuerdo de los charros en Lonquimay, Lumaco, Tirúa y todo el farwest en la
gran pista del Wallmapu. En la Frontera, Migratorio, ahí donde se bebe hasta
que la cruz del sur se tuerce para el norte. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">No
tuvimos épica, Migratorio, y nos reímos junto al cogollo que humea aquí en la
playa Torpederas del puerto, mientras lanzamos piedrecitas que nos ríen en las
rocas y nos dicen que pintemos las ciudades de un museo imposible.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: right;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Leído
el 28 de septiembre en el Bar Kafka de Talca<o:p></o:p></span></div>
<br />Editoreshttp://www.blogger.com/profile/14920038206529128974noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2300465382693223129.post-68566453807317826832018-10-24T08:42:00.002-07:002018-10-24T08:42:38.749-07:00“MIGRATORIO” DE FELIPE MONCADA<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Rodolfo De los Reyes Recabarren<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Nuevamente el poeta nacional nos
sorprende con un nuevo libro de poesía, texto que aborda nuevas perspectivas en
la lírica chilena, esbozando de alguna forma esa silenciosa y a veces no tanto
marea migratoria que empieza a teñir de colores el paisaje nacional. Lo
importante es la mirada introspectiva del poeta, que indaga en distintos
periodos del espacio-tiempo, en una construcción de momentos y situaciones, que
su verso, ágil, certero y poderoso nos describe. <b>“Migratorio</b>”, título que el poeta Américo Reyes descomponía como “<i>Mi Grato Río</i>”, en un juego que evocaba
el sentido lúdico del Río, como rito de iniciación en la juventud y en las
excursiones de antaño, como una forma de re bautizar este libro de viajes,
traslados, migraciones, tanto en la dimensión geográfica como de la memoria,
que a estas alturas se torne nebulosa y distante. <o:p></o:p></span></div>
<a name='more'></a><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Felipe Moncada Mijic, es un poeta
y de los buenos, que no sólo marca presencia, con sus obras, todas una delicia
para la apacible y feliz lectura en algún momento del día, sino que también es
un activo gestor cultural y principalmente un editor que ha sabido catapultar
bellos tesoros de la lírica nacional, escrita en la pluma de jóvenes y no
tanto, voces que surgen a lo largo de este extenso territorio nacional. Pero no
sólo de versos y gestiones, sabe Felipe Moncada, también el ensayo y la
historia literaria, están entre sus habilidades humanistas, algo extraño para
un profesor de Física y Matemáticas, a quién podríamos imaginarlo más cercano a
la ciencia y a los datos duros, que girando en torno a una disciplina tan sutil
y etérea como la poesía, que fluye sinuosa como un río tempestuoso de vivencias
y momentos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">“Migratorio”
</span></b><span lang="ES" style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">es un libro que se nutre de muchos elementos
geográficos y multiculturales que justifican su nombre y su pulsión, que cómo
dice su autor es una recolección de viajes y experiencias que rescatan la
cotidianidad de los gestos, las estrategias de la sobrevivencia en distintos
lugares y ciudades, que con sus paisajes y realidades, pintan un cuadro
multicolor de personajes, situaciones y deseos, en este torbellino de humanidad
errante, entre carreteras, montañas, barrios, campos y ríos. La poesía de Moncada,
fluye certera, sencilla, lúcida y lúdica, con un lenguaje que alcanza alta
intensidad y potencia, sin falsas pretensiones o impostaciones plásticas. Esta
es una poesía sincera, sencilla pero de alta intensidad, elaborada con emoción
y maestría, un libro que debe leerse en varias ocasiones, para cosechar sus
metáforas, imágenes y versos en una lectura plácida y sin apuro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh5VfJZ9zDMHL4URW1g_FrH73AXrHpcG_inPbWgolR0vwlZBS2aQZU49WAzG4fIPVuipNF9f_A1DtxdAxtmaS3VSNkNAv7gSKUT_h-jJTpdtYcKr1p25-q5rEHUv34ZaJpdTqeTFpXs0E4/s1600/60+Migratorio.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1240" data-original-width="807" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh5VfJZ9zDMHL4URW1g_FrH73AXrHpcG_inPbWgolR0vwlZBS2aQZU49WAzG4fIPVuipNF9f_A1DtxdAxtmaS3VSNkNAv7gSKUT_h-jJTpdtYcKr1p25-q5rEHUv34ZaJpdTqeTFpXs0E4/s320/60+Migratorio.jpg" width="208" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<br />Editoreshttp://www.blogger.com/profile/14920038206529128974noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2300465382693223129.post-40551109498661974342018-10-24T08:29:00.002-07:002018-10-24T08:29:38.166-07:00BUCOLÍA DE GUARENES<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.45pt;">
<b><span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">SOBRE
MIGRATORIO DE FELIPE MONCADA<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-weight: bold;">Jonnathan Opazo<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Me
gusta citar este poema como si se tratara de una sustancia dulce y amarga. Como
un tic que deviene mantra y explica una idea fija. Una idea, en este caso, que
hace estallar una presunta dicotomía: la ciudad como espacio fijo en
contraposición al viaje constante. Reza la maldición de Cavafis: «No hallarás
otra tierra ni otro mar. / La ciudad irá en ti siempre. Volverás / a las mismas
calles. / Y en los mismos suburbios llegará tu vejez». El hablante de La
Ciudad, probablemente uno de los grandes poemas que nos dejó el alejandrino,
nos dice sin remilgos: no hay manera de escapar. No hay despojo posible. «La
vida que aquí perdiste»—prosigue, como si de una gitana maldiciente y fastidiosa
se tratase—, «la has destruido en toda la tierra».<o:p></o:p></span></div>
<a name='more'></a><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Y
toda la tierra es el reino de los despojados.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">En <i>Migratorio</i> el
hablante parece acudir el momento exacto de la caída de Babel. No importan los
siglos ni la sangre. Seguimos perdidos en una confusión de lenguas. El poema
intenta dar cuenta de esa melcocha y se tuerce. Se desdobla. Crea una lengua
dentro de la lengua, en ciertos decires siúticos. En ese registro, se inventa
la ciudad «a medida que se camina” y no sé se es «ni flaneur ni turista; árabes
/ son ahora los suburbios de París, Mapocho / es El Dorado de los limeños». Si
el vagabundaje es una religión, <i>Migratorio</i> es una enumeración
de conversos para los que «es universal la lengua de las monedas / cuando caen
al tarro». En este Pasaje Los Viajeros o Calle A La Deriva, se traza el mapa
del hambre y el poema intenta entender esa nueva cartografía: «Ladrones de
bicicletas, mecheros, cuenteros, domésticos del verano, un hambre que ya no es
hambre; estrechez de la familia en la casa del subsidio, fundar el <i>ser </i>en
las Nike, en vestir de rapero en la plaza, en los pool, una angustia de mp4, de
videoclip en el plasma».<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Si
en los poemas de <i>Silvestre</i> se describía una especie de
redención en las quebradas, una purificación bajo cascadas de agua clara, la
enumeración pausada de quillayes, bellotos, cipreses y palmas; en <i>Migratorio</i> hay
un desplazamiento del objeto del poema. El hablante-viaje de Silvestre, para
bien o para mal, regresa a la ciudad. O para decirlo en jerga piducana, nos
muestra un primer plano del momento en que el montañista se baja de la micro
destartalada que lo trae de la cordillera y recibe el primer charchazo del sol
rebotando en el asfalto. La ciudad y sus trotes como un pecado original,
irredimible a estas alturas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Habría
que desechar —por suerte y ojalá para siempre— el adjetivo «telúrico», moneda
de uso corriente, manoseada como fierro de micro, de los pagos por los que
transita el hablante-nómada de estos poemas. También el larismo y la
melancolía: el viajero no sabe de penurias y el mundo es un camino siempre
abierto. Un collage. Un plato saturado de condimentos y especias. En
«Anacronista», se nos habla de un «Cristo con diodos led que brillará sobre el
ataúd de las perdidas comarcas”, de un «paisaje de China que colgará en un muro
de rancho». Y en «Amuleto», de «Ese gato chino / que agita incesante su brazo /
entre las macetas de la peluquería», «un Buda de plástico / en el centro de un
plato con monedas» y los «peines, tijeras, lociones del mundo unisex /
adquiridos en el mercado ambulante». Todos los objetos que el poema convoca son
pura mercancía producida en el cuarto mundo para los escaparates de esta mala
fotocopia de Occidente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Revisemos,
por ejemplo, un fragmento de «Haikú fotográfico & carne nacional»:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">«Sería
cosa de llevar a sus discípulos / en el arte del retrato / al Hipermercado de
la Carne, con su dibujo / de fileteado de vaca, corte nacional / del que
alguien dijo <i>es una especie de mapa / </i>un país y sus provincias
liliputenses, cada una / con su identidad regional / Huachalomo, Palanca,
Osobuco, cada color / una bandera en el territorio de la carne».<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">La
superposición del tono solemne de curador de arte con la banalidad del
Hipermercado de la carne, la observación minuciosa del cuerpo bovino como un
«territorio con identidad regional», parece ser una evocación, sin gravedad y a
ratos desternillante, de todos los diagnósticos fatalistas sobre la muerte del
arte y la muerte de todo aquello digno de ser colocado en museos o galerías de
arte para el consumo del esnobismo local.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">En
esta bucolía de guarenes, el hablante parece asumir aquello que vaticinara hace
varios años ya el Manifiesto de Marx: todo lo venerable y digno de piadoso
acontecimiento se encuentra despojado de su halo de santidad. Lo mismo Chiloé
que Valparaíso, Talca que Córdoba, lo mismo Santiago —el Santiago que huele a
meado y fritanga— que cualquier otra calle de esta fértil provincia señalada.
La vida que perdieron aquí, nos dice Cavafis a todos los condenados a deambular
por el mundo en busca de migajas, la destruyeron ya en toda la tierra.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Y
toda esa tierra es nuestro reino.<o:p></o:p></span></div>
<br /><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 9.0pt; line-height: 150%;">Publicado originalmente en: <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span class="MsoHyperlink"><a href="https://lacitadeunacita.wordpress.com/2018/09/29/bucolia-de-guarenes-sobre-migratorio-de-felipe-moncada/">https://lacitadeunacita.wordpress.com/2018/09/29/bucolia-de-guarenes-sobre-migratorio-de-felipe-moncada/</a></span>
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 9.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEji9PN3_RdxlXGXf-P8w8RArR2KirjKHCB7ohaZFJFFVjnYUiQCC-4obwApMv1YvOSltHenZgTB1z7TaQlR9UJVqZ7P2nCzeX0uVoYF5KiWRYXO2aS6pW8fwwFK-yLgMgMkKI3FnNrni4s/s1600/60+Migratorio.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1240" data-original-width="807" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEji9PN3_RdxlXGXf-P8w8RArR2KirjKHCB7ohaZFJFFVjnYUiQCC-4obwApMv1YvOSltHenZgTB1z7TaQlR9UJVqZ7P2nCzeX0uVoYF5KiWRYXO2aS6pW8fwwFK-yLgMgMkKI3FnNrni4s/s320/60+Migratorio.jpg" width="208" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 9.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<br />Editoreshttp://www.blogger.com/profile/14920038206529128974noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2300465382693223129.post-22790170112401651642018-10-24T08:23:00.000-07:002018-10-24T08:23:13.187-07:00COLOR HORMIGA<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro", serif; font-size: 12pt;">Por Daniel Tapia</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">La producción poética
de Cristian Chiri Moyano pasa desapercibida como la de muchos escritores que
prefieren quedarse en la provincia, no integrarse a los centros de producción
cultural institucionalizada y por la discreción de las editoriales independientes. “Color Hormiga”
constituye su séptimo libro de poemas y viene a fortalecer la coherencia y
seriedad de su propuesta. La poética opta por la simpleza y ausencia de
complicaciones retóricas y está dirigida principalmente a los lectores que pueda
captar en el lugar desde donde escribe. El autor vive en Quebrada Alvarado, un
pueblo ubicado en el cordón de La Campana, al interior de la Quinta Región, un
distrito campesino, detenido en el tiempo, que siempre está amenazado por la
expansión excesiva del cemento. La actitud política de quedarse en el
territorio de pertenencia de Chiri Moyano es la que ha ido dando forma a su
obra, tanto a su escritura personal como a su labor de recopilador de
costumbres y documentos acerca de la historia de su poblado.</span></div>
<div>
<div id="ftn1">
</div>
</div>
<a name='more'></a><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">“Color Hormiga” se
configura como el libro más oscuro de este autor. Mucho nos dice el título
acerca de cuando las cosas se ponen de ese color inexistente en la paleta
cromática: un negro subterráneo que late en lo profundo de la tierra. El primer
capítulo se titula Vida de calas negras y da cuenta de la sensación de abandono
que experimenta el poeta al ir avanzando en su periplo. En el poema que parte
la serie y que da título al poemario, se aprecia una sabiduría simple y
compleja a la vez, que abre una esperanza pesimista: “La hormiga
negra / baja a las raíces del árbol / a buscar la sangre de la sangre.”. La
sangre que es el agua, un elemento que se hace común en estos poemas,
materializado en el lenguaje como metáforas o como símbolos, y que participa en
presencia y en ausencia. Surgen en la obra aguas estancadas y aguas que fluyen,
mares con tormentas que son la relación con una mujer, ríos que son el poeta
fluyendo, vino y café bebidos; pastizales secos, canelos secos, amores secos,
mate amargo. Amores de aguas podridas se llama el segundo y final segmento del
libro, e ilustra con mejor precisión los aspectos acuáticos a los que me
referí: “Toda la primavera viviendo debajo del agua / no hay problema
sobre la depresión / y bebo toda el agua que puedo / hasta reventar en mil
gotas”, versos que tomo de “Me lanzo río abajo”. La oscuridad es un
aspecto luminoso de la propuesta de Chiri Moyano, ese pesimismo que transmiten
los poemas no es como para cortarse las venas sino que nos sirve para confirmar
que las cosas son como son: que los mendigos abandonaron el sentido, que hay
niños en la calle, que los amigos pueden estar lejos. La luz que describo se
recibe de versos como estos: “Vienes a conversar conmigo / a tomar
vino conmigo / a leer y hablar de poesía conmigo / a dormir conmigo. / Cocino
porotos granados / charquicán / cazuela de vacuno”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Estamos frente al
mejor libro de este autor, donde se manifiesta su madurez y su concisión, y
donde se consolida su visión de mundo y su poética vital. Hay algunos detalles
de “Color Hormiga” que son responsabilidad de la editorial y que
deberíamos ir superando: dícese de algunas erratas y de la falta de diseño que
se hace tan necesaria para que libros como este tengan un punto más de
aceptación entre los lectores. Sin embargo, siempre es grato celebrar que
aparezcan en el panorama libros como “Color Hormiga”, abiertos para
cualquier lector.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
Publicado en el suplemento Grado Cero de el periódico El Ciudadano, agosto 2018.<br /><br />
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZGcTAkIRc894QCeI7us3OxvSsgMUSgWakvHssplDhs0epotkae4hF8DKL9lhBAgOTNqsS8t41eC1EZh8Rz1RMybtjcI7TnzOC7Lu3CVOMjDY42seteZJ_-ScokRKxk1ZfYLNl6DKJc-4/s1600/61+Color+Hormiga.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="940" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZGcTAkIRc894QCeI7us3OxvSsgMUSgWakvHssplDhs0epotkae4hF8DKL9lhBAgOTNqsS8t41eC1EZh8Rz1RMybtjcI7TnzOC7Lu3CVOMjDY42seteZJ_-ScokRKxk1ZfYLNl6DKJc-4/s320/61+Color+Hormiga.jpg" width="188" /></a></div>
<br />Editoreshttp://www.blogger.com/profile/14920038206529128974noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2300465382693223129.post-83505941321919569602018-08-16T11:36:00.001-07:002018-08-17T09:35:40.721-07:00ESPEJISMOS<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -27.0pt; margin-right: -35.1pt; margin-top: 0cm; text-align: center;">
</div>
<div>
<!--[endif]-->
<br />
<div id="ftn1">
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -27.0pt; margin-right: -35.1pt; margin-top: 0cm; text-align: center;">
<span lang="ES" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">ESPEJISMOS<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -27.0pt; margin-right: -35.1pt; margin-top: 0cm; text-align: center;">
<span lang="ES" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; font-size: 10.0pt; line-height: 150%;">Por Susana Burotto<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFootnoteText" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -21.3pt; margin-right: -33.0pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
</div>
<div>
<!--[if !supportFootnotes]--><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-right: 2.45pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-right: 2.45pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-right: 2.45pt; text-indent: 35.45pt;">
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-right: 2.45pt; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES">Hace
tiempo que no presentaba libros de ficción. Hubo una época en que fue frecuente
y con circunstancias diferentes en cada autor y libro. Cuando he tomado esta
labor, nunca he dejado de tener una conexión especial, si no con el autor –a
veces muy lejano– sí con la o las historias presentadas, haya sido novelas o
cuentos. Imposible no hacerse partícipe de sus tramas, sus personajes, sus
diálogos. Como si con las palabras se hiciera una primera “avanzada”, que
sintetizara el espíritu de lo que se leerá.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-right: 2.45pt; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES"> ¿Es real esta situación? No, no lo es. Es una
simple percepción, un pequeño autoengaño. Uno no puede, en una simple
presentación, pretender que los eventuales lectores que están presentes,<b> beban</b> de las palabras de alguien que
no es el autor del libro en cuestión. Muchos piensan –con pleno derecho– que el
presentador de un libro tendrá una visión tan cercana como afectiva, con lo
cual hay una subjetividad en la visión crítica del libro.<o:p></o:p></span></div>
</div>
</div>
</div>
</div>
</div>
<a name='more'></a><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-right: 2.45pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-right: 2.45pt; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES"> A lo anterior, la respuesta es sí y no. Lo que
hoy comento es imposible hacerlo desde la rigurosa objetividad. Raúl aún no
cumplía 16 años –marzo o abril del 99– cuando entró en el taller literario que
yo dirigía entonces en la U de Talca, en sus oficinas de la 2 norte. Todos eran
adultos, todos mayores, todos absolutamente enamorados de la narrativa, de los
cuentos, de la lectura y escritura, de los mundos de la ficción. Y Raúl se
integró como uno más. La palabra discriminación nunca existió para él, ese
adolescente que se atrevía a desafiar valores, principios, reglas y gustos
literarios. Fue uno más de nosotros, con el añadido de su juventud, frescura e
innegable talento literario.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-right: 2.45pt; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES">Como una
condición natural, estudió literatura en la U de Chile y los caminos de todos –hablo
del grupo original– se fueron dispersando. Lo vemos de vez en cuando pero no
hemos perdido contacto. Se, no me cabe duda, que los caminos del que hace literatura
nunca son fáciles, ni siquiera ahora, con tanta comunicación rápida ni tanto
acceso al conocimiento. Pero este primer libro de Raúl –que ya tiene
distinciones literarias a su haber– es eso: el primero de una serie que seguirá
trabajando en el futuro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-right: 2.45pt; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES">¿Cómo es
su narrativa? Es y será. Raúl es un futuro y también un presente. Y en este
presente, simbolizado en los siete relatos que forma esta obra, hay un
innegable vigor narrativo, una fuerza, energía, que traspasan sus cuentos.
Unidos por la temática de una guerra, que es de ahora y del pasado, de diferentes
latitudes, atmósferas y espacios. Es el escenario que determina un espíritu épico,
un sentido del cuento, de la historia, que marca una identidad, una estructura,
una argumentación que inmediatamente llama la atención del lector. Se lee con
sorpresa, inquietud, expectativas. El lector también se contagia del aliento
épico de sus narraciones.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-right: 2.45pt; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES">Pasemos a
su lenguaje. No olvidar que es el soporte, la materia prima con la que se
moldea un cuento. Y aquí está sus palabras, que van encadenando, trabajando,
moldeando un mundo. Allí están todos los tiempos de Raúl: su pasado, sus
maestros, sus influencias narrativas; su presente, su formación, sus estudios
formales, académicos. Pero en este lenguaje se respira un futuro que no sabemos
adonde irá, pero que estoy segura va a crear más ficciones. Y aquí yo hablo desde
la objetividad, dejando de lado mis recuerdos de él.<b><o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-right: 2.45pt; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES">Y no
podría ser de otra forma. Destaco el cuento 1, <b><i>Los Guardianes, </i></b>donde el
espacio de la selva, misterio, el realismo –que es una condición inherente a
sus historias, ese realismo contemporáneo que se nutre de lo clásico, como
muchos autores de hoy– donde el espacio onírico y el roce de la magia también viven.
Imposible, en esa historia de un antropólogo en busca la investigación
amazónica, no sentir a Borges en su contención, su sobriedad, como si el mundo
retratado necesitara de esa sencillez engañosa. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-right: 2.45pt; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES">O el
cuento<b> <i>Falkland: </i></b>donde el tema de la guerra de las Malvinas es
trabajado con desenvoltura, pericia, sobriedad, sin el freno de un espacio
obligado de donde escribir un relato, atreviéndose con un hecho histórico que
tiene la dificultad narrativa de no estar tan lejos para que sea leyenda ni tan
cerca para los lectores de hoy. Aquí campea la guerra, la condición de un
realismo descriptivo, el detalle, los diálogos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-right: 2.45pt; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES">El cuento<span style="color: red;"> </span><b><i>Espejismos</i></b> donde la historia de un soldado
de origen judío en medio de un desolado panorama de abandono y soledad en una
ciudad en ruinas y su encuentro con un anciano árabe inválido se va abriendo en
un abanico de historias por boca de de ese anciano que podría ser su prisionero
o al que podría ejecutar. Y se desgrana una fábula, donde los tiempos, la
transición hacia otras atmósferas, la magia y la sorpresa retrotraen a los
cuentos antiguos y su maravilla ancestral.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-right: 2.45pt; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES">El libro
se cierra con <b><i>Manuscrito hallado en un convento</i></b>, que trabaja más registros
lingüísticos, que también rinde, con su lenguaje estilizado en la voz de una
mujer y religiosa, un tributo a las formas clásicas de la narración. Un tributo
que se complejiza con sus cambios de voces narrativas donde la fábula del
tiempo, la vejez, el dominio, la sumisión, las voces de hombres y mujeres van
conformando un caos de recuerdos.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-right: 2.45pt; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES">Todos los
relatos contienen una espera, algo que tiene que suceder, algo que ya sucedió.
El autor cuenta lo preciso y también, como signo contemporáneo indeleble, hay
algo que no está explicitado, que solo pertenece a su voz narrativo. Todo lo
anterior conforma una atmósfera potente, sin la cual –siempre lo repetía en ese
lejano taller que yo dirigía– sin la cual, ningún cuento se valida como tal. Y
Raúl lo logra en este valioso volumen de cuentos. Este es su libro. Hay que
leerlo, de ahora en adelante.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-right: 2.45pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; mso-ansi-language: ES;"><br /></span>
<span lang="ES" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; mso-ansi-language: ES;">------------------------------------------------------------------------------------------------------------</span><br />
<span lang="ES" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; mso-ansi-language: ES;"><br /></span>
<br />
<div id="ftn1" style="text-align: start; text-indent: 0px;">
<div class="MsoFootnoteText" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: xx-small;"><a href="file:///C:/Users/Editorial/Desktop/Actualizacion%20Web/Espejismos-Burotto.doc#_ftnref1" name="_ftn1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif;"><span class="MsoFootnoteReference">[1]</span></span></span></a><span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif;"> Cuentos de Raúl Alcaíno. Ediciones Inubicalistas, Valparaíso 2018. Presentación leída el 19 de julio en la Biblioteca Municipal de Talca.</span></span></div>
</div>
<span lang="ES" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; mso-ansi-language: ES;"></span><br />
<div id="ftn2" style="text-align: start; text-indent: 0px;">
<div class="MsoFootnoteText" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: xx-small;"><a href="file:///C:/Users/Editorial/Desktop/Actualizacion%20Web/Espejismos-Burotto.doc#_ftnref2" name="_ftn2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif;"><span class="MsoFootnoteReference">[2]</span></span></span></a><span style="font-family: "adobe garamond pro" , serif;"> Susana Burotto es </span></span><span lang="ES" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-size: xx-small;">Profesora de Estado en Español por la Universidad de Concepción, Diplomada en Humanidades por la Universidad de Talca, Magíster en Humanidades y Literatura por la Universidad Adolfo Ibáñez. Ha obtenido premios y menciones en instancias como el Concurso Nacional Oscar Castro y el Premio Internacional de Literatura “Brasil América Latina” Academia de Letras de Belo Horizonte. Ha sido profesora de literatura en variadas instituciones educacionales y fue directora del Taller de Narrativa de la Universidad de Talca (<st1:metricconverter productid="1998 a" w:st="on">1998 a</st1:metricconverter> 2003) (2008). Ha publicado las novelas “Ficciones Frágiles” (2004), “Los gritos de las sombras” (2009) y “Los cercos invisibles” (2016).</span></span></div>
</div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-right: 2.45pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjpUyD7qw7CYOiiB9A7oZTwQBoAoXulc8IbNNP8vlisM3f7N1soHLUiXyvEEfOhf0VxGlMaIwOTM4_DDw5zrb0tI8bSEa1PRCqFdtu0ENnBm5AnpwA4x0z-Fa4K4zOEYmgdllfuHwwzC2g/s1600/59+Espejismos.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1118" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjpUyD7qw7CYOiiB9A7oZTwQBoAoXulc8IbNNP8vlisM3f7N1soHLUiXyvEEfOhf0VxGlMaIwOTM4_DDw5zrb0tI8bSEa1PRCqFdtu0ENnBm5AnpwA4x0z-Fa4K4zOEYmgdllfuHwwzC2g/s320/59+Espejismos.jpg" width="223" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-right: 2.45pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "adobe garamond pro" , serif; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></div>
<br />Editoreshttp://www.blogger.com/profile/14920038206529128974noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2300465382693223129.post-62892991583831289322018-08-16T11:27:00.002-07:002018-08-16T11:28:44.244-07:00ESPEJISMOS, CUENTOS DE RAÚL ALCAÍNO<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left;">
<span lang="ES">Ediciones Inubicalistas, Valparaíso, 2018, 98 páginas</span> </div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left;">
<span lang="ES" style="line-height: 150%;">Por Felipe Moncada<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 1.0cm;">
<span lang="ES">El tema que atraviesa todos los relatos de este libro es la
guerra, el medio para hacerlo: relatos “clásicos” (en el sentido estructural
del cuento) sobre conflictos bélicos en lugares y tiempos diversos. Cito acá un
fragmento de la contraportada del libro: “</span><span lang="ES-TRAD">Una tribu que se protege a través de los
sueños y la brujería del progreso, un interrogatorio sobre un incendio en un
territorio en conflicto, un prisionero gringo en una guerrilla latinoamericana,
dos soldados argentinos en una playa de las Islas Malvinas, los sobrevivientes
de una tropa del Ejercito de Chile en la Guerra del Pacífico, desorientados por
el desierto, un soldado israelita oyendo de un palestino en silla de ruedas un
antiguo relato árabe, una española que disfrazada de hombre se integra a la
empresa de la “conquista de América”. Estos son algunos de los personajes y temas
que recorren estos 7 cuentos.”<o:p></o:p></span></div>
<a name='more'></a><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 1.0cm;">
<span lang="ES">Es allí donde se sitúa Raúl Alcaíno<a href="file:///E:/Libros%20inubicalistas/Archivos%20Web/Rese%C3%B1as/Rese%C3%B1as%20textos/Espejismos-Moncada.doc#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
y desde donde despliega sus recursos narrativos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 1.0cm;">
<span lang="ES">Alguien podría preguntar, con justa curiosidad o candidez: ¿no
es algo anacrónico escribir sobre la guerra?, a lo que un segundo “alguien”
podría responder con otra pregunta: ¿no hay algo acaso más contemporáneo que
hablar de la guerra? Busquemos noticias en la Red, invierno del 2018: Trump
habla de una guerra económica a ciertos países orientales. Los políticos hablan
de una guerra a la pobreza o una guerra a la delincuencia. El Estado se
complace en difundir por los medios masivos su “Escuadrón Jungla” de
Carabineros de Chile (institución con escandalosos casos de corrupción
económica y procedimental), como si se empeñaran en hacer su propio Vietnam
comunicacional, mientras protegen el interés de los capitales privados que
secan el suelo hasta la erosión. Fin de la búsqueda.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 1.0cm;">
<span lang="ES">A propósito de ello, de la omnipresente guerra, quiero
comentar <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>microscópicamente dos libros
recientes. Uno es el libro <i style="mso-bidi-font-style: normal;">En guerra con
Chile</i> de Víctor Munita Fritis (Ediciones Cinosargo, Arica 2013) que se centra
en la Guerra del Pacífico y haciendo uso de la fotografía, el documento de
época, la traducción, el fotomontaje, nos narra una guerra otra, desde la perspectivas
del indígena, de la mujer, del esclavo chino, y desde ahí se fuga a sus
construcciones poéticas. Profesor de historia, Víctor Munita sabe buscar en los
registros no considerados por la historia oficial, pero no se queda en eso,
sino que de ahí parte para construir un artefacto metaliterario que llega
rápido al lector–observador y logra graficar esa guerra otra donde los héroes
son una convención, y donde la violencia se naturaliza y se mantiene en el
tiempo, a través de una “impunidad acumulada”, hasta la dictadura y hasta la
actualidad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 1.0cm;">
<span lang="ES">El otro texto es la plaquette <i style="mso-bidi-font-style: normal;">A mi casa no llega el cartero</i> (Ediciones Inubicalistas, 2017) de la
poeta cubana radicada en Chile, Damaris Calderón. En ese trabajo los poemas
hacen alusión a distintos conflictos contemporáneos, que nos es posible conocer
gracias (o desgracia) a la Web y los medios alternativos de información. Allí
están las masacres en África, la franja de Gaza, la ciudad de Aleppo hecha pedazos,
o las matanzas en Estambul, Bagdad, Budapest, Damasco, o el desierto de Sonora
como una “máquina de matar”. Noticias que golpean en su salvajismo mediático,
en su latencia de miedo nuclear, bactereológico, químico y absurdo, y que son
la punta del iceberg noticioso de interminables odios <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">i</b>nternos, de motivos que nadie va a terminar de conocer ni analizar,
pero que nos recuerdan que la guerra es una especie de estado permanente de la
humanidad, o como Damaris Calderón la denomina: “un experimento de ciencia de
un estudiante de secundaria de otro universo”. Sirva lo anterior, la alusión a
esos dos textos recientes, para poner relieve la actualidad del tema. No sería
exagerado —aunque sí efectista— afirmar que en este mismo momento una bomba cae
en algún lugar, una bala acaba con una vida humana. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 1.0cm;">
<span lang="ES">Vuelvo a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Espejismos</i>.
Raúl Alcaíno se sitúa entonces en esa especie de actualidad eterna y despliega
sus recursos narrativos para situarse en distintos contextos: en Medio Oriente,
en la Selva Amazónica, en el desierto de Atacama, en un trabajo de
documentación que pasa felizmente desapercibido en los relatos. Desde allí, crea
atmósferas alejadas de nuestro cotidiano, con sobriedad y exactitud de las
descripciones, diálogos breves y precisos y la ubicuidad de los narradores que
no caen en parcialidades obvias, que no moralizan sino despliegan acciones
internas y externas, en resumen: narran sin que el narrador sea un protagonista
o un opinólogo. Tampoco aborda la guerra desde lo estratégico militar, o desde
las condiciones geopolíticas, o desde lo ideológico, sino desde la perspectiva
de hombres y mujeres que son los peones en estos tableros de sangre, la parte
humana que deja su sus ilusiones, sus miedos, su impotencia, en distintas
condiciones de conflicto. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 1.0cm;">
<span lang="ES">Para cerrar esta pequeña alusión al inagotable tema de la
guerra, cito al historiador José Bengoa, en su Historia del Pueblo Mapuche, un
fragmento en que a partir de Levi Straus, dice lo siguiente:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 1.0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-indent: 1.0cm;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES">“No se pude estudiar la guerra sin estudiar el comercio”
o en general, en sistemas de intercambio. Hay quienes señalan con mayor énfasis
el origen de las guerras en la relación escasa de productos y bienes. Pierre Clastres
plantea una crítica muy dura a estas interpretaciones y postula la guerra como
una relación ritualizada entre diversos agrupamientos humanos</span></i><span lang="ES">.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 1.0cm;">
<span lang="ES">Y bien, sea cual sea la causa, de la que nadie hallará la
punta de la madeja, en estos cuentos lo que interesa es el resultado de esas
causas en la imaginación agotada de los combatientes, en la ilusión de la
victoria o la derrota, aquello apenas perceptible que puede unir un viejo
relato que podría haber estado en Las Mil y Una Noches, con la voz pausada de
un palestino en silla de ruedas a punto de escuchar una detonación. Es ese caos
histórico, todas las causas se expresan finalmente en el sujeto tenso al borde
de su existencia, en su asfixiante cotidiano de armas. Sí, el tema es universal,
si es que ello aún se puede afirmar de algo, lo demás es el arte de contar,
quizás una de las pocas cosas más antiguas que la guerra, y por lo cual es
posible construir la memoria o estimular la imaginación de quienes no
estuvieron presentes en el horror.<o:p></o:p></span></div>
<div style="mso-element: footnote-list;">
<!--[if !supportFootnotes]--><br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<br />
<div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///E:/Libros%20inubicalistas/Archivos%20Web/Rese%C3%B1as/Rese%C3%B1as%20textos/Espejismos-Moncada.doc#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES"> Nacido en Talca, 1983. Estudió Literatura en la Universidad de Chile y
Magister en Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Santiago.
Actualmente es docente en instituciones de educación superior. Fue miembro del
Taller de Narrativa Universidad de Talca. Espejismos es su primer volumen de
cuentos. Su cuento “Después de la victoria” obtuvo un premio Roberto Bolaño en
el año 2009 y el cuento “Falkland” obtuvo el primer lugar en el Premio Stella
Corvalán 2011, ambos cuentos están incluidos en el libro Espejismos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFootnoteText">
<br /></div>
</div>
</div>
<br />Editoreshttp://www.blogger.com/profile/14920038206529128974noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2300465382693223129.post-68253142242412539512018-07-18T15:40:00.003-07:002018-07-18T15:42:01.591-07:00En lugar de la certeza <div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: medium;"><span style="font-size: x-large;">Palabras
sobre el libro “Color Hormiga” del poeta Chiri Moyano</span><span style="font-size: large;"><o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: medium;">por Natalí Aranda</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: right;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Es a la vida adonde intentamos
llegar en la poesía<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: right;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Wallace
Stevens<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: right;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Este texto
piensa construir el camino de una interpretación que no se aleje demasiado del
poema, o, dicho de otra manera, un texto sobre la experiencia de la lectura del
libro “Color hormiga” de Chiri Moyano. Experiencia que, a través de la materia
y la naturaleza, nos muestra un acceso a lo simbólico, a la sombra, al
vaciamiento y al dolor. Imágenes primitivas cercanas a lo arquetípico, pero que
mantienen siempre un elemento situado. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Para partir
quisiera hablar del poema como aquello que devela el tramado, los trazos que va
dejando una realidad muchas veces inaccesible en otras modalidades de la
palabra. Es una mirada hacia adentro que nos revela el afuera, la naturaleza,
el hallazgo de una continuidad entre las cosas de un mundo y nosotros. Palabra
que en su gratuidad nos entrega el acontecimiento y nos relaciona con los hechos,
con lo real, por eso Stevens dice que el poema es aquello que aumenta nuestra
sensación de realidad y nos aproxima a la vida. El poema “Color hormiga”, que
le da nombre e inicia el libro de Chiri Moyano, nos abre una oportunidad de
interpretar esta relación entre la poesía y el mundo. <o:p></o:p></span></div>
<a name='more'></a><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: large;">La hormiga
rubia<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: large;">sube a la
copa del árbol,<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: large;">a buscar el
fuego del sol.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: large;">La hormiga
negra<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: large;">baja a las
raíces del árbol,<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: large;">a buscar la
sangre de la sangre.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Poema sobre
la continuidad, el árbol es el acceso al arriba y al abajo, simbólicamente es
el centro del mundo, verticalidad que hace posible el diálogo entre una vida
subterránea y una vida hasta el cielo. La hormiga se sabe reflejo, por eso su
color determina su ascenso o descenso, a la copa o las raíces, buscando la luz
o la sangre. La naturaleza y su eterno retorno en lo micro y en lo macro de las
cosas. Este poema es la entrada a una escritura que observa las señales de ruta
de una naturaleza que se va perdiendo en lo inhóspito, ocultándose, pero dejando
pequeñas marcas de su dolor y su ausencia. Cito del poema Detrás de la ventana:
“observando cómo se seca el canelo/ en la selva de cemento”. Se seca lo sagrado
por el desencantamiento del mundo, la decadencia es la nueva máscara de una
humanidad que niega la dimensión del sentido. Chiri Moyano escribe sobre esta
expulsión de lo sagrado y la carga psicológica que lleva a un sujeto a sentirse
abandonado, huérfano de una naturaleza que le entregaba su dirección y su
centro. Con la muerte del árbol sagrado por un cemento que avanza, ¿cómo
reconocer el centro del mundo? Cito del poema Lágrimas: “Dios no vino a
trabajar/ se quedó en la muda casa del olivo”. Dios se ausenta, se retira a lo
íntimo, a la mudez de la casa de un árbol sagrado, donde no hay verbo para
seguir en la creación de un mundo. El verbo se ha retirado, no hay sentido
primero, hay ausencia, el rayo de dios no atraviesa las tinieblas, se queda en
lo indiferenciado, en lo materno, en la contención de un universo anterior a su
nacimiento. El poema Los abandonados nos entrega esta orfandad absoluta. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Cito un fragmento: “Una casa abandonada/ con
gatos abandonados/ con ventanas abandonadas/ con un hombre abandonado.”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: large;">¿Abandonados
por quién? pienso en Blanchot cuando dice que “profundizando el verso el poeta
entra en ese tiempo del desamparo que es la ausencia de los dioses...Quien
profundiza el verso escapa del ser como certeza”. Esta orfandad interior a la
que se enfrenta el poeta, este abandono del sentido, es la dimensión
existencial a la que nos conduce Moyano. La casa abandonada es la
desacralización del mundo interior del ser humano y un símbolo del inconsciente,
el árbol también apunta a la misma interioridad, ambos son hogar, protegen de
la lluvia, del sol, son la sombra que nos oculta de lo externo. La casa es,
citando a Bachelard “un instrumento para afrontar el cosmos”, ¿qué hacer cuando
aquel instrumento se abandona, cuando no existe la confianza en aquel nido? <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Perderse en la incertidumbre y en el horror de
esta orfandad, escuchar la ausencia, lo que comienza a nacer como murmullo en
la poesía de Moyano, murmullo de agua, pero esta agua no fluye, sino que está
estancada, abandonada también por el sentido. Aguas podridas, símbolo de la
muerte, materia que en su estancamiento aumenta la profundidad del dolor. Cito
a Bachelard nuevamente: “para la imaginación todo lo que corre es agua”, es la
materialidad del devenir y la manera de mirar el tiempo, el agua que no corre,
que está podrida y estancada, es la imagen de un abandono radical respecto a la
vida y su sentido. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Es así que el poema
empieza a tomar el lugar que ha dejado libre la certeza, nace como
manifestación de este desprendimiento. Cito el poema Viaje: “Con poco equipaje/
y una triste historia de vida/ en blanco y negro/ que sube/ y baja/ como ese
botecito que veo al final del mar/ que gira donde lo lleva el viento/ que sube/
y baja.”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: large;">La vida al
desatarse del sentido y de la certeza se convierte en un fragmento que sube y
baja por la marea y el viento, un desastre como diría Blanchot, aquello
separado de su astro, de la estrella que le daba un origen al viaje de la luz
por el universo. Ya no hay astro, la luz viaja sin origen y sin destino, como
la vida de un ser humano que ha abandonado toda certeza. ¿Qué hace la hormiga
si el árbol se seca? ¿Cómo reconocerá su destino? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Hay
momentos en el libro de Moyano donde la casa no está abandonada, tampoco el ser
humano se ha abandonado, hay una intimidad compartida que hace olvidar la
soledad inevitable, la carga del desencantamiento del mundo. Como en el poema Vienes
a verme, la visita de alguien nos regresa a un hogar como refugio, un retiro
que nos devuelve la confianza en los asuntos cotidianos, la tranquilidad de las
cosas simples. Cito: “Vienes a casa/con la blusa de seda que te regaló tu
madre, / con los ojos pintados. / Vienes a conversar conmigo/ a tomar vino
conmigo/ a leer y hablar de poesía conmigo / a dormir conmigo. / Cocino porotos
granados/ charquicán/ cazuela de vacuno/ y tú/ me zurces la basta de un
pantalón regalado/ de ropa americana.” <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El acto simple nos revela el misterio, el amor
no puede mostrarse a través de una concepción mental, es el develamiento de su
naturaleza en los actos cotidianos como podemos tener esa experiencia, por eso
Stevens dice que todo poeta debe tener algo de campesino, cercano a la
naturaleza de las cosas y no a sus nombres o conceptos: cercano a la vida. El
ser humano de las ciudades contemporáneas ha perdido este contacto, ha olvidado
la vida en nombre del funcionamiento de un mundo que tampoco desea, que le
parece contrario a sí mismo, que le causa incomodidad. El cemento avanza al
mismo tiempo que su desconexión con la existencia. Es que ya no entendemos los
signos del cielo, de la lluvia, las estaciones, este mundo se nos ha vuelto
completamente ajeno. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Moyano
termina su libro con el siguiente poema, denominado En medio de la cama: “Abandonado
como un trapo sucio/ en medio de la cama/ insomnio, desvelo. / Amores
definitivamente perdidos/ amistades lejos de casa.” <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Vuelve el abandono, todos están lejos de casa,
la soledad inevitable de un ser humano que se abandona a sí mismo. A la deriva,
la casa no ayuda a enfrentar el cosmos, lo externo, el poeta en el desierto, a
la intemperie. Recuerdo un verso de Arto Melleri “Desgraciado es aquel que no
tiene una sombra en su interior”, sombra que lo ayude a cruzar el desierto, que
lo ayude a afrontar su propia muerte, su suicidio en la casa abandonada. Soportar
el silencio, empezar a escribir desde esa cicatriz, desde ese dolor del que
agoniza. Abandonar toda certeza, incluso la certeza de uno mismo, la única
forma de empezar una relación real entre la escritura y la vida. La experiencia
poética necesita de un sujeto perdido, porque es hallazgo, don y acogida. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<br />Editoreshttp://www.blogger.com/profile/14920038206529128974noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2300465382693223129.post-23058972726454641422018-07-18T14:50:00.002-07:002018-07-18T15:21:40.204-07:00Nostalgia del aparecer<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: center; text-indent: 0cm;">
<div style="text-align: left;">
<span style="font-family: "garamond" , serif;"><span style="font-size: x-large;">Sobre <i>Color Hormiga</i>, de Chiri Moyano</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: left;">
<span style="font-family: "garamond" , serif;"><span style="font-size: large;">por Rodrigo Arroyo</span></span></div>
</div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: center; text-indent: 0cm;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: right;">
<i><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: medium;">Adelmo Farandola lame al interior de la olla <o:p></o:p></span></i></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: right;">
<i><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: medium;">de polenta lo que queda del unto de hace años, <o:p></o:p></span></i></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: right;">
<i><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: medium;">un aroma, una nostalgia del aroma, cuando no otra cosa<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: right;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: medium;">Claudio Morandini<span style="font-size: large;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div align="left" class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-indent: 0cm;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;"><br /></span>
</span><br />
<div align="left" class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-indent: 0cm;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Tal vez sea
preciso convenir, más allá de establecer un punto de partida, que un poema es
en cierto modo, acaso también lo es así por momentos el lenguaje, un modo de fijar
o situar nuestras pérdidas. De mostrar aquello que no está, o aquello que deja
de suceder. Y aunque sea por medio de una veladura, de un susurro, el primer
paso del poema es mostrar lo que no está, hablar de lo que no sucede. Digo esto
para evitar confusiones, porque en este libro, en el libro de mi amigo Chiri Moyano, el poema es por
extensión, más allá del lugar donde aparece lo perdido, un lenguaje abierto
hacia lo oscuro.<o:p></o:p></span></div>
<a name='more'></a><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;"><br /></span>
</span><br />
<div align="left" class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: left; text-indent: 0cm;">
<br />
<div align="left" class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: left;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><i>El papel es corto /vivir es largo</i> escribió
el poeta Paulo Leminski, y no puedo no pensar en ello al momento de tomar este
libro. Porque no estamos en presencia de un archivo, o de una poética que
reflexione sobre aquello que se dedica a observar o estudiar. No hay aquí un
sinfín de experiencias del autor en tono poético, o un montaje de las mismas,
no. Aquí el lenguaje vuelve sobre su fin original, de ahí que se nos presente
simple, desnudo, ajeno a cualquier tipo de proliferación o técnica. Y que se deja
ver como la persona detrás de los poemas, es decir: en estado de abandono; o en
un estado donde lo único posible es volver sobre el recuerdo, sobre el aroma, para
luego, mostrarnos aquello que no está, lo que ha dejado de ocurrir, lo que no es
otra cosa sino el primer paso hacia el poema. O la construcción de las bases
que sostienen todas las posibles operatorias y combinaciones posibles.<o:p></o:p></span></div>
<div align="left" class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: left;">
<br /></div>
<div align="left" class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: left;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><i>Vienes a conversar conmigo / a tomar vino
conmigo / a leer y hablar de poesía conmigo</i>, escribe Chiri, revelando por un
lado, en la nostalgia por volver sobre ese estado armonioso una bella metáfora
que aparece a contrapelo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en estos
poemas. Esta es: que la pérdida del amor nos lleva a las preguntas, a cierta
explicación racional de las cosas que antes se explicaban tomando vino, hablando
de poesía. Esta es la metáfora de un tránsito: el paso del mito al logos, el
paso de la poesía a la filosofía, podríamos decir. Así entonces, estos poemas
nos llevan, como la filosofía, sobre las preguntas clásicas, ese puñado de
preguntas que no cesamos de encontrar cuando, como Orfeo, decidimos adentrarnos
en lo profundo. Ahora bien, por otro lado ese <i>conversar, leer y tomar vino</i> nos
habla, sin alardes y estridencias, de una resistencia silenciosa a la expropiación
de sentido que ha sufrido el habla común, tan manoseada luego de la caída de
las vanguardias, o bien, luego de la caída de las utopías, puesto que se
presenta (el habla) de modo natural, sin la necesidad de ser respaldada por un relato
de carácter ideológico. Es la forma de vivir la única ideología posible. Es en
este punto podríamos aventurarnos con un análisis de conjunto, en el sentido
que este libro, junto a la investigación sobre los “Oficios Campesinos del
valle de Aconcagua”, “El olivar” y “Todo cocido a leña” nos presentan una obra
que en cada aparición reafirma su compromiso y carácter, sin necesidades de
discursos o la adopción de un modelo de disidencia o resistencia cultural. Es más,
en tal sentido, Chiri se ha valido del lenguaje para sostener una distancia
crítica con cualquier medio que intente hacerlo parte de sí. Y es que no
podemos obviar que la reflexión en tiempos de una acelerada transferencia de
información acota los espacios de reflexión a los que tendríamos que llegar
desde el lenguaje, a un punto tal, que desaparecen y la reflexión se da sobre
el mismo lenguaje o dispositivo utilizado. Hablo de lugares comunes, como el
hecho de trabajar desde el margen de la industria cultural, o analizar las
condiciones de centro y margen; de identidad y alteridad. Lo que nos lleva a
preguntarnos ¿Desde dónde, cual es el lugar, para hablar de margen sino el discurso?,
procedimiento que no tiene lugar en la escritura de este libro, ni en el de los
anteriormente mencionados. Lo cual nos revela otro detalle no menor, la actitud
de Chiri Moyano reafirma al mismo tiempo su distancia con el lirismo que
desemboca en la figura del poeta, al que, y sin necesidad de palabras, sitúa
como un sujeto perdido en su gesto solipsista, basado en la mera apariencia del
lenguaje. <o:p></o:p></span></div>
<div align="left" class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: left;">
<br /></div>
<div align="left" class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: left;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Encontramos en este libro un conjunto de
señales que, en palabras del autor, se resumen en: <i>Una casa abandonada / con un hombre
abandonado</i>. Y como ocurre con Orfeo, esto plantea el inicio de una búsqueda, al
recuerdo o padecimiento si se quiere, pero más allá de los detalles, implica la
aparición de la dialéctica del adentro y del afuera. Umbral en el que, a
diferencia del poema del poeta individual, el evasivo, la individualidad del
sujeto se expresa en las posibilidades del dolor, que en estos poemas
constituye una amalgama de actividades y prácticas que desbordan el propio
sentido para reflexionar sobre lo esencial: la construcción de un lugar que nos
permita <i>conversar, leer y tomar vino. </i></span><span style="font-family: "garamond" , serif;"><o:p></o:p></span></div>
<br /></div>
Editoreshttp://www.blogger.com/profile/14920038206529128974noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2300465382693223129.post-35155231286748075832017-11-06T06:57:00.000-08:002017-11-06T06:57:44.451-08:00El humor y la poesía<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Reseña
sobre “Limeriques” de José Tomás Labarthe<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro", serif; font-size: 12pt;">Por Hugo Villar Urrutia</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-CL; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"><div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt;">“Limeriques” (2017) se titula el quinto asalto
literario del poeta curicano José Tomás Labarthe (1984), publicado por
Ediciones Inubicalistas. Es un poemario que utiliza la técnica inglesa del
Limerick, una suerte de paya que debe ajustarse a ciertas reglas y que busca
contar una historia en cinco versos con unas buenas rimas y un remate gracioso
en el último verso, como el siguiente: “Un niño llamado Teo/ Jugando al lindo y
al feo/ Con sus colmillos de vampiro/ Tras un relajante suspiro/ Se le escapó
un peo”. </span></div>
</span><a name='more'></a><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">El
libro posee unas notables ilustraciones, en clave fotomontaje, a cargo de la
artista gráfica Antonia Isaacson, quien ya había colaborado con el vate maulino
en su libro “Un álbum de poesía”. Seguimos revisando la poesía cómica de
Labarthe con los siguientes versos: “Un mocoso llamado Lucho/ Gran lector de
Papelucho/ Tenía el serio problema/ El gravísimo dilema/ Que su nariz parecía
anticucho”. Cabe destacar que el humor ha estado siempre presente en la poesía
chilena, desde la poesía popular, las payas, pasando por el mítico poeta
cureptano Pedro Antonio González quien ya en el siglo XIX sacaba chispas con su
“Oda al peo”, hasta el centenario Nicanor Parra y el desfachatado Mauricio
Redolés. Justamente, Labarthe homenajea al antipoeta con estos versos: “El
poeta a la muerte se encacha/ -‘Apúrate vieja lacha’/ Y la muerte al poeta
contesta:/-‘Poeta de lengua funesta/ Antes pégame su buena cacha’”. Sin duda,
este libro es un gran aporte a la poesía maulina y chilena, siendo innovador,
novedoso e inteligente. Se agradece el uso de un lenguaje coloquial, combinado
con la lógica, el acertijo y la paradoja. Es ameno con el lector, pues incorpora
como tópicos a los niños, lugares comunes y ciertas comidas: “De Chanco el
queso de cabra/ Se come en un abracadabra/ Y de Longaví el mantecoso/ Es el
queso más sabroso/ Saciando una gula macabra”. Por lo tanto, podríamos afirmar
que la misión de la poesía no se limita solo a conmover o a generar belleza,
sino que también a hacernos sonreír –con un humor que no es burlón ni
despectivo– y pensar en esas situaciones simples y cotidianas que nos hacen
sentir bien: “Los duraznos de Comalle/ Que se venden en la calle/ Dejan
boquabiertos/ Inclusive hasta a los muertos/ Con pulento vitualle”. Para
finalizar el comentario sobre este muy buen libro me despido con los siguientes
versos picaros: “Un viejo choro de Lota/ Bailando cueca se alborota/ Al punto
que en una canción/ Se le suelta el cinturón/ Y termina bailando en pelota”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMAex-5MNdFLG7r6_xs_V1p-RlE_CSulcnb8HMnqrSNI0Co1sM-LPetHPFFUj2ouYAlwJdL6eY1aKzcbLBQpWHLD689q8VKp4eIu0-Iow6lH4f1vhy0wEqP5t1hi1Mos2rUd3kcouM5jA/s1600/23031384_1930126237016711_840546792774043177_n.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="960" data-original-width="632" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMAex-5MNdFLG7r6_xs_V1p-RlE_CSulcnb8HMnqrSNI0Co1sM-LPetHPFFUj2ouYAlwJdL6eY1aKzcbLBQpWHLD689q8VKp4eIu0-Iow6lH4f1vhy0wEqP5t1hi1Mos2rUd3kcouM5jA/s320/23031384_1930126237016711_840546792774043177_n.jpg" width="210" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Adobe Garamond Pro",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
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