lunes, 7 de julio de 2014

MARAVILLA Y RESISTENCIA DE UN PUEBLO ENCONTRADO.

Presentación de "Todo Cocido a leña", de Cristian Moyano
por Claudio Maldonado
Ediciones Inubicalistas, 2014.

En la lectura de TODO COCIDO A LEÑA  partimos con una  dedicatoria casi infinita,  que nos invita a darnos cuenta  que Los ratones con jokes, Los cogote de almeja,    Los cachas de humo, Los panes duros, Los condoros, Los mecas, siempre estuvieron en nuestras formas de nombrar al compañero de curso, o a la familia del barrio, a la patota enemiga de la cancha pichanguera y que la mayoría de esos motes nacen de la imaginería de la ruralidad, pues de ahí vienen nuestros padres, abuelos o bisabuelos, de esos pueblos que a veces, por no querer olvidarlos, se rescatan con la siutiquería del patrimonio gubernamental, dejando sólo postales pintorescas para los jaibones de la cultura de retail, para los profes Banderillas, o los Campumalos. Este libro que presentamos, se construye en los campos de Quebrada de Alvarado, localidad cercana a Olmué, Escribe el poeta Cristian Moyano Altamirano. 

ESCRITURA COCIDA A LEÑA

Presentación del libro “Todo cocido a leña”, 
de Chiri Moyano
Por Bernardo González Koppman
Ediciones Inubicalistas 2014


Un libro breve pero intenso es el que nos ofrenda Cristian Moyano [1] en su último trabajo “Todo cocido a leña”. En su conjunto son 24 textos, algunos apenas de cuatro o cinco versos, agrupados en tres apartados o capítulos (“Sueños de barros”, “Recuerdos de trigo” y “Vida de piedras”).
La escritura de Moyano presenta rasgos distintivos, que la hacen peculiar en el concierto poético chileno actual; a saber, resalta su simpleza extrema en la construcción de las imágenes, todas arraigadas semánticamente al quehacer artesanal, bordeando a veces lo prehistórico de la recolección, el arreo, el piso de tierra y el arado de palo. Utiliza el habla de la tribu en su variante rural, lo que nuestro autor se encarga de dejarlo bien claro y preciso; es el habla del campesino pobre que resiste a la invasión de la vida moderna con todos sus embelecos, modismos estos que pretenden despojarlo hasta del nombre originario de las cosas que ama. Así construye esta obra, con una temática que nos rememora a un tiempo pretérito donde los gestos humanos se enraizaban en los sueños de las materias elementales [2].