Presentación de "Incomunicaciones" de Rodrigo Arroyo
Por
Julieta Marchant
Ediciones Inubicalistas 2013
Escribir y ser escrito.
Leer y ser leído. El que escribe también es escrito cuando, empujando la mano
sobre el papel, se enfrenta a la fragilidad de un lenguaje que porta el deseo
de esa mano. La mano tiembla y teme. La mano, esta mano, piensa un modo de
escribir en una lejanía, en una opacidad, fuera de la intención violenta de la
captura y de la representación: «La escritura es posible como un modo de estar
lejos» (Arroyo).
Asistimos, entonces, en la escritura de Rodrigo, a la apertura del poema, a esa
hospitalidad que Derrida ve en la literatura y que no es más que no negar el
porvenir, dejar ingresar al otro al lenguaje que, de antemano fracturado, vamos
tejiendo lentamente a través de las palabras y que el otro que leerá, que
recibirá esa escritura, pueda firmarlo
en ese recibimiento.