ESPEJISMOS
Por Susana Burotto
Hace
tiempo que no presentaba libros de ficción. Hubo una época en que fue frecuente
y con circunstancias diferentes en cada autor y libro. Cuando he tomado esta
labor, nunca he dejado de tener una conexión especial, si no con el autor –a
veces muy lejano– sí con la o las historias presentadas, haya sido novelas o
cuentos. Imposible no hacerse partícipe de sus tramas, sus personajes, sus
diálogos. Como si con las palabras se hiciera una primera “avanzada”, que
sintetizara el espíritu de lo que se leerá.
¿Es real esta situación? No, no lo es. Es una
simple percepción, un pequeño autoengaño. Uno no puede, en una simple
presentación, pretender que los eventuales lectores que están presentes, beban de las palabras de alguien que
no es el autor del libro en cuestión. Muchos piensan –con pleno derecho– que el
presentador de un libro tendrá una visión tan cercana como afectiva, con lo
cual hay una subjetividad en la visión crítica del libro.