lunes, 23 de enero de 2017

LA ORGANIZACIÓN DEL ESPACIO

Sobre Territorios Invisibles, de Felipe Moncada 
Por Rodrigo Arroyo, enero 2017

LA INVENCIÓN DEL LÍMITE


En el libro “Geonomía u organización del espacio” publicado por Maurice-Françoise Rouge el año 1947, se establece la diferencia que distingue al espacio geográfico de conceptos como medio o paisaje. Anticipando en más de veinte años al discurso oficial, difundido por el “Diccionario de la Geografía” de 1970. Convirtiéndose de paso, en el principal referente a la hora de indagar en los orígenes de la geografía aplicada. Vertiente que surge, entre otros motivos, con el propósito de abandonar la condición de ciencia descriptiva y convertirse así en un campo de aplicación. Un paso clave para alcanzar este objetivo fue situar la discusión en torno a la localización y el estudio del espacio. “Para llegar a una reflexión o estudio general es preciso que estudiemos la región y otras unidades más elementales sobre las cuales tienen lugar diferentes fenómenos, a veces invisibles en la compleja trama de la realidad”, señalaba en los años setenta Jean Tricart. Confirmando así, a contrapelo, la idea que algunos libros –diría Walter Benjamin– surgen como relámpagos en medio de la oscuridad, iluminando las “zonas menores de la historia, en otras palabras, revelando nuevas formas de percibir, transmitir y preservar el pensamiento. Estrategia, o experiencia mejor dicho, que es posible percibir en el libro “Territorios Invisibles”, de Felipe Moncada. 

LA VOZ DE ALIENTO

REFLEXIONES SOBRE ESCRITURA Y TESTIMONIO
DE JORGE POLANCO SALINAS (EDICIONES INUBICALISTAS, VALPARAÍSO, 2016)

Martín Ríos López
Docente y editor


Estoy convencido de que sólo algunas veces el placer de la lectura te entra en el cuerpo. Cuando eso acontece, entonces ya puede ir uno presumiendo de una suerte como pocas. Con el libro de Jorge Polanco La voz de aliento. Reflexiones sobre escritura y testimonio, me puedo dar el lujo de presumir que ha sido una suerte, una sorpresa y, por eso mismo, un placer. Un afortunado placer que se ha manifestado vívidamente a lo largo de toda la lectura de su texto. Ya por esto, vayan mis más sinceros agradecimientos a Jorge por el disfrute que me ha dado con la lectura de su libro.

viernes, 20 de enero de 2017

UN EXILIO, Diario El Centro de Talca

Silvia Rodriguez escribe sobre Un Exilio, de Adriana Bórquez


Cantos suicidas

Tratamiento reflexivo al libro Los hijos suicidas de Gabriela Mistral

"El momento en que la poesía renuncia al tema y al sentido es, desde el punto de vista de la meditación, la ruptura que le opone a los balbuceos humillados de la ascética. Pero cuando llega a ser un juego sin regla y en la imposibilidad, por la carencia de tema de determinar efectos violentos, el ejercicio de la poesía moderna se subordina, a su vez, a la posibilidad."
G.Bataille. La experiencia interior.

Por Tomas Quezada Cruzat


           I Introducción al contexto y al libro


El libro recopilatorio y antológico de Leonidas Lamm sobre poesía mistraliana desde el valle de Elqui, Los hijos suicidas de Gabriela Mistral, compone entre otras cosas la salud lirica que siguió a nuevas y jóvenes generaciones provenientes desde el valle del Elqui. En él se introduce a la figura lírica de Mistral antes de volverse un icono de la lengua y del sistema, y como este cruce de umbral afecta notoriamente el sentir y hacer de un autor, y que estas nuevas generaciones trataron con toda la devastación necesaria para elogiar aquella virtud en Mistral, aquel coraje. Notablemente comienza con una biografía de la Mistral oculta  a los ojos del papel moneda. O más bien obvia, puesto que Gabriela Mistral era por derecho natural la voz de un pueblo, revelando aquello que en todo sentido asiste al lenguaje en tanto devenir-canto, cuyos sedimentos son bien firmes y saludables, en el sentido sagrado de la escritura y como motivo valido de la comunicación de un pueblo.

sábado, 14 de enero de 2017

ENTREVISTA A MANDY GUTMANN

Daniel Rozas entrevista en "La Segunda" a Mandy Gutmann, por su novela La Pava


jueves, 12 de enero de 2017

NADA. ELLO DIRÁ

Notas para una metafísica de la memoria y la Ausencia de Dios
Presentación de La inteligencia se acrecienta en la Nada, por su autora. Ediciones Inubicalistas, Valparaíso, agosto 2016

Lucy Oporto Valencia
oportolucy@gmail.com

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            La memoria como persistencia fundamental del ser, es la irradiación póstuma subyacente a los esfuerzos de una conciencia enfrentada, por un lado, al peso de la realidad, al sufrimiento provocado por la inconsistencia y disolución de su núcleo, y a la siniestra continuidad de ese movimiento regresivo y maligno, no siempre manifiesto, pero sí latente a través de crímenes imperceptibles. Y enfrentada, por otro, a los simulacros y apariencias construidos calculadamente para negar ese horror, esa barbarie y esa traición, encubiertos aquéllos por un cinismo e ironía ofrecidos en esta época como transgresión, marginalidad, alternatividad, subversión, o espurias y rentables “danzas sobre el abismo”, en medio de la consolidación y apoteosis de la sociedad de consumo y su hedonismo nivelador, con pretensiones triunfalistas transformadoras e, incluso, revolucionarias.

LA PIEDRA METAFÍSICA DE CAYUPÁN

Por Felipe Moncada Mijic


Si se pudiera hablar de poesía metafísica, habría que aludir obviamente a formas que desarrollen entre sus contenidos, inquietudes sobre la constitución del ser y la naturaleza de la realidad. Una leyenda dice que Aristóteles organizó su biblioteca, de manera que los documentos que no tenían como propósito el mundo físico, estuvieran “más allá” (meta) de los otros, y si bien se trata de una tradición inabarcable, aparece por ejemplo, al intentar comprender espiritualidades de otras culturas, o aquellos aspectos de la naturaleza en que la razón científica no puede explorar con sus mecanismos. Mucho de lo mencionado anteriormente ocurre en la poesía de Cristian Cayupán[1] (Puerto Saavedra, 1985), a lo cual debiéramos agregar una preocupación vital por el lenguaje, que decanta dentro de su producción en su libro Tratado de piedras:

martes, 10 de enero de 2017

FORMAS DE VIDA

Presentación de Territorios Invisibles de Felipe Moncada 
Por Jorge Polanco


Hay una imagen de Imre Kertész que recuerdo a menudo: en pleno campo de concentración, un hombre visiblemente afectado por la reducción de las energías vitales, comparte su alimento con otro. De ahí proviene el término “compañero”, aquel que comparte el pan. A menudo sentimos que el neoliberalismo en Chile es infranqueable. Conforma modos de habitar el mundo demasiado instalados y acendrados en el hábito. Asociada a esta manera mercantil de comprensión de la vida por el capitalismo avanzado, se suma la extorsión de la violencia vuelta espectáculo. Frente a esta cotidianidad, sin embargo, es posible hallar otra. Al cuestionamiento que se puede derivar de Freud en El Malestar de la Cultura a la noción de amistad que crea las “bandas” rivales y en último término la xenofobia, también existe otra manera de entender este vínculo afectuoso, la amistad que surge en la gratuidad de las relaciones humanas y de la escritura poética. Es el antagonismo que Mallarmé preservó en el carácter gratuito de la poesía pura respecto de la reducción de la vida a fuerza de trabajo y sus transacciones.

Volver a comenzar

Dónde iremos esta noche de Cristián Cruz
Por Ismael Gavilán


Durante bastante tiempo la poesía escrita por Cristian Cruz (Putaendo, Aconcagua, 1973), ha sido leída o vinculada con el universo y sensibilidad propiciada por la así llamada “poesía lárica”. Y si bien, desde su primer libro (Pequeño país, 2000) Cruz dio muestras inequívocas de su propio talento e individualidad, aquel juicio que relacionaba su escritura con las de Jorge Teillier o Efraín Barquero, –juicio a veces repetido una y otra vez con una ligereza espeluznante- no era, sin embargo, del todo inexacta, no tanto por el mero hecho de efectuar el joven poeta aconcagüino un revival acrítico de una poética tan sugestiva y poderosa como la de estos autores, ni tampoco porque viese en ellas una especie de justificación identitaria para dar cuenta de su propio proyecto poético frente a las exigencias metropolitanas de una hipermodernidad avasallante que, siendo francos, bien poco le interesaba e interesa lo que desde la provincia pueda acontecer como búsqueda estética o reflexión mesurada. Tal vez se trataba de otra cosa y que, a falta de una palabra más pertinente, pienso ahora que aquello podría caracterizarse de manera provisoria con el término aprendizaje. Es así que en Cruz, el apropiarse imaginativa, mítica y retóricamente de lo mejor que llevaron a cabo Teillier y Barquero –amén de otras referencias que son canónicas en la formación de un joven poeta como el que Cruz quiso ser y fue: Fournier, Rilke, Guy-Cadou, Esenin, Trakl, pero también Cárdenas, Volpe, Vallejo, el Neruda de Crepusculario y, por supuesto muchos más- significó, entre otras cosas, descubrir y aprehender puntos de encuentro para verse a sí mismo como continuador y parte de una rica y vasta tradición -el viejo dictum que dice que uno no elige escribir poesía, sino que es elegido por ella-. Pero por otro lado, Cruz fue, sin duda, lo suficientemente hábil como para tener sus propias luchas interiores, ordalías nacidas de las exigencias para con la escritura misma y que, con altos y bajos, devino aprehensión de esa misma tradición aludida, pero sin una complacencia mimética que lo inmovilizara en una reiteración equívoca o estéril.

EL TRIUNFO DEL FRACASO

Presentación del poemario DÓNDE IREMOS ESTA NOCHE, de Cristián Cruz
Ediciones Inubicalistas,  Valparaíso, 2015


Por Juan Cameron

Mientras me consideraba un lector de poesía solamente, un sujeto silencioso frente al texto, y me iba construyendo un mundo lírico particular, jamás intenté siquiera preguntarme sobre qué cosa quiso decir el poeta o qué dice el poema o cómo éste lo dice. Simplemente lo disfrutaba o lo dejaba pasar sin tomar nota del por qué el texto me agradaba e insistía en repetirlo en la memoria. Fue cuando hube de dar cuenta a los demás de mis lecturas, ya sea por necesidad de conversación o por el ejercicio crítico, que debí enfrentar esta tarea; la de establecer el qué se lee cuando se lee —parafraseando al Gonzalo Rojas— o el cómo enfrentar el poema.

Lucy Oporto, La Inteligencia se Acrecienta en la Nada

Ediciones Inubicalistas, Valparaíso, 2016
Jorge Polanco Salinas 

“Dos justos hay, mas su virtud no halaga;
Soberbia, envidia y lucro codicioso
Son los tres males de Florencia plaga”


La Divina Comedia, Infierno, Canto VI

En el Bosco no pareciera existir piedad. El infierno se vive como una lucha de todos contra todos. El carácter monstruoso no solo se cristaliza en las figuras deformes, sino en cómo llegaron a ser lo que son. En Los desastres de la guerra de Goya, el espesor de las imágenes se encuentra tanto en la bestialidad como en la miseria humana. En su caso, no es necesaria la exacerbación casi onírica de la deformación; basta con la acritud de los rostros. A pesar de las diferencias, en sus pinturas la carencia de piedad conforma el testimonio de la oscuridad infernal del mundo. Y la piedad, como muestra un bello texto de Didi-Hubermann, guarda relación con el duelo; esto es, con la escena de la madre velando al hijo asesinado. Generalmente, este oscuro luto —trabajado por Nicole Loraux en sus estudios sobre la Grecia clásica— proviene del hijo que va a la guerra, mientras las mujeres deben hacer el duelo, alterando el orden de la ciudad. La inteligencia se acrecienta en la nada que presentamos de Lucy Oporto Valencia alude a estos referentes visuales, a los que habría que agregar La Divina Comedia de Dante. La persistencia de la monstruosidad indica en este nuevo libro el síntoma de un mundo vivido ya como síntoma; es decir, la “deformación” de una experiencia que no tiene una forma plena o mesiánica, aunque la añora. 

lunes, 9 de enero de 2017

El sitio del poema

Sobre Lo uno / lo otro, de Natalí Aranda Andrades


Por Rodrigo Arroyo

¿Cómo no divertirse cuando la poesía, de pronto, se ha vuelto un juego? pregunta María Negroni en su libro Ciudad Gótica. Planteo que podríamos seguir a través de múltiples ramificaciones, al punto de llegar a recordar el desprecio que Adorno sentía por la cháchara, por lo banal. 

La provincia, la noche, el rock

“Dónde iremos esta noche” de Cristian Cruz

Por Raúl Hernández

No cabe duda que el afán lector que cada persona pueda tener, irá siempre acompañada de lecturas anteriores, antiguas novelas y libros de poesía que pudieron ser parte de algún momento que permanece y se recuerda. Esos momentos literarios que persisten en el tiempo como una estela luminosa que aparece en la noche. Noche de encuentros y cercanías, porque al leer nos incrustamos en aquello que se nos delata, y muchas veces eso que se acerca puede ser descrito como una tradición. Es esa misma tradición, esa misma bella noche para bailar rock, la que se asoma en los poemas de Cristian Cruz, poeta de San Felipe y autor constante que de vez en cuando nos trae sus poemas que, imaginamos, fueron trasladados en autos o buses interprovinciales y que fueron guardados en carpetas de computador que suelen ser ese espacio esencial en donde un libro comienza a dar forma para poder finalmente aparecer.

Dónde iremos esta noche

(Cristian Cruz, Ediciones Inubicalistas, 2015)
Por Cristián Gómez O.

La dificultad de hablar del último libro de Cristian Cruz (San Felipe, 1973), radica en la serie de reflexiones que Dónde iremos esta noche nos provoca. A pesar de su brevedad, este es un conjunto que intensifica su decir en este envase sólo en apariencia reducido: cada página, cada línea vale aquí la pena.  Quinta publicación del autor, el conjunto de ellas demuestra una evolución desde el larismo más mimético hasta un abandono casi absoluto de tal poética (si es que no su refutación más agria y biliar), proceso resumido con su habitual lucidez por Ismael Gavilán en su artículo: “Volver a comenzar: Dónde iremos esta noche de Cristian Cruz”.

Perdido en la noche

"Donde iremos esta noche", de Cristian Cruz. Valparaíso, Ediciones Inubicalistas, 2015

Por Luis Riffo Escalona


Ya sabemos que los lectores escasean, sobre todo los lectores de poesía y con mayor razón los lectores de poesía chilena actual. No es arriesgado afirmar que esta última es leída casi exclusivamente por poetas. Los poetas chilenos se leen entre sí, por afecto o curiosidad, por amor al arte, por descubrir otras voces. O porque los versos de ese poeta que puede ser un vecino, un amigo, un habitante de la misma ciudad, hablan de un mundo compartido, de un lenguaje que pertenece a la misma tribu.

martes, 3 de enero de 2017

EL TRAUMA DE SER CHILENO

Presentación para la novela “La Pava”, de Mandy Gutmann-González
por Patricio Serey

“No cierra nunca la herida del día que mañana se abre”
Elvira Hernández


“Nunca salí del horroroso Chile”: este verso de Lihn pareciera siempre acomodarnos como concepto para sintetizar la idea de país maldito, de esa idiosincrasia pegajosa que nos sigue; cambiemos de ciudad, país o de piel. Ser chileno. ¿Pero qué es ser chileno? Mandy Gutmann ronda esta pregunta en los 35 capítulos de su primera novela “La Pava”; 35 capítulos como si fueran pedazos de escombros de un país en ruinas, de una memoria disgregada que necesitan volver a reunirse para volver a ser, o para convertirse, mejor dicho, en  algo mínimamente inteligible, en algo cercano, ese algo con qué identificarse para mitigar el sentimiento de orfandad tan inherente al ser humano, tan propio, sobre todo, al que migra, o lo exilian, de su lugar de confort y redes de apoyo.

La sociedad de las abejas en los Territorios Invisibles

por David Bustos

Las abejas con su GPS biológico se orientan detectando los colores y texturas de las flores. Un trabajo colaborativo, donde en la cúspide de la pirámide social está la abeja reina. Las nodrizas acompañan a la reina, se preocupan de ella constantemente, la peinan, la alimentan, la cuidan y al mismo tiempo absorben en parte su esencia real, para distribuirla a toda la familia como una verdadera alimentación social. La abeja reina antes de entrar en su fase reproductiva hace un bello vuelo nupcial en que riza el aire con curiosa elegancia, después de las nupcias vuelve a su colmena donde deposita de mil a dos mil quinientos huevos diarios, uno por celda.

UNA POLIFONÍA DE LA MEMORIA

LA PAVA, NOVELA DE MANDY GUTMANN
Felipe Moncada Mijic, Valparaíso, diciembre 2016


Es frecuente oír en el ámbito literario, que en Chile ha faltado la “gran” novela de la dictadura, reiterándose un poco la esperanza en hallar un relato totalizante y clarificador, pero por otra parte está la visión de que el desarrollo y consecuencias de ese período histórico, está diseminado en un sin número de obras narrativas y testimoniales que abordan el tema, pero de una manera oblicua, desarrollando los matices más que el retrato frontal de la historia; y es en ese segundo ámbito, donde creo que La Pava toca fibras que estaban pendientes, como lo son las consecuencias del período autoritario en la infancia, o más precisamente, el hecho de crecer en un mundo de adultos fragmentados, que han perdido la memoria, que usan eufemismos para referirse a hechos históricos, o que la urgencia de resolver la sobrevivencia cotidiana, no les deja fuerzas para resolver el pasado.

Presentación de Territorios Invisibles

por Cristian Cruz

Una de las razones  de la poesía, es quizás, hermanar las distancias entre  los polos de un fenómeno poético. O podría ser, la hermanación por sobre la fractura, de posiciones o tendencias que a la larga, terminan alimentando en su justa medida,  el mismo fenómeno, en este caso, la producción poética de un país.  Vislumbro a medida que avanza la lectura de este gran y extenso ensayo, que Chile podría dividirse en dos; el Chile cuya poesía nace fuera del foco de atención mediática, y el Chile cuyo efecto poético está más ligado a la caja de resonancia de los medios, el mercado y la institucionalidad, parafraseando al autor.
Entrevista a Felipe Moncada, por el libro Territorios Invisibles

TERRITORIOS INVISIBLES, de Felipe Moncada

FRAGMENTOS VISTOS
por Guillermo Riedemann

“En un universo muerto nada es visible”
John Berger

“La poesía es un territorio invisible
o la poesía deja ver lo que todo lo demás oculta”

Sandor Ferencsi


John Berger envió otro recado; dijo: “Yo creo que uno mira con la esperanza de descubrir un secreto. No un secreto sobre el arte, sino sobre la vida. Con las palabras lo único que se puede hacer es trazar, a mano, un tosco mapa para llegar al secreto”. Algo así, cito de memoria, y entonces pienso que de lo que se trata es de conversar. Lo digo de otro modo: se trata de conversar. O así: lo que necesitamos es conversar, que quiere decir hablar y escuchar, o primero escuchar y luego hablar, hablarnos y escucharnos. 

Presentación Libro Natalí Aranda

Libro: Lo Uno/Lo Otro. Ed. Inubicalistas, 16 de diciembre 2016

Por David Álvarez Muñoz

V  
Ni todas las cuchillas de los postes,
Ni los escoplos de las largas calles,
Ni los mazos de las cúpulas
Y altas torres
Pueden tallar
Lo que puede tallar una estrella
Cuando brilla a través de las hojas de parra.
(Wallace Stevens)

En 1854, Charles Baudelaire recibió una invitación a participar de una antología organizada por el diario Figaro que pretendía reunir diversos poetas en torno al tema de “La Naturaleza”. Naturaleza, así en mayúsculas, tal como había sido el objeto de la poesía romántica precedente. Baudelaire acepta participar y envía dos poemas sobre el crepúsculo (“Crepúsculo de la tarde” y “Crepúsculo de la mañana”). Sin embargo, estos poemas no iban solos, se acompañaban de una carta en la cual, de medio as me parecen peme parece un valor tremendo. eriencia interna" smaginado previamente. ?lienzo mis mas intimas reaccionepese a lo breve, dejaba muy en claro sus dificultades que mantenía para escribir sobre la naturaleza

La Sota, en periódico Punto Final

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