Le Monde Diplomatique, noviembre 2018
martes, 30 de octubre de 2018
FUERA DE FOCO
Santa
Victoria de Ricardo Herrera Alarcón
Por Patricio Serey
Si bien ya en los primeros
poemas del libro se esbozan algunas posisiones en torno a su “intención”, estos
textos (como ya lo dijo Luis Riffo en una presentación anterior) funcionan como
un oxímoron, poética que, por un lado, quiere jugar a desorientar, a conducir
la lectura hacia lugares ignotos y oscuros, pero que, a su vez, se preocupa de
la frágil salud (¿mental?) de la poesía escrita. La iglesia de nuestro señor
(segundo texto del libro), por indicar uno que nos ayude a graficar lo antes
dicho, puede querer mostrar la antigua “casa” de la poesía, que ya no se ocupa
de su propio mito; pero que, sin embargo, hoy se encuentra convertida en un
práctico almacén de acopio de materiales; en un escondite; en una casa de
acogida para adictos en rehabilitación: hoy “la ocupamos
para sacarnos el mal espíritu
/ el
demonio de la literatura
/ esa
vieja costumbre de escribir a caballo contra el viento.”
jueves, 25 de octubre de 2018
EL POETA NO ES UN FINGIDOR
Color
Hormiga, de Chiri Moyano
Por
Ricardo Herrera
Vidas de calas negras
y Amores de aguas podridas son las
dos partes en que Chiri Moyano estructura su nuevo libro titulado Color Hormiga (Inubicalistas, 2018). En
ambas secciones subyace la dificultad de existir. O ella se hace patente desde
el título: que algo se coloque o se ponga color
de hormiga significa que se puso cabrón, difícil de sobrellevar, oscuro,
pedregoso. A través del ascenso y descenso de la hormiga que sube y baja hacia
la luz o las raíces, Moyano intenta contraponer la laboriosidad de estos
insectos con la actitud más bien resignada del hablante, un personaje que ve
transcurrir los días entre amores perros, amigos lejanos, la claustrofobia de
una casa que termina auto inmolándose:
decadencia, caída, pastizal, aguas cenagosas. El poeta se ha cansado de ser un
fingidor y muestra, como decía Huidobro en Sino
y signo, sus vísceras secretas,
como queriendo también olvidarse de todo y que todo lo olvide. Supongo que la
poesía de Moyano es creada, o lo intenta, de manera similar a esos oficios
campesinos que el autor ha investigado, una poesía en ningún caso lejos del rigor intelectual,
pero si despojada de sus mecanismos de artificio, de su retórica inmanente, de
su contexto teorizante. En general sus libros parecen trabajados por el sol y
la paciencia, la contemplación y la experiencia: reflexiones en voz alta donde
está permitida la rabia, el lugar reconocible, la metáfora o la comparación
sencilla. Cristian Moyano recupera también, en algunos tramos de este libro y
en su anterior Todo cocido a leña, algo de esas poéticas que están
íntimamente ligadas al terruño, a la
miseria del campo y al despojo al que lo condena la modernidad.
LA ESTÉTICA DE LAS IMÁGENES
“Migratorio” de Felipe Moncada
Por David Bustos
Ezra Pound
dice que la realidad se puede presentar desnuda como lo hace la cámara
fotográfica, como lo presenta también el reportaje periodístico. Entonces este
texto, por su manera de abordar los lugares y las cosas, percute las cuerdas de
la crónica, en alguna medida. Pero también hay textos, que desmienten
precisamente esa puesta en escena.
SOBRE EL DISFRAZ
MIGRATORIO, DE FELIPE MONCADA
Por Juan
Manuel Silva Barandica
.. .. .. .. ..
.. .. .. .. ..
Este
poema del hambre
Está escrito con el estómago lleno,
Los maestros recomiendan distancia
Nada de pintar del natural
El pobre debe hablar de reinos fantásticos
No redundar en el mosquerío de los tachos,
Mentir. Palabras
. . . . Perros disfrazados de marioneta.
Está escrito con el estómago lleno,
Los maestros recomiendan distancia
Nada de pintar del natural
El pobre debe hablar de reinos fantásticos
No redundar en el mosquerío de los tachos,
Mentir. Palabras
. . . . Perros disfrazados de marioneta.
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Hoy escribir es un lujo y hacer poesía lo es aun más. Ahora bien,
si este estado de excepción es percibido positivamente en otras disciplinas,
por misteriosos azares, entre las pocas personas que disfrutamos de esta
antigua práctica hay aun menos lectores atentos y desconfiados, a quienes sin
mucha razón se los ha llamado críticos. Explicar esto significaría una
digresión larga y aburrida, pero si tuviese que resumirse, podría ser algo así:
es complejo que haya crítica de poesía, porque la poesía en sí misma desde
antes de la modernidad es una forma privilegiada de crítica. Metacrítica,
podríamos llamar a los argumentos que intentaré esgrimir, aunque quizás sea
otro contrasentido.
miércoles, 24 de octubre de 2018
POESÍA AL ACECHO: ESCORIALES, DE PATRICIO SEREY
Ricardo
Herrera Alarcón
La
Colección Proyecciones. Plaquettes de Poesía, de Ediciones Inubicalistas, nace
a fines de 2017 en Valparaíso, y en ella se publicaron diez libros que
intentaban, en palabras de los editores “dar a conocer los trazos de una
poética en ciernes o los fragmentos de una obra de mayor complejidad”,
incorporando el cruce entre pintura y
literatura a través de la muestra de fragmentos de obras de artistas visuales.
Los autores publicados en esta colección son: Damaris Calderón, Jonnathan
Opazo, Claudio Guerrero, Américo Reyes, Patricio Serey, Juan Carlos Aros,
Carlos Henrickson, Sergio Muñoz, Jaime Pinos y Alejandra González, en una
apuesta editorial por nombres y generaciones diversas. Más allá del concepto de
plaquette y su idea de escritura en tránsito, creo ver en estos diez autores la
consolidación de proyectos poéticos claramente definidos.
A PARTIR DE MIGRATORIO
MIGRATORIO DE FELIPE
MONCADA (EDICIONES INUBICALISTAS 2018)
Por Claudio Maldonado
No
hubo épica en el viaje, Migratorio. Cuando niño un profe te mandó al chuzo y la
pala. Otro te invitó a matar el ocio indio y a comprar la parca del futuro. No
hubo elogio, ni rumor, cuando quedaste al medio de la tabla, por temor a ser un
africano en ruina. Con la rabia junta en el porcino del amparo, con la débil
magia de hacerte por ti mismo y cambiar tu tiempo por monedas.
“MIGRATORIO” DE FELIPE MONCADA
Rodolfo De los Reyes Recabarren
Nuevamente el poeta nacional nos
sorprende con un nuevo libro de poesía, texto que aborda nuevas perspectivas en
la lírica chilena, esbozando de alguna forma esa silenciosa y a veces no tanto
marea migratoria que empieza a teñir de colores el paisaje nacional. Lo
importante es la mirada introspectiva del poeta, que indaga en distintos
periodos del espacio-tiempo, en una construcción de momentos y situaciones, que
su verso, ágil, certero y poderoso nos describe. “Migratorio”, título que el poeta Américo Reyes descomponía como “Mi Grato Río”, en un juego que evocaba
el sentido lúdico del Río, como rito de iniciación en la juventud y en las
excursiones de antaño, como una forma de re bautizar este libro de viajes,
traslados, migraciones, tanto en la dimensión geográfica como de la memoria,
que a estas alturas se torne nebulosa y distante.
BUCOLÍA DE GUARENES
SOBRE
MIGRATORIO DE FELIPE MONCADA
Jonnathan Opazo
Me
gusta citar este poema como si se tratara de una sustancia dulce y amarga. Como
un tic que deviene mantra y explica una idea fija. Una idea, en este caso, que
hace estallar una presunta dicotomía: la ciudad como espacio fijo en
contraposición al viaje constante. Reza la maldición de Cavafis: «No hallarás
otra tierra ni otro mar. / La ciudad irá en ti siempre. Volverás / a las mismas
calles. / Y en los mismos suburbios llegará tu vejez». El hablante de La
Ciudad, probablemente uno de los grandes poemas que nos dejó el alejandrino,
nos dice sin remilgos: no hay manera de escapar. No hay despojo posible. «La
vida que aquí perdiste»—prosigue, como si de una gitana maldiciente y fastidiosa
se tratase—, «la has destruido en toda la tierra».
COLOR HORMIGA
Por Daniel Tapia
La producción poética
de Cristian Chiri Moyano pasa desapercibida como la de muchos escritores que
prefieren quedarse en la provincia, no integrarse a los centros de producción
cultural institucionalizada y por la discreción de las editoriales independientes. “Color Hormiga”
constituye su séptimo libro de poemas y viene a fortalecer la coherencia y
seriedad de su propuesta. La poética opta por la simpleza y ausencia de
complicaciones retóricas y está dirigida principalmente a los lectores que pueda
captar en el lugar desde donde escribe. El autor vive en Quebrada Alvarado, un
pueblo ubicado en el cordón de La Campana, al interior de la Quinta Región, un
distrito campesino, detenido en el tiempo, que siempre está amenazado por la
expansión excesiva del cemento. La actitud política de quedarse en el
territorio de pertenencia de Chiri Moyano es la que ha ido dando forma a su
obra, tanto a su escritura personal como a su labor de recopilador de
costumbres y documentos acerca de la historia de su poblado.
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